Descargas eléctricas. (1°Historia)

Capítulo 24. La despedida

Gabriela llevaba muy mal lo que había ocurrido entre Adriana y Natalia. No podía evitarlo. La seguía amando como el primer día, o más. Y esos sentimientos no iban a cambiar de la noche a la mañana. Pero tal vez metió la pata con las duras palabras que le dirigió a la cirujana. En esos momentos vio claro que tenía que alejar a Adriana de ella, y que mejor que diciéndole que ya no sentía nada por ella. Sabía que le había roto el corazón a Adriana si de verdad ésta sentía por ella lo que le dijo que sentía. Ahora dudaba de si había hecho bien con Adriana alejándola de ella de esa manera. De momento ya la había mandado a los brazos y a la boca de Natalia. Y eso la hizo enfurecer.

Lara se fue esa misma mañana. Ella y Gabriela pasaron unos días muy buenos juntas. Al final Gabriela se alegró de que Lara apareciera de nuevo en su vida. Aunque Lara le manifestó sus sentimientos por ella, acabó por respetar lo que Gabriela sentía por la cirujana. No se podía luchar contra eso.Y le hizo saber que podía contar con ella y que tendría su apoyo, hiciera lo que hiciera.

A Adriana le hubiera gustado no haber oído las duras palabras que le soltó Gabriela. La dejaron sin ninguna esperanza con ella. Además, Gabriela se había ido con esa mujer. Y quién sabía si estaban saliendo juntas. Prefería no saberlo porque eso la podría destrozar. Y total Gabriela ya sabía lo que había pasado con Natalia, Laura se lo había confirmado. Y una de dos, igual a esas alturas a Gabriela le daba igual lo que Adriana hiciera, o bien estaría tan enojada con ella que no querría ni verla. El panorama era muy desolador. Pero lo que sí tenía muy claro era que los besos de Gabriela nunca podría reemplazarlos por otros.

Gabriela ya sabía que el viernes sus compañeros le harían la fiesta de despedida. Reservaron un gran salón en el Corazón Verde. Como estaba cerca de la clínica, podrían pasarse por la fiesta la gran mayoría de compañeros de Gabriela. También estaban invitadas Laura y Alba.

Por la tarde estaban en la cafetería de la clínica Alba y Adriana aprovechando que tenían un momento tranquilo.

-¿Cómo lo llevas Adriana? Te noto más delgada.

-Lo llevo como puedo...Aún no me he hecho a la idea de que Gabi y yo no estemos juntas. Me cuesta mucho y la echo de menos a rabiar.

-Bueno, ahora poco se puede hacer. Sé que Gabriela lo lleva mal, Adriana. Se le ve igual que a ti. Aunque te haya dicho que ya no está enamorada de ti. Pienso como Laura, Gabriela te mintió porque sólo hay que mirarla cuando te ve. Esa mirada lo dice todo. No es necesario que ella hable. No sé, pero yo pensaba que estabais hechas la una para la otra. Estoy segura que todo se arreglará entre vosotras. Lo que no sé cuándo. Quizás necesitéis tiempo.

-¿Tú crees? No me quiere ni ver, Alba. Y a mi me da vergüenza hablar con ella. Me avergüenzo de lo que pasó en esa cena y lo que hice con esa enfermera. Quién me iba a decir a mí que iba a acabar liándome con mujeres. Además no sé si está saliendo con esa mujer con la que la vi un par de veces. No puedo ni imaginarme que estén juntas..no puedo.

-Adriana, aquí me tendrás cuando necesites estar con alguien, para lo bueno y para lo malo. Lo de la enfermera, si ya no estás con Gabriela, no tienes por qué arrepentirte. Y lo de liarte con mujeres, oye, más vale que lo hayas descubierto tarde que nunca. Si tú eres feliz, es lo que importa. Por cierto, el viernes le hacen a Gabriela su fiesta de despedida.

A Adriana casi le da un síncope al oír la palabra despedida.

-¿Se va de la clínica? ¿o de la ciudad?-dijo entrecortadamente.

-Pensaba que lo sabías. No se va, solo que le han ofrecido el puesto de psicóloga de la clínica y ella ha aceptado. Así que dejará trauma.

Adriana respiró aliviada, y a la vez contenta por Gabriela, sabía que ella se merecía eso y mucho más.