El lunes amanecía bastante soleado, parecía que sería un buen día. Mis padres estaban en casa y me despertaron para desayunar juntos. Claramente no les informé sobre el fin de semana que pasé en Sydney, me castigarían de por vida ya que no les había avisado, fui a otra ciudad con alguien que no conocían, y sin su permiso.
Después de haberme levantado la mañana anterior abrazada a Luke, sentía que le echaba demasiado de menos, tenía la necesidad de estar entre sus brazos y oír su respiración tranquila junto a los latidos de su corazón. Le daba vueltas a mi café mientras apoyaba mi cabeza sobre mi mano y mantenía mis pensamientos en Luke. No podía pensar en otra cosa más que en sus ojos, su pelo alborotado y sus labios.
Mi madre chasqueó los dedos colocándose en frente de mi para sacarme de mi trance. Pegué un brinco, sobresaltada, y suspiré antes de empezar a beberme el café.
- ¿Qué tal el fin de semana, cariño? - me tensé ante su pregunta pero sonreí falsamente, disimulando.
- Bien, me he pasado el día estudiando y viendo películas. - volví a sonreír aún más falsamente y ella sonrió de vuelta.
- Ah, eso está bien... Es que no nos informas de nada. - tenía razón, nunca les llamaba ni les ponía mensajes, pero ellos a mi tampoco.
La relación que tenía con mis padres era buena, pero nunca estaban en casa y eso hacía que estuviéramos muy distantes. Si ellos no llamaban yo tampoco me acordaba de hacerlo, siempre estaba estudiando, haciendo algo con mis amigos, o con Luke. Estaba ocupada, y supongo que ellos también. Pero a mi no me afectaba que ellos estuvieran siempre fuera, tenía total libertad la mayoría de las veces, y esa libertad no afectaba a mis estudios, así que todo iba bien tal y como estaba.
- Sí, lo siento, os informaré más a menudo. - sonreí de nuevo y tras terminarme el café subí a por mi mochila y bajé para ir directa al instituto.
Cody estaba en la puerta de mi casa, como siempre. Ambos nos despedimos de mis padres y emprendimos nuestro camino diario. Cody me contó que su finde había sido muy aburrido, el único plan que se presentó fue ir de compras y el prefirió quedarse en casa. Típico.
- ¿Y tú? ¿Qué tal en Sydney? ¿En serio dormiste con cuatro tíos? - preguntó, y reí ante la última pregunta.
Le conté todo lo ocurrido en la fiesta, y también que Luke y yo nos dormimos abrazados. Cody tuvo diferentes reacciones ante la historia de mi fin de semana, pero finalmente su reacción fue buena.
- Bueno, tienes que creerle, si quieres tener una relación estable con él algún día, la confianza es lo más importante. Si él te dice que la chica se le lanzó tienes que creerle. Y si te pide tiempo, si tanto le quieres, podrás aguantar todo el tiempo que necesite.
- Lo sé, pero es que esperar tanto cansa. Estoy cansada de esperar. Le entiendo, tiene que superarlo, pero...
- No hay "peros", Abbie. Si crees que merece la pena esperar, espera. Pero si crees que no merece la pena, olvídale.
Estuve el día entero pensando en lo que Cody me había dicho. Veía a Luke por los pasillos y en el almuerzo, y me quedaba observándole detenidamente, planteándome si debía esperar por él o no. Y caí en la cuenta de que Luke me pedía ese tiempo para hacer lo mismo que estaba haciendo yo en esos momentos; comprobar si realmente merecía la pena volver a arriesgarse a salir dañado de nuevo. Por eso pasaba tanto tiempo conmigo, me probaba, se planteaba si estaba seguro de volver a intentarlo o no sabiendo el peligro que corría por ello.
Y decidí que esperaría por él, hasta que estuviera listo. Y también decidí darme las esperanzas de que acabaría eligiendo arriesgarse a intentarlo conmigo. Sólo debía ir poco a poco dejándole claro que yo no me iría al igual que Clare, que no haría lo mismo que ella y que no le haría daño. Nunca le haría daño, era mi vida, era lo más cercano que tenía y no iba a deshacerme de él por nada del mundo. Le quería demasiado, tanto que dolía.
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Just Stay ✧ Luke Hemmings || TERMINADA
FanficLas personas se enamoran poco a poco, dañándose a sí mismas sin darse cuenta. Y cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde como para evitarlo. El amor es inevitable, y por eso Abbie no pudo evitar enamorarse de él. ❝Sólo... Quédate.❞