Si comentan mucho mañana les traigo otro capítulo y bien delicioso ;)
—Al menos ya no susurran cosas mientras pasamos, ¿no? —inquirió Gen, tratando de animarme un poco.
Pero siendo honesta, nada servía para que mi ánimo mejore.
Le sonreí de lado y asentí con la cabeza.
—Has estado toda la mañana callada —dijo, poniéndose en frente de mi para detener mis pasos—. Siempre eres callada. Pero al menos insultas o... no lo sé. ¿Hay algo que desees contarme?
Suspiré.
—No aquí.
—¿Quieres ir a tomar un batido? —propuso moviendo sus cejas con diversión—. Ya no tenemos más clases, solo queda gimnasia y no tengo ganas de ir.
Chisteé.
—Yo menos —aseguré.
—Entonces... ¿vamos por el batido? —dudó aplaudiendo y dando saltitos disimulados pero llenos de emoción.
Asentí.
—Pero probaremos algo nuevo —dije, comenzando a caminar junto a ella.
Durante toda la mañana Franchesco me había ignorado.
Y mucho.
Había intentado hablar con él ni bien lo ví al entrar, pero me dijo "Ahora no".
Y lo dejé.
Pero luego en los recesos, comenzó a ignorarme completamente.
Ni siquiera me miraba.
Ni siquiera...
Cerré los ojos con fuerza, no quería llorar.
No en la calle.
No por él.
Entendía perfectamente que había sido una estúpida, pero ignorarme no iba a solucionar nada.
Al llegar a la cafetería, Gen se encargó de pedir una mesa y la carta para elegir qué comprar. Al cabo de unos minutos nos habíamos decidido por probar el batido de arándanos y moras.
Pero al ver los waffles no me resistí y ordené media docena.
Tenía ganas de llorar, así que lo iba a disimular comiendo.
—Keira —me llamó Gen mientras tenía una ceja arqueada—. Ya suéltalo antes de que te atragantes con la comida.
Tragué el pedazo de waffle que estaba comiendo y le di un sorbo a mí batido.
Bien, Gen era mi amiga.
Era alguien de confianza.
Podía contarle lo sucedido. ¿Verdad?
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Keira y sus problemas [COMPLETA]
Teen FictionLo último que esperaba Franchesco era que su vecina le llamase la atención, en cambio, Keira solo deseaba no meterse en problemas. 🚬 Keira nunca fue de tener amigos, de hecho, ya ni siquiera lo intentaba. De tanto mudarse, perdió la habilidad de so...