❝ᴘʀᴏᴘᴇʀᴛʏ❞ ||【InkError】

✤ᴛᴡᴇɴᴛʏ ɴɪɴᴇ✤

La anterior noche, cuando todos se retiraron, Geno y Marvul fueron hacia un punto de encuentro donde quedaron con los otros hacendados, tenían otro asunto que atender. Edge estaba esperándolo, luego de llegar a casa dejó a su hermana y se retiró sin decir a donde iba, muy común en él de no decir a donde iba cosa que ponía nerviosa a Red. Reaper no fue invitado, porque aún no tenían completa confianza en él, tampoco el general o Ink estaban presentes. Solo los hacendados que veían la ley de vientres como una idiotez, Edge, Killer y Horror permanecían recargando sus armas mientras esperaban a Geno y Marvul. 

Marvul y Geno llegaron montando caballos. 

—No es necesario apuntarme, Horror. 

Como lo dijo, Horror había sacado su arma y apuntaba a Geno, todos estaban reunidos para hablar sobre las muertes de los esclavos liberados por la ley de vientres, ellos se habían encargado de asesinarlos porque no iban a permitir que esas personas tuvieran libertad, pero de tantas muertes seguidas otras personas comenzaban a sospechar. Horror, Killer y Edge eran un grupo de señores que no les gustaba la idea de perder esclavos, y creían que Geno estaba en contra de sus acciones. 

—Debieron contarnos lo que estaban haciendo.— Habló Marvul. —Además que deberían respetar a sus mayores.— Indignado, demostró su desagrado ante ellos que eran más jóvenes. 

—¿Cómo sabemos si confiar en ti? Nosotros necesitamos que los esclavos nos tengan miedo.— Esta vez habló Killer mientras sacó su arma y apuntó a Marvul. —O de lo contrario ellos armaran una revolución y nosotros no los vamos a poder detener. 

Mientras Horror y Killer apuntaban a padre e hijo, Edge estaba con los brazos detrás de su espalda dándoles la oportunidad para hablar y ver si eran de confiar sus futuros planes. 

—Lo entiendo.— Dijo Geno bajando del caballo y sin miedo se acercó a Horror. —Y estamos dispuestos a contribuir.— Con una sonrisa vio a su padre, que también bajo del caballo. —Nuestros esclavos también necesitan un escarmiento. ¡Dust! 

Una vez gritó Geno, Dust llegó montando un caballo y arrastrando a personas con sacos en su cabeza, el capataz fue hacia su señor y empujó a la persona quitándole el saco, era uno de los jóvenes que podían ser liberados por la ley.  

—¿Solo uno?— Soltó Killer. 

—Yo puse cuatro.— Continuó Horror. 

—Diez, yo entregare diez esclavos para que las nuevas generaciones ni se le ocurra venir a pedir su libertad.— Sentenció Edge. 

—Aún no me dejaron terminar señores. 

Marvul hizo una seña a Dust y este nuevamente trajo a otra persona, pero esta vez era una mujer. Al quitarle el saco, sus orbes morados brillaban por las lagrimas, era Jammy la que estaba amarrada de manos y temerosa sin saber que pasaba. 

—Que comience la cacería.— Comento Marvul e hizo que Dust desatara las manos de ambos adolescentes. 

El otro adolescente fue el primero en ser perseguido por los adultos, Jammy fue por otro camino, levantaba su vestido de forma desesperada e intentaba correr entre los arboles, era de noche y la oscuridad no ayudaba a esconderse, las ramas y tierra lastimaban sus pies descalzos, pero poco le importaba porque estaba enfocada en correr y tener la esperanza de salvarse. Luego de largos minutos se tropezó al escuchar dos disparos, estaba asustada. 

—No... debo regresar con Crescent y Error...— Se repetía a si misma buscar un escondite, pensaba en como Error debe de estar preocupado por no haberla encontrado en su hamaca, pensaba en como Crescent tal vez estaba buscándola para darle un postre, hasta imaginaba que al llegar Nightmare le prepararía un rico te de hierbas, solo necesitaba regresar y estar a su lado, quería abrazar a Error y que éste le dijera que todo estaría bien. Pero las lagrimas seguían bajando y no dejaba de hipar, intentando en no hacer ruido, tapaba su boca con ambas manos para que su llanto no fuera tan audible, pero fue en vano.