- ¿Qué te crees que haces aquí? - dije con odio.
Austin permanecía ante mí a un par de metros de distancia, inmóvil. No me quería acercar pero tenía la necesidad de entrar en mi casa para poder dormir.
- Te quiero. - dijo, aún sin moverse.
Sentí que algo se me rompía por dentro y por un momento quise creerle, pero no podía, ya no. Aparté a un lado el dolor que me producían esas dos palabras dirigidas a mí saliendo de la boca de Austin y me dispuse a contestarle de mala gana, sin creerme sus mentiras.
- Déjate de gilipolleces, vete a casa y déjame en paz de una vez. ¿No ves que no me creo tus mentiras? ¿Cuando vas a dejarme ir? Antes parecías no quererme, ¿no crees? - grité, probablemente despertando a todo el vecindario.
- Pero Abbie... - le interrumpí.
- Luego voy a llamar a Lux y voy a agradecerle que se acostara contigo, gracias a ella no voy a volver a caer en tus redes y no me vas a volver a engañar. Puedes hacer lo que te de la puta gana, pero a mí no vuelvas.
Y dicho eso, caminé rápidamente hacia la puerta sintiendo a Austin detrás mío. Agarró muñeca mientras sacaba las llaves de mi bolso pero evité su contacto de un tirón.
- No me toques. - susurré, con tristeza y odio al mismo tiempo, y apartó su mano rápidamente, con un rostro bastante triste.
Pero en un movimiento rápido me agarró de la cintura haciéndome girar para quedar frente a él y tiró de mi hasta que nuestros cuerpos se pegaron y nuestros rostros quedaron a centímetros el uno del otro. Miré a sus ojos negros que miraban mis labios con deseo, Austin se acercaba cada vez más y nuestros labios estaban a punto de rozarse pero de pronto las imágenes de Austin agarrando a Lux por la cintura me aclararon la mente y me aparté y corrí hacia la puerta metiendo las llaves en la cerradura.
- Lo siento muchísimo, yo... - en ese momento conseguí abrir la puerta a punto de derramar la primera lágrima y cerré la puerta dejando a Austin con la palabra en la boca.
Apoyé la espalda contra la puerta y me deslicé en ella hasta sentarme en el suelo y dejé que todas las lágrimas que no quise soltar frente a Austin salieran sin poder frenarlas. Sollocé mientras enterraba mis manos en mi pelo y escondía mi cara entre mis rodillas, con una presión en el pecho que no me dejaba respirar con tranquilidad, y aún con el sentimiento de tener algo roto por dentro.
«el amor es como una costilla rota.
no se ve pero duele cuando respiras.»- Abbie... - empezó a decir, pero le interrumpí con un grito bastante alto.
- ¡Vete! - grité, y volví a estallar en lágrimas.
Oí como al otro lado de la puerta Austin suspiraba en alto mientras maldecía y sus pasos alejándose de mi puerta. Conseguí ponerme en pie, agarré mi bolso del suelo y subí las escaleras para después meterme en la cama sin siquiera quitarme la ropa con la que estuve en el cine. Estaba tan bien... Pero tuvo que estropearlo él presentándose en mi casa y echando la gota que colmó el vaso, y esa gota hizo que yo explotase y soltara todo lo que no había soltado desde que Austin me dejó, o más bien, engañó. Al volver a pensar en ello empecé a llorar de nuevo y me quedé dormida sin siquiera darme cuenta.
No podía olvidar a Austin por mucho que quisiera mostrarlo. Pero seguiría intentándolo hasta conseguirlo, no me iba a rendir. Austin me hacía mucho daño y no podía aguantarlo más.
✖✖✖✖✖✖
Un triste domingo empezaba con un bonito amanecer que pude ver ya que me desperté a las 5 de la mañana y no pude volver a dormir. Me duché sin siquiera tener el ánimo para poner música, desayuné sola y volví a subir a mi habitación para no hacer absolutamente nada en todo el día.
Cogí el móvil ya que no lo había mirado desde que entré en el cine el día anterior, y probablemente tendría muchos mensajes. Todos eran de mis amigos, y no eran interesantes así que ni siquiera contesté. Pero había dos que si que me merecían ser leídos con más atención.
Luke
últ. vez a las 8:09.Hey 22:17
Abbie, sigues en el cine? 23:39
Cuando puedas contesta,
me estás preocupando. 00:10Mierda. Yo también necesitaba hablar con él, al menos para que me hiciese sonreír un poco, pero ni siquiera me acordé de la existencia del móvil.
Le contesté con un 'Buenos días' y me metí en la siguiente conversación interesante. Era de un número desconocido.
Hola Abbie, soy Lux. Le he pedido a Michael tu número, nunca le dirijo la palabra así que puedes pensar que he hecho un bonito gesto por ti.
Sonreí olvidándome de Austin y agregué su teléfono a mis contactos. Pensé que quizás podría quedar con Lux a solas y así conocerla y que me contase algo sobre Sydney, su instituto, Luke y sus amigos y sobretodo, de Clare. Era una buena idea para averiguar todo lo que pasó con más detalle y así saber más cosas sobre ello cuando Luke necesitara ayuda.
Hey, ¿quedamos para conocernos un poco más y hablar sobre algunas cosas?
A los pocos minutos me llegó la respuesta de Lux y sonreí.
Claro, Michael y yo vamos a Newcastle, él se va a hacer cosas de machos con Luke y tú y yo hacemos lo que quieras. Dice que quedamos en la plaza de siempre, díselo a Luke.
Le respondí con un vale y marqué el número de Luke para informarle sobre el plan, y después de un par de pitidos contestó.
- ¿Abbie? ¿Estás bien? - respondió rápidamente y sonreí debido a su preocupación por mí.
- Sí, tranquilo, es que no cogí el móvil en toda la noche, no te preocupes. - mentí.
- Te noto apagada, ¿seguro que estás bien? - tragué con dificultad para deshacer un nudo en mi garganta que se provocaba al mentir a Luke.
- Sí, estoy bien. - volví a mentir.
- Vale... Bueno, ¿por qué llamabas? - sonreí.
- Ayer conocí a Lux, ya te contaré después sobre eso, y como bien sabes, es la hermana de Michael, quiero quedar con ella y van a venir los dos a Newcastle. Hemos quedado en la plaza de siempre, nosotras nos iremos a dar una vuelta y vosotros podéis jugar al fifa o algo de eso. - reí.
- Bien, pues nos vemos allí. Hasta luego, Ab. - le sentí frío y cortante tras contarle el plan, y mi sonrisa desapareció.
- Adiós... Luke.
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Just Stay ✧ Luke Hemmings || TERMINADA
Hayran KurguLas personas se enamoran poco a poco, dañándose a sí mismas sin darse cuenta. Y cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde como para evitarlo. El amor es inevitable, y por eso Abbie no pudo evitar enamorarse de él. ❝Sólo... Quédate.❞