Gabriela buscó las manos de la cirujana y entrelazó sus dedos con los dedos de ella. Se pegó todo lo que pudo a Adriana e intentó mirarla a los ojos, pero Adriana mantenía los ojos mirando al suelo. Era incapaz de mirarla a la cara de la vergüenza que sentía.
-¿Por qué no me miras a los ojos?- Le preguntó Gabriela con un tono muy seductor -¿Ya no te hechizan?
Adriana seguía con la mirada agachada. E incluso se apartó un poco del agarre de Gabriela. A Gabriela no le pasó desapercibido por lo que agarró con más fuerza las manos de Adriana. No la soltaría por nada del mundo. Se acercó todo lo que pudo a ella hasta el punto que sus pechos se rozaban.
De repente los ojos de Adriana se tornaron vidriosos. Gabriela le subió el mentón y juntó su frente con la de Adriana. Sus alientos se mezclaron como muchas otras veces hicieron. Sus cuerpos se electrizaron al unísono y al instante. Adriana comenzó a llorar. Ni en sus mejores sueños llegó a imaginarse en esa situación con el amor de su vida. Era algo que no podría explicar con palabras. Sólo su corazón tenía el poder de expresarse. Y lo hacía como mejor sabía, bombeando a todo bombear por Gabriela.
-¿Te gustaron los besos de Natalia?¿ Preferirías que ahora yo fuera ella?- le preguntó Gabriela de repente- ¿o prefieres a la castaña con la que estabas ahora?
Adriana no se creía que le hubiera preguntado eso en ese momento. Estaba claro que aunque para ella no había significado absolutamente nada, para Gabriela sí había sido un mundo, tanto lo de Natalia como lo de Carla.
-No Gabriela, te quiero a ti, los besos de Natalia no se pueden comparar con los tuyos. Me dejé llevar porque me imaginé que la que me besaba eras tú...Pero en ella no encontré lo que busco en ti.
-Que sepas que me pongo malísima de sólo pensar que te comió la boca, que metió su lengua entre tus labios, que tocó todo tu cuerpo y le permitiste saborear tu piel...- le susurró Gabriela al oído.
Entonces Gabriela sacó la lengua y empezó a lamer los labios de Adriana con una lentitud pasmosa. Adriana iba a correrse con un par de lamidas más. El hecho de tener a Gabriela pegada a su cuerpo la puso más cachonda que nunca. Introdujo su lengua en la boca de Adriana buscando su lengua. Desde luego lo que estaba viviendo ahora con Gabriela no tenía absolutamente nada que ver con lo que hizo con Natalia. Si podía llegar a correrse solo con una lamida de Gabriela. La pasión que había entre las dos, nadie la podría parar. Lo que provocovaba esta mujer en ella no lo podía provocar nadie más. Ella era única.
Las manos de Adriana fueron directas a las nalgas de Gabriela. Las apretó contra ella y su entrepierna volvió casi a chorrear.
Poco les importaba a las dos que estuvieran dando el espectáculo delante de casi todo el personal de la planta de trauma. Muchos de ellos no podían creer lo que sus ojos estaban viendo. La doctora Diez y Gabriela besándose como si no hubiera un mañana. Desde luego ya tendrían de qué hablar al día siguiente en la planta e incluso en toda la clínica. Y Carla no podía estar más contenta por lo que sus ojos veían. Tenía que reconocer que esa morena le encantaba para su hermana. Se notaba que estaban hechas la una para la otra. Y sabía que su hermana por fin iba a recuperar la felicidad.
Hasta Natalia se quedó perpleja de lo que vio.¿Pero por qué Gabriela no le dijo nada cuando le dijo que Adriana le gustaba? Bueno, ya le pediría explicaciones a Gabriela en su momento, porque no entendía nada, y desde luego, ahora no era el momento de preguntar. Lo que estaba claro era que la cirujana estaba enamoradísima de Gabriela.
Rosa ya se esperaba lo que vio. Era cuestión de tiempo. Sabía que su amiga estaba perdidamente enamorada de la doctora y que lo estaba pasando francamente mal. Y Adriana desde luego si no fue lo suficientemente mujer como para defender en aquella fatídica cena a Gabriela, ahora delante de todos ya había dejado claro lo que significaba Gabriela para ella. Por fin había sido capaz de darle su lugar a Gabriela. Por fin el tiempo puso cada cosa en su sitio.
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Descargas eléctricas. (1°Historia)
Romance¿Puede una bella,madura y heterosexual cirujana enamorarse de una preciosa auxiliar de enfermería-psicóloga, mucho más joven que ella, nada más verla? ¿Puede surgir algo entre ellas siendo de diferentes clases sociales? Puede, pero tendrán que derri...