✤ɴɪɴᴇ✤

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Los hombres y mujeres que ya tenían la marca en su espalda estaban trabajando en los cultivos, las mujeres se encargaban de recoger el algodón distanciadas, si el capataz las encontraba hablando y no trabajando las golpeaban con su látigo, Reboot estaba malherida que a duras penas podía mantenerse en pie, al ya tener una canasta llena estuvo arrastrándolo para llevarla con los demás, pero su equilibrio no estaba a su favor y cayó entre el algodón, Nightmare se encontraba cerca y fue a ayudarla pero la misma mujer se negaba a su ayuda por miedo a que el menor salga perjudicado.

—Señora Reboot déjeme ayudarla, no está bien.— Con cuidado de no tocar sus heridas la trataba de levantar pero aún así se quejaba de que debía dejarla o podrían verlos.

—Estoy bien, regresa a tu puesto, es por tu bien.— Al volver estar de pie alejaba al menor de ella para regresarlo a su puesto, pero el menor se negaba a no ayudarla porque realmente se veía grave.

Nightmare no quería que Error viera a su madre malherida, su espalda estaba toda ensangrentada y la mujer casi ni podía caminar, estaba seguro que ya no tenía fuerzas, la mujer debía descansar.

—¿Qué es lo que está pasando? ¡¿Se están escondiendo para no trabajar?!— El capataz había escuchado las quejas de la mujer y al ver que no estaban trabajando amenazó sacando el látigo de su cintura.

—No, no, señor, lo que pasa es que ella se siente mal.

—¡Yo estoy bien!— Afirmó Reboot tratando de seguir de pie, no quería más problemas porque ella sabía, que si se dejaba ver lastimada iba a ser separado de su niño, los esclavos que se mostraban débiles o enfermos, eran esclavos que no servían y eran un problema por lo cual se convertían en mercancía dañada.

Dust harto de oírlos hablar y no trabajar agarrando el mango del látigo y enrollándolo un poco, alzó el látigo y golpeo el cuerpo de la mujer desde la distancia en donde estaba. —¿Otro truco? ¡De mi, nadie se burla!

Reboot recibió el latigazo, Nightmare seguía a su lado y aguantando el dolor se puso delante del menor para que no le cayera alguno mientras que con su brazo cubría su rostro.

—Yo no creo en tus mañas negra. ¡A mi me respetas!— Repetidas veces estuvo alzando el látigo para que chocará contra el cuerpo de la mujer y la lastimara. 

Fueron tantas, que la pobre mujer volvió a perder el equilibrio y cayó al suelo, sus brazos, pechos y rostro tenían heridas abiertas por los azotes, Nightmare observó de cerca como iban destrozando a aquella mujer que cuido de él desde pequeño, ver el como escurría la sangre de las heridas y no poder hacer nada por ayudarla le daba ganas de llorar, sus gritos y llantos de Reboot hacían temblar a los demás esclavos que solo podían ver y escuchar.

—¡¿Que me están viendo negros?! ¡A TRABAJAR!— Paso su mano por su frente para limpiar el sudor, regreso el látigo a su espalda y con una satisfacción regreso al caballo que estaba montando para seguir viendo a los demás esclavos que cumplan con su trabajo.

Una vez que se alejó el capataz, Nightmare trataba de levantar a la mujer mientras escuchaba sus quejidos de dolor, iba a llevarla a la barraca para que descansará, no le importaba si lo castigaban por no trabajar, el quería que Reboot mejorará porqué viéndola en ese estado, todos pensarían que no podría soportarlo y moriría en cualquier momento.

Así siguió hasta el día que regreso el amo de la hacienda, había pasado una semana completa, una en la cual Error no pudo ver a su madre en ningún momento, donde Dust alejaba a Reboot de los demás para latiguear su cuerpo hasta el punto en que no pueda caminar, Marvul no había sido informado sobre el regreso de la esclava que se había escapado, pero tarde o temprano iba a saberlo, enojado por no haber sido informado del capataz que más confianza tenía lo regaño y amenazó con que no vuelva a ocurrir algo así, ahora ansioso de volver a verla, fue a buscarla en las barracas donde la mando a descansar.

—Reboot.

La mencionada al escuchar su nombre dicho por aquel hombre que abusaba de ella no sabía cómo reaccionar, no tenía tantas fuerzas para hablar ni para moverse ni para respirar con normalidad, solo las lágrimas bajaban de sus cuencas por cada paso que daba el hombre rubio, su rostro serio y a la vez ansioso la hacia temblar. —Don Marvul, no me vaya hacer nada, míreme como estoy.— Entre la tos hablo, su garganta se sentía tan seca no podía evitar toser al hablar. 

—Nunca pensé que volvería a verte.— Al estar frente a ella se agachó a la altura de la hamaca en donde estaba descansando para acariciar su rostro, tan maltratado con cicatrices y moretones.

—Yo también pensé eso.— Las lágrimas humedecían su piel morena y reseca, trataba de no trabarse al hablar porque debía decirle lo más importante antes de irse, porque ella sabía que no iba a volver ver a su hijo otra vez. —La vida se encarga de llevarnos la contraria. . .

Marvul acariciaba las partes descubiertas de la mujer, estaba tan cerca de su hombro que comenzó a besarlo y hacer un recorrido hacia su cuello mientras masajeaba sus senos. —Yo te quería.—Susurraba repartiendo besos en su cuello, le daba igual que la mujer alejara su rostro, era lo menos importante. —Aunque haya pasado el tiempo te sigo queriendo.

Reboot sentía asco al sentir los besos del mayor, le desagradaba que a pesar de estar en mal estado el contrario aún siga queriendo abusar de ella, solo necesitaba relajarse y hablar, su niño debía estar en buenas manos, a pesar de que no haya tantas opciones. —Amo Marvul, si usted me quiere cómo está diciendo, yo necesito que me prometa algo.

Marvul casi ignorándola comenzaba a desvestir su pecho para masajear sus senos, lamerlos y chuparlos, sentir como temblaba el cuerpo de la contraria lo calentaba. —¿Te burlas de mí? Me engañaste. ¿Y ahora vienes exigiendo promesas?— Se burló por tal tontería a su parecer.

La mujer mordiéndose su labio trataba de respirar bien y articular con claridad sus palabras, la vida de su hijo dependía de ello. —Prométame que va cuidar a mi hijo.

—. . . ¿Tienes un hijo?

—Si, cuando yo me escape de su casa yo estaba preñada y yo se que lo herí.— A este punto sus lágrimas volvieron a aparecer por recordar la promesa que se hizo y no cumplió. —Entiéndame. . .yo no quería que mi hijo naciera esclavizado.

Al escuchar las palabras de la mujer, Marvul se levantó y se alejó de ella para procesarlo bien. ¿Le acababa de decir que tiene otro hijo? No podía ocultar su expresión de sorpresa, el quería a esa mujer, pero el haber creado a un niño era otra cosa. ¿Qué debería de hacer ahora?

Reboot entre lágrimas pedía que cuidará a su hijo, de que no permitiera el que lo traten como un animal, que lo cuidará por ella porque ya no tenía las fuerzas para hacerlo ella misma. —Nuestro hijo se llama Error.— Su respiración se hizo agitada, ya no podía controlarlo, la tos y las lágrimas la agitaban. —Prométame. . .prométalo. . .por favor.

Marvul observó cómo poco a poco aquella mujer a la cual quería, se iba lentamente, el como su respiración agitada disminuía al igual que sus lágrimas, sus ojos tan cansados finalmente se cerraban y sin ninguna respuesta dejo de respirar.
El acaricio su rostro por última vez, ninguna lágrima cayó, pero sentía punzadas en su pecho, solo agarró la manta que había y cubrió todo el cuerpo de la mujer.

Hate. ¿Conoces a un niño de los nuevos que se llame Error?

El mencionado manteniendo su vista en el suelo asintió. ¿Por qué su amo buscaba a ese niño? Tenía curiosidad pero tampoco quería meterse en lo que no debía, fue mandado a buscarlo y obedeciendo lo hizo.

Marvul vio aquel niño nombrado Error, era más bajito que su otro hijo, tenia el color de piel de su madre, pero al observar su rostro maldecía en su interior el que haya heredado el mismo color de ojos, su cabello no era zambo o afro como el de los demás, era lacio y corto.

—¿Eres el hijo de Reboot?

Error asintió y se puso a pensar si algo le había sucedido, tenía tantas ganas de verla porque desde que llegaron aquella hacienda no la pudo ver ni un solo día. Quería abrazarla y escuchar las historias que le contaba, hacer coronas de flores y peinar su cabello. Pero las palabras que ese hombre le dijo le quitó su sonrisa.

—Tienes que ser fuerte muchacho. . .tu madre murió.

❝ᴘʀᴏᴘᴇʀᴛʏ❞ ||【InkError】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora