Estaba en mi habitación revisando por última vez el trabajo de física. No había cogido el móvil en toda la tarde ya que había estado bastante ocupada con los deberes, así que lo cogí y vi algo que me sorprendió bastante, de hecho, el corazón se me aceleró. Era un mensaje de Austin.
- Hey, ¿como éstas?
Lo releí unas cuantas veces, todavía en shock. Se tiraba todo el verano sin dirigirme palabra después de haberme dejado sin razón y ahora me hablaba. No tenía sentido.
- ¿Qué quieres?
- Quería saber como estabas, nada más, nena. ¿Ocurre algo?
Decidí no contestar a su mensaje y leer un poco mientras escuchaba música, pero cuando me iba a poner a ello el teléfono empezó a vibrar, Austin me estaba llamando.
- ¿Estás bien? - su voz. Su ronca voz.
- ¿Por qué me dejaste, Austin? - dije directamente.
Silencio.
- No quiero hablar de eso, Abbie. - cortó el silencio pero no dijo lo que yo quería escuchar.
- ¿Por qué te has decidido a hablarme ahora?
- Te he visto en los pasillos y, joder, estás preciosa, Abbie. - me quedé callada, intentando que no se me escapase ninguna lágrima. - Me he dado cuenta de que te echo de menos.
Silencio otra vez. Escuchaba su respiración intranquila al otro lado del teléfono, mientras yo estaba sin palabras. No me parecía bien que me dejase de repente y ahora resultase que me echaba de menos.
- ¿Abbie?
- Qué. - respondí seca
- Mañana quiero hablar contigo, en persona.
- ¿Y si yo no quiero?
- Joder, Abb, sólo un rato.
- ¿Algún día me dirás por qué me dejaste tirada?
- Puede que sí.
Y colgué. Eso era lo que quería escuchar. Mañana hablaría con él, intentaría reprimir las lágrimas al verle en persona, pero seré fuerte y lo haré hasta saber por que me hizo eso.
Flashback:
- Luego hablamos, nena. - me dijo mientras me daba un corto beso.
- ¿Adónde vas? - dije, sin dejar de sonreír.
- Tengo que hacer unas... Unas cosas. - Me pareció extraña su respuesta, ya que se la pensó antes de decírmelo. Me estaba mintiendo.
- Ah. - ya no tenía una sonrisa en mi cara.
A las 2 de la mañana Austin me llamó mientras dormía, lo cogí con desgana.
- ¡Nena!
- ¿Austin?
- Sí, preciosa, soy yo. - se escuchaban risas de fondo y una música muy alta. Austin siempre estaba de fiestas, y yo casi nunca iba con él ya que sólo bebían y hacían el idiota.
- ¿Estás borracho?
- Joder, Abb, cuánto me pones.
- ¿A qué viene eso? - estaba muy confusa, y no me hacía ninguna gracia que Austin dijese esas cosas delante de sus amigos.
- No me gusta que no me dejes acostarme contigo, Abbie. - se oyeron más risas y colgué. Otras veces me había llamado borracho, pero no me decía cosas como esa, sólo me decía que fuese con él a la fiesta.
A la mañana siguiente en el instituto, Austin, estaba distante y no me miraba apenas, ni siquiera me daba besos.
- Abb, ¿podemos hablar un momento en el baño? - asentí y caminé de la mano de Austin hacia el baño mientras el se rascaba la nuca, nervioso.
- ¿Y bien?
- Quiero cortar. - se me paralizó el corazón. Llevábamos 8 meses juntos. Me quedé congelada, no sabía como reaccionar.
- ¿Qué? - dije, atónita.
Me dio una sonrisa triste y se fue sin contestarme. Y así acabó todo.
Fin del flashback.
Acabé en mi cama, llorando mientras recordaba ese momento. A la mañana siguiente me desperté con los ojos hinchados. Me miré al espejo y realmente tenía cara de enferma. Me eché algo de maquillaje y me encontré con Cody en la entrada de mi casa.
- ¿Te has echado maquillaje? - asentí con la cabeza pesadamente. Cody se preocupó al instante y notó mi cara de enferma. - Abb, ¿Qué ha pasado?
- Mierda, ¿tanto se nota? Pues me he dejado el maquillaje en casa.
- ¿Austin? - asentí y reprimí una lágrima.
Cody me acercó a él y me abrazó suavemente, mientras yo apoyaba mi cabeza en su pecho y él me acariciaba el pelo. Nos separamos y le sonreí con agradecimiento.
Finalmente llegamos al instituto, nos acercamos a Ambar y Denisse, y de fondo vi a Austin mirándome. Pero aparté la mirada y me aferré al brazo de Cody, que me miró confuso, pero levantó la cabeza y me volvió a mirar con tristeza, supuse que había visto lo mismo que yo. En ese momento no iba a hablar con Austin, si eso luego. No estaba preparada. Caminé hacia mi clase junto a Ambar pero una voz ronca que reconocería en cualquier lado, me frenó y me dejó congelada.
- Abbie. - era él. Austin. Me quedé parada donde estaba, no me di la vuelta, pero él se puso en frente de mi. Me quedé mirando al suelo, no tenía valor de mirarle a la cara. - Abb, mírame.
Me agarró de la barbilla y alzó mi cabeza para que finalmente mi mirada se uniese con la suya. Me quedé mirando fijamente sus ojos negros, cosa que llevaba sin hacer desde que me dejó tirada en aquel baño. Y me perdí en ellos durante unos largos minutos. Sonó el timbre que indicaba el inicio de la primera hora y aparté mi mirada de nuevo. Austin suspiró y dejó de agarrarme suavemente la barbilla. Su tacto...
- En el almuerzo hablamos, ¿vale? - asentí sin siquiera mirarle y entré rápidamente en clase, sintiendo la mirada confusa y sorprendida de Ambar en mi cara desencajada.
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LO SIENTO POR NO SUBIR :(
He terminado los exámenes, pero he dedicado todo mi tiempo libre a la vida social xd
Aquí tenéis otro capítulo, es bastante aburrido ya que no tengo mucha inspiración, lo siento.
¡Gracias otra vez por leer!
-Ali
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Just Stay ✧ Luke Hemmings || TERMINADA
FanfictionLas personas se enamoran poco a poco, dañándose a sí mismas sin darse cuenta. Y cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde como para evitarlo. El amor es inevitable, y por eso Abbie no pudo evitar enamorarse de él. ❝Sólo... Quédate.❞