Just Stay ✧ Luke Hemmings || TERMINADA

Capítulo 25 - Escasas horas.

Quedaban escasas horas para el primer concierto de Luke y su grupo. Esta vez yo le acompañaba a él a su casa, con mi bolsa con la ropa para esa noche, pijama y más ropa para la mañana siguiente, mientras que Luke andaba nervioso y se mordía las uñas, algo que no había dejado de hacer desde que había empezado el día.

La madre de Michael le dijo que claro que podíamos quedarnos todos a dormir, y yo no necesitaba pedir permiso a mis padres, ya que éstos volverían el lunes, y era viernes. De nuevo, Liz nos esperaba en su casa para llevarnos a Sidney, y cuando llegamos subimos a la habitación de Luke, ya que aún no había preparado la bolsa.

Luke subió los escalones de dos en dos, con demasiada prisa. Una vez que ya estábamos en su habitación, abrió el armario de par en par y empezó a remover toda la ropa, dejando todo completamente desordenado. Agarré sus brazos ante sus ojos demasiado abiertos ante mi acción e hice que dejase de armar todo ese desastre. Abrí el primer cajón encontrando un montón de camisetas y saqué una blanca sencilla, sin ningún dibujo. Después busqué unos pantalones negros con los rotos que tanto le gustaban a Luke, y los dejé al lado de la camiseta sobre su cama.

- Eso te lo pondrás mañana por la mañana para volver a casa. - dije, señalando el conjunto, y Luke asintió con la cabeza sin decir palabra.

Volví a ponerme frente al armario y miré todas las camisas que tenía, hasta escoger una de cuadros blancos y azul oscuro y claro. Volví a la parte de los pantalones y opté por unos como los anteriores pero sin los rotos en las rodillas, aunque igual de ajustados. Lo dejé al lado del otro conjunto y miré a Luke que observaba con los ojos bien abiertos.

- No sabía de la existencia de esa camisa. - dijo, indicando la prenda con su largo dedo.

- Pues te lo vas a poner esta noche. Y... - me di la vuelta de nuevo y busqué sus vans totalmente negras que tanto me gustaban. - Te pondrás estas porque son mis favoritas.

Sonreí y las dejé en el suelo, miré a Luke que también sonreía y me abrazó tan fuerte que pensé que me rompería en cachitos. Los abrazos de Luke eran como sentirse en una nube.

Se separó del abrazo y me sonrió por última vez antes de empezar a buscar una bolsa o maleta para meter su ropa y demás. Ya hecha la bolsa, se la puso en el hombro y se dirigió hacia la puerta, de nuevo mordiéndose las uñas. Suspiré y me paré.

- Luke. - le llamé y paró en seco en la puerta. Se dio la vuelta y me miró fijamente.

- ¿Sí? - respondió, con los ojos muy abiertos y brillantes.

Me acerqué a él hasta estar justo en frente de su enorme cuerpo y agarré sus grandes hombros con mis pequeñas manos. Sus ojos hacían contacto con los míos y nuestros azules se juntaban formando un perfecto color cielo.

- Tranquilízate. Esta noche va a ser increíble, os va a salir genial y todo va a ir bien. Pero sólo si estás tranquilo y si crees en ti mismo. ¿Está bien? Y recuerda lo que te dije, estaré entre toda esa gente y siempre puedes centrarte sólo en tus amigos y en mi.

La sonrisa de Luke afloró tras su rostro preocupado y nervioso, y sus ojos brillaron aún más que antes. Cogió mis manos que seguían sobre sus hombros y las dio un ligero apretón antes de soltar una de ellas y bajar por las escaleras unidos por nuestras manos entrelazadas.

Liz nos esperaba en la puerta y mis mejillas se calentaron al saber que vería nuestras manos entrelazadas, pero simplemente no podía ser yo la que le soltase, no podía dejarle ir. Tener su mano agarrada a la mía era una sensación indescriptible, una sensación que deseaba tener cada día.

Luke me miró a los ojos mientras sonreía y me dio un pequeño apretón en la mano antes de darse la vuelta de nuevo y terminar de bajar las escaleras. Liz simplemente sonrió, y no supe si había visto nuestras manos o no, pero en cuanto salimos por la puerta y llegamos al coche, Luke, me apretó aún más la mano y se quedó parado ante él. Le miré de nuevo y llevé mi mano desocupada a su mejilla, para acariciarle con cariño y calmarle. Sonrió y abrió la puerta para dejarme pasar.

Su mano se despegó de la mía, se metió en el coche por la puerta de la izquierda y después de cerrarla, ya sentado, me volvió a dar la mano, como si fuese el apoyo que necesitaba para no pasarlo tan mal en el trayecto hacia Sídney. Moví mi pulgar acariciando el torso de su mano, y le pidió a su madre que pusiera el disco de Green Day. La música empezó a sonar y su pierna dejó de moverse con nerviosismo, al igual que su mano sobre la mía dejó de estar tensa.

Nada más llegar a la casa de Michael, nod bajamos los tres del coche y Luke y yo cogimos nuestras bolsas con la ropa que íbamos a necesitar. Liz entró con nosotros en la casa para saludar a la madre de Michael y tomar algo con ella. Karen, que así se llamaba su madre, nos saludó y nos indicó que todos los chicos estaban arriba en la habitación de Michael, cómo no, jugando a la play.

Subimos los escalones hasta llegar a la habitación del chico de pelo de colores y nos encontramos con Michael y Calum sentados jugando entretenidamente al FIFA, mientras que Ashton estaba tirado en la cama boca arriba escribiendo en su móvil. Típico.

- ¡Ya estáis aquí! - gritó Michael alegremente, y los otros dos dirigieron su mirada hacia nosotros para después sonreír.

Luke dejó la bolsa al lado de la cama y repetí su acción, estaba realmente perdida, no era mi casa y mucho menos había ido antes. Luke se sentó en el suelo al lado de Mike y le quitó el mando de las manos, apoderándose de él sin permiso para empezar un partido con Calum. Yo aún seguía de pie en la habitación, observando lo que hacía cada uno, sin atreverme a sentarme sin permiso y sin saber qué hacer.

- Ab, me ha dicho mi hermana que cuando llegaras te avisase de que ella estará en su habitación todo el tiempo. - dijo Michael, y en ese momento me acordé de que Lux era su hermana, y una sonrisa enorme apareció en mi cara. Ya no tendría que convivir con 4 hombres una noche.

Le sonreí en vez de darle las gracias y salí corriendo de la habitación, buscando la de Lux. Abrí una puerta con una gran L de color negro en ella, y vi a mi amiga acostada en su cama con los cascos puestos, rodeada de un montón de pósters de diferentes grupos de música puestos sobre las paredes totalmente negras. Subió su mirada centrada en su teléfono y me miró para después sonreír.

Se levantó de la cama y se quitó los cascos de las orejas, abrió sus brazos y me rodeó con ellos formando un abrazo. Mis ojos se abrieron de par en par, ¿Lux dando un abrazo? Eso era muy raro en ella.

- ¿Vas a ir a la fiesta esta noche? - pregunté, tras separarnos del abrazo.

- Claro, pero no por ver a mi hermano, estoy buscando a otro macizorro, ya que me llevé el chasco de que Austin es un capullo.

Reí y me di cuenta de que echaba de menos su carácter. Se acercó al armario rápidamente y lo abrió de par en par, dramáticamente.

- ¿Vestido rojo o negro? - me preguntó con un vestido en cada mano.

No quedaba nada para la fiesta y para el gran momento de Luke.