"El Pintor" [NamJin]

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- ¿Qué pasa Jin? ¿Qué tienes a.? -Nam hizo una pausa al ver lo que tenía en manos – Oh

- ¡No son míos! – dije rápidamente, me sentía un poco nervioso, Nam tomo la pequeña caja – Jimin, bueno, parece ser un regalo de parte de él – comencé a quitarme los zapatos, después entre a la pequeña casita de sabanas, miré a Nam, quien leía cuidadosamente la cajita, con un sonrojo que se hacía presente en sus mejillas y con una de sus manos libres, acariciaba su nuca.

- ya veo, estos – agito la caja que tenía en su mano – los he visto en el cuarto de Yoongi, cuando suelo entrar a barrer.

- vaya, quien te viera mochi – dije mientras una risa nerviosa salía de mis labios, siendo acompañada por la risa de Nam. El chico coloco la caja donde estaba, se quitó sus zapatos y gateo hasta mi lado, su mano se dirigió a mi mejilla, para después acariciarla, su mirada reflejaba anhelo y cariño, su tacto era suave, delicado, sus labios dibujaban una ligera, pero bella sonrisa - ¿Pasa algo?

- Solo, aun no puedo creer que pueda decir "él es mi novio" – no puedo aguantar el cumulo de emociones y me lance a sus brazos, el chico simplemente comenzó a reír, y correspondió mi abrazo.

- Todo lo que hiciste por mí fue tan hermoso – deje un corto beso en sus labios – fue tan bello, de verdad no sé de dónde sacas tantas ideas tan bellas – coloque mis manos en sus mejillas, lo acerque a mí, un beso lento, donde nuestros labios se movían a un ritmo perfecto, poco a poco, nos fuimos acomodando, y sin darme cuenta Nam estaba sobre mí, nuestros labios se separaron, nuestras miradas se unieron.

- Te ves hermoso Jin – Nam se acercó a mí, dejando un beso en mi mejilla, coloque mis brazos sobre sus hombros, con una de mis manos acariciaba su cabello.

- Lo sé – nos quedamos en silencioso unos segundos para después estallar en carcajadas – ahora que lo pienso, tenemos algo pendiente.

- ¿de verdad? – Nam dejo otro beso en mi mejilla – necesito que me refresque la memoria hermoso joven.

- Digamos que un sexy joven fue a mi camerino después de la presentación de mi obra, pero... mi madre nos quitó la inspiración – las risas se hicieron presentes una vez más – comprobando que estamos salados, con una suerte hasta el suelo – me acerque a él, dejando un corto beso en sus labios – dudo que aquí alguien nos interrumpa.

- Cierto, a menos que algún animal del bosque quiera pasar – mire a Nam – mentira – me contagio su risa – por cierto, ¿tu madre te dijo algo después de eso? – con una de sus manos acariciaba mi cabello, acomodándolo.

- Pensó que estaba agitado porque había consumido drogas o algo por el estilo – cubrí mi rostro con mis manos.

- ¿de verdad? Jajaja, soy una droga, vaya – el chico soltó una pequeña risa.

- mi droga – me moví, abrazando a Nam, rodeando con mis brazos su cuello, ocultando mi rostro en este, Nam coloco sus brazos a los lados de mis hombros, cargando su peso en sus codos – Nam...

- Sí Jin... - sentí como él acomodaba su cuerpo, coloco una de sus piernas entre las mías, un poco de su peso recayó en mí, no era molesto, al contrario, esa cercanía me hacía sentir seguro y protegido.

- Yo, quiero hacerlo – me quede cayado unos segundos, esperando la respuesta de Nam.

- No hare nada que no quieras, y si quieres hacer algo, solo dímelo Jin, yo encantado de cumplir tus deseos – con una de sus manos acaricio suavemente mi cabello.

- La verdad, había estado muy confundido respecto a mis sentimientos, pensé que solo me tratabas de forma linda para acostarte conmigo, pensé que lo nuestro solo se iba a tratarse de sexo y tenía un poco de miedo de decirte lo que sentía, pues no estaba seguro de que correspondieras mis sentimientos – me aferre más a él, haciendo de su cuello mi escondite.