Capítulo 29 🚬

6K 764 256
                                    

"Me fui a dormir al dormitorio de huéspedes, espero no te moleste

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Me fui a dormir al dormitorio de huéspedes, espero no te moleste. Pero quería darte privacidad... (con Fran jeje)

Con amor, Gen".

Fruncí el ceño, mientras sostenía la notita y la leía.

Al salir del baño me había encontrado con el dormitorio vacío, debía admitir que me había asustado un poco. Pero me tranquilicé cuando fui a la habitación de huéspedes y Gen dormía plácidamente.

—Si quieres puedo irme a dormir a mi casa, no es necesario que pongas esa cara de desagrado —comentó Franchesco.

Seguía sin camiseta, pero ahora vestía unos shorts deportivos que yo le había prestado.

Su cabello seguía húmedo y sus labios rojizos por los antiguos besos que nos habíamos dado.

—No es mi cara de desagrado —puntualicé—. Solo no quiero hacerla sentir que es mi segunda opción o que vale menos que tú.

Franchesco arqueó una ceja.

—¿Entonces yo soy tu segunda opción? —cuestionó.

—Por supuesto, que no te queden dudas de eso —bromeé.

Ninguno de los dos era una primera o segunda opción. Pero era divertido bromear así con él.

Bueno, lo fue hasta que sacudió su cabeza y comenzó a mojarme con las gotitas de agua que desprendía de su cabello.

—¡Ya! —chillé, poniéndome de pie, para luego empujarlo un poco.

Pero él fue más rápido y me tomó de las muñecas con suavidad.

No entendía qué sucedía, hasta que me dio un breve beso en los labios.

—Mañana se supone que tenemos clases... —comentó—. Y dado que ya es bastante tarde, no quisiera seguir jodiendo tus horas de sueño. Pero... ¿quieres follar?

¿Qué yo qué?

Pestañeé varias veces, tratando de entender y asimilar lo que él había dicho.

—Si no quieres no pasa nada, eso es obvio. No hemos tenido dicha conversación y bueno, supongo que soltarlo de la nada no es muy sutil de mi parte —dijo, soltando mis muñecas.

—Yo...

Franchesco sonrió de lado.

—Ya. No es necesario que me des una respuesta tan rápido —aseguró dirigiéndose a la cama y sentándose en esta.

Me paré en frente de él, aún sin saber qué decir.

—Ay no... Te rompí —murmuró Franchesco, mientras me observaba nervioso—. Mejor olvida lo que dije. Pero háblame, no te quedes viéndome como desquiciada. Me da miedo.

Keira y sus problemas [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora