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- ¿Dónde mierda están? - sabía que en algún momento regresaria a ese lugar, al cabo había dejado varias cosas ese día solo tome lo más relevante, la adrenalina del momento no me dejo pensar. Aprovechando sacaría otras cosas - Bingo -guarde las llaves en la bolsa de mi pantalón, tomé una mochila y me dirigí al lugar.

Estaba seguro de que mi padre a esas horas no estaría, él se la vivía en el trabajo, gracias a eso aprendí a hacer por mi cuenta muchas cosas, aunque no fue la manera en la que me hubiera gustado aprenderlas.

Deje el auto un par de cuadras antes por cualquier cosa, tomé la mochila y camine. En cuanto la llave entro en el cerrojo mi corazón empezó a latir apresurado, abrí la puerta.
Todo estaba tal como lo recordaba a excepción de la cocina en la cual se veía que mi padre había estado comprando comida preparada, el basurero estaba lleno de platos y cubiertos de plastico, claro, yo era quien cocinaba, subí rápido a mi cuarto, comencé a tomar las otras cosas que no pude llevarme, empezando por mi pasaporte, al parecer mi padre no había entrado a mi cuarto, ya había pasado más de un año, quizá ese viejo tenía esperanza de que cumpliera lo que me dijo, pero no, estaba seguro que regresaria con un esposo no una esposa.
Abrí mi armario y saque una caja donde guardaba cosas importantes, ahí estaba mi pasaporte y algunos álbumes de fotos, los guarde en mi mochila, segui buscando cosas en mi habitación que podría llevarme, ya listo salí de mi cuarto a la cocina, había un par de cosas de ahí que me gustaría llevarme.

- ¿Estará esa taza? - en uno de los últimos viajes que hicimos mis padres y yo cuando aún ellos estaban juntos me compraron  un taza con temática de Mario Bros, esperaba que al igual que mi cuarto mi padre no la hubiera tocado, abrí el cajón, vacío, todas las cosas que yo compre para la cocina no estaban, al parecer no quería recuerdo de mi  presencia en este lugar.
Escuche el sonido de la puerta junto al tintineo de unas llaves, maldita sea justo ahora.

-¿Cómo pude olvidar esa carpeta? - mi pulso comenzó a acelerarse al oír la voz de mi padre -Porquería- escuche el crujir de la carpeta, al parecer mi padre continuaba sin controlar sus arranques de ira, escuche sus pasos dirigirse a la cocina, algo dentro de mi pedía a gritos esconderme, pero no lo haría.

Mi padre dio un par de pasos dentro de la cocina, abrió un cajon de la repisa más cercana a la entrada de la cocina, tomó un vaso se dio la media vuelta para después percatarse de mi presencia, no sabría como describir su cara, era una muestra entre asombro y enojo - ¿Qué haces aquí? - lo dijo con tanta rabia que escuche lo seca que se puso su garganta - espero que tengas buenas nuevas, la última vez que te vi te dije la única condición que tenías para volver a poner un pie en este lugar -no me había percatado de lo apretada que estaba poniendo la mandíbula hasta que mis dientes comenzaron a causarme un suave hormigueo - vamos, dime quien es la afortunada

- No te lo diré pues no la hay - ahora tanto el enojo y la rabia se habían combinado en la cara de mi padre que era imposible saber cual de estas dos gobernaba más.

- ¿Entonces que haces aquí- dio un paso hacía mi, con la intención de intimidarme, pero ya no era el chiquillo miedoso de hace un año.

-Vine por unas cosas, ya me iba - todas mis respuestas eran con un tono neutro, no quería satirfacerlo con la muestra minima de miedo en mi.

- Perfecto, entonces largate - camine hacia la salida de la puerta pero al estar unos paso detrás de él hablo - pero antes te advierto una cosa, ya me ha dicho el padre de tu amigo Kim Namjoon que han estado muy juntos últimamente, sé que ese muchacho es un descarriado como tu, así que te advierto SeokJin, cuidado y me entero que tu y ese marica tienen algo porque ten por seguro que me asegurare de hundir sus carreras -podía sentir como la sangre en todo mi cuerpo hervía principalmente por como llamó a Nam y la segunda por querer seguir esmerado en arruinar mi vida cuando según es mi padre.

- Con que de ahora en adelante sera así- gire mi cuerpo hacía mi padre - guerra quieres guerra tendrás, solo te digo una cosa, no vuelvas a llamar a Namjoon de esa manera -tomé un poco de aire, la ira me estaba consumiendo -  y la próxima vez que nos veamos será para que me pidas disculpas - camine sin mirar atrás, cerrando la puerta de un portazo, mi padre siguió insultando en voz alta, pero ya no le preste atención, estaba concentrado en una cosa, en evitar a toda costa que mi padre arruinara la vida de Nam, conmigo puede hacer lo que quiera, pero con él no.



Holaaaaa, he aquí otro capítulo, espero lo disfruten, muchas gracias por su apoyo.
PD: amo sus comentarios 💜

"El Pintor"  [NamJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora