"El Pintor" [NamJin]

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Bajamos del auto, mi madre le pidió al chofer que nos esperara, al parecer no nos tardaríamos mucho. Minutos después me encontraba sentado en el estudio del sastre Shun, debo de admitir que admiraba profundamente el trabajo de él, en su estudio había varios maniquís, con diferentes vestidos y otros con trajes muy bellos, mi madre los miraba con atención mientras conversaba con Shun.

- Sí, vi la idea que tienen, he de admitir que es una buena elección de atuendo para la ocasión - el sastre me miro y después regreso a mi madre - sencillo, pero se verá muy bien, buen ojo señora Kim.

- Sí, no lo elegí yo - mi madre dejo de ver el vestido en aquel maniquí y se dio la media vuelta mirando al sastre.

- Así que fue... - el joven no pudo terminar pues mi madre le indico que guardara silencio - bueno - cambio de tema como si nada, ahora mirándome - ven aquí Jinjin - señalo la tarima circular frente a un espejo.

- Hace años que no escuchaba ese apodo - admití mientras me subía a la tarima.

- Obvio, hace algunos años que no venias por aquí, espero que tu padre te haya llevado a un buen lugar a comprar tus trajes - se escuchaba un poco resentido por este hecho - aunque dudo que se te vieran tan genial o que mínimo tuvieran un poco de estilo a comparación de los míos claro - ahora había pasado a la arrogancia, pero divertía, sus manos se movían rápidamente por sobre un cuaderno, donde anotaba mis medida, después lo dejaba en la mesita que estaba al lado del espejo para que sus manos tomaran la cinta métrica para tomar otra de mis medidas - pero me alegra verte de nuevo aquí con tu madre - la mencionada y yo nos miramos por un momento, recordando por qué había regresado con ella.

- Sí, ahora Jin se quedará conmigo, ya no más con su padre - en el rostro de mi madre se formó una sonrisa triunfal.

- Genial, cuando pueda te lo robare para mis pasarelas - Shun me miro y me guiño un ojo - que, por cierto, te vi brillando en la publicidad de la empresa de tu madre.

- Gracias - no sabía que más contestar en estos casos.

- Jin ahora también forma parte de mi empresa, lo veras más seguido en nuestra publicidad - mi madre tomo uno de los vestidos y camino con el hasta el vestidor.

- Genial, será un honor trabajar contigo Jinjin - simplemente le respondí con una sonrisa. Baje de la tarima para que pudiera tomar mis medidas superiores, miraba como había crecido su estudio, el piso de terciopelo, vaya, ¿Cuánto costaría darle mantenimiento a eso?, sin darme cuenta la nostalgia llego a mis adentros, estar con mi madre, sin duda era lo mejor para mí.

- Me gusta, tenía pensado algo como esto - salí de mi mundo para ver a mi madre, quien tenia puesto un hermoso vestido de tul de seda negro - aunque le falta algo claro - Shun dejo de lado lo que estaba haciendo para ir al lado de mi madre.

- Dame un segundo - el joven miro a mi madre de pies a cabeza, al terminar se dio la media vuelta, comenzando a caminar hacia una puerta que estaba al fondo del estudio, cuando la abrió pude notar que estaba lleno de telas, poco después traía dos royos de esta en brazos - acérquese señora Kim - mi madre realizo lo indicado, el joven Shun comenzó a colocar una de las telas sobre el vestido, diciéndole a mi madre que le haría, ella prestaba atención e incluso agregaba ideas, era curioso ver esa dualidad en el joven Shun, tan varonil y galante, pero delicado y humilde.

Mientras ellos hablaban una notificación llego a mi móvil, lo saque de mi bolsillo y mire de quien se trataba, era Nam, antes de contestarle decidí cambiar el nombre de su contacto, lo cual llevaba esperando ya hace un tiempo desde que me di cuenta de mis sentimientos hacia él, una vez realizada la acción conteste su mensaje.