Al cabo de unas horas, volvimos a mi casa.
Aparentemente, era el único lugar al que teníamos para ir.
Pero al llegar, nos llevamos la sorpresa de que no solo mi tío estaba. Si no mi abuela.
Fruncí el ceño tras adentrarme a la sala, Gen y Franchesco estaban detrás de mí. Mirando todo de manera cautelosa.
—¿Y mi papá? —fue lo primero que se me ocurrió preguntar, ya que no lo veía por ningún lado.
—Trabajando —respondió mi abuela Martha.
Martha era una señora grande, de unos sesenta años quizá. Jamás tuvimos una relación estrecha, ni buena, ni ninguna de esas mierdas. Así que, su presencia sin mi padre me incomodaba. Al igual que la de mi tío.
—¿De dónde vienen? —cuestionó Manuel.
—Que te impor...
—De mi casa, fuimos a hacer un poco de tarea —me interrumpió Gen.
Supe que trataba de hacer, no quería provocarlo ni dejarme que yo lo haga.
Rodé los ojos y me dirigí hacía mi habitación. Ellos también me siguieron, así que no tardamos en encerrarnos allí.
—¿Quién demonios es esa señora? —soltó Franchesco, mientras rebuscaba algo en su mochila y se sentaba en el sillón verde.
—Según tengo entendido, mi abuela —mascullé, arrojándome de cara a la cama.
—¿Tienes una mala relación con toda tu familia? —preguntó Gen, mientras se sentaba a la orilla de mi cama.
—No tengo relación —balbuceé contra la almohada.
Al sentir olor a tabaco, supe que Franchesco se había puesto a fumar.
—Abre la ventana al menos, Fran —lo regañó Gen.
Él le hizo caso, así que terminó fumando apoyado en la ventana.
—¿Estás bien? —me preguntó Gen por lo bajo.
Asentí como pude, ya comenzaba a faltarme el aire por tener el rostro pegado a la almohada.
—¿Sabes de qué trabaja tu tío? ¿O de qué trabajaba tu abuela? —inquirió Gen y negué con la cabeza—. Vaya, literalmente solo sabes sus nombres...
—Con suerte son sus nombres reales —masculló Franchesco, mientras le daba caladas a su cigarro.
—No es gracioso —se quejó Gen—. Ella podría estar en peligro.
Me levanté de la cama y me dirigí a mi armario, necesitaba darme una ducha.
Tomé una camiseta grande, unos shorts deportivos para dormir y unas bragas negras.
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Keira y sus problemas [COMPLETA]
Teen FictionLo último que esperaba Franchesco era que su vecina le llamase la atención, en cambio, Keira solo deseaba no meterse en problemas. 🚬 Keira nunca fue de tener amigos, de hecho, ya ni siquiera lo intentaba. De tanto mudarse, perdió la habilidad de so...