De alguna manera extraña, lo que era una tarde comiendo brownies y cenando comida chatarra traída por Franchesco, se convirtió en una noche de amigos.
Donde los tres nos quedaríamos en mi casa.
Debía admitir que aquello era totalmente nuevo para mí, pero no era tan desagradable como había imaginado que eran las reuniones.
Especialmente cuando Franchesco trajo desde su casa una botella de vodka y jugo de naranja para preparar un trago.
—¿No vas a emborracharnos para hacernos daño, verdad? —inquirió Gen, en dirección a Franchesco. Quien tranquilamente servía los tragos.
—Gen, yo no sé con que clase de chicos te has juntado. Pero no, pienso emborracharnos para alivianar la tensión que hay por aquí —dijo mientras hacía un gesto con las manos, dando a entender que se refería a nosotras.
—¿A qué hora llega tu padre? —me preguntó Gen—. Es que no quiero que llegue y nos encuentre en pleno desastre. No es bueno como reputación de amiga.
Solté una risita.
—¿Reputación? Relájate, Gen. Aquí no necesitas una —le hice saber, mientras tomaba uno de los vasos que Franchesco nos tendía.
Al estar en mi dormitorio estábamos esparcidos por todos lados.
Gen se encontraba en el suelo, vistiendo una de mis camisetas para dormir.
Franchesco, en cambio, estaba sentado en el sillón verde y usaba el violeta como mesita.
Y yo, bueno, yo estaba tirada en mi cama. Con una camiseta vieja para dormir y unos shorts deportivos de mi padre.
—Bien, no soporto el silencio. Juguemos —anunció Franchesco—. Verdad o reto o yo nunca nunca... Elijan, niñas.
—No nos digas niñas —dijimos al unísono con Gen, lo cual nos sorprendió a ambas.
—Bien, yo nunca nunca. Si lo hicieron, beben. Si no, manos quietas —dijo Franchesco y junto con Gen asentimos, supuse que ella ya sabía de qué iba el juego por haber salido pero yo... muy familiarizada con ello no estaba—. Yo nunca nunca he... besado a una chica.
Enarqué una ceja al ver que Gen sí bebió.
Inesperado.
Pero interesante.
—Si no cuentas cómo fue, bebes de nuevo y cinco tragos —intervino Franchesco tras terminar de beber su sorbo.
Bueno, al parecer yo era la única que no había besado a una chica.
Qué decepción.
—Eso es trampa —masculló Gen.
—Te cuento, si cuentas —insistió Franchesco.
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Keira y sus problemas [COMPLETA]
Novela JuvenilLo último que esperaba Franchesco era que su vecina le llamase la atención, en cambio, Keira solo deseaba no meterse en problemas. 🚬 Keira nunca fue de tener amigos, de hecho, ya ni siquiera lo intentaba. De tanto mudarse, perdió la habilidad de so...