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[Narradora]

Ya estaban preparados para salir a jugar, los dos mellizos estaban sumamente nerviosos, no se diga la pequeña que aún no sabía porque, en el nombre de Merlin, el profesor Snape le había comprado una Nimbus 2000.

Pero bueno, ya no era hora de pensar en eso, era hora de jugar en contra de su hermano. Eso no era mejor pero era una obligación.

-¿Asustada, Avery? -preguntó Katy, la única mujer en el equipo aparte de la pelinegra.

-Algo -respondió la pequeña, se sentía como si fuera a vomitar en cualquier momento.

-Es normal, todos aquí los sentimos alguna vez -ambas chicas miraron alrededor del pequeño lugar.

Se encontraban en un carpa, la carpa de Slytherin, al otro lado se encontraban las gradas con todas las casas y profesores que estaban en Hogwarts.

-Algunos como yo sufrimos pequeñas lesiones, -habló el chico Pucey atrás de la menor, que le puso una mueca de miedo- Si, en mi primer partido me caí de mi escoba y no desperté hasta después de dos semanas -comentó al no notar la cara de Avery.

-Adrián, no la asustes -dijó Katy- Está jugando -rodó los ojos.

-Si, en realidad desperté tres semanas después -se rió por lo bajo.

-¡O te callas o-! -no pudo terminar la frase ya que la carpa que los separaba de la cancha se empezó a subir.

Marcus, el capitán del equipo, iba hasta delante en el grupo, seguido por Potter y Anderson, Katy Anderson. Ella era golpeadora. Apenas se abrió completa dejó ver y escuchar a todos los alumnos gritar de emoción, la luz le pegó en los ojos a la pequeña, cegandola por unos segundos.

El equipo se empezó a subir a las escobas para luego salir a volar alrededor de toda la cancha y gradas del lugar. En lo que se reunían capitán con capitán con la profesora Hooch todos los demás integrantes volaron más arriba que ellos.

-Hola y bienvenidos al primer juego de la temporada -empezó a hablar por el megáfono el chico Lee Jordan, amigo de los dos gemelos Weasley- El día de hoy, ¡Slytherin contra Gryffindor!

Los alumnos de ambas casas empezaron a gritar aún más fuerte, el semi-gigante, Hagrid, estaba en la torre de gradas de Gryffindor apoyándolos.

Los dos mellizos Potter se encontraban cada uno en una punta de la cancha. Ellos se echaban miradas de competencia como broma, mientras que los demás esperaban que la profesora Hooch, que le tocaría como árbitro, le diera inicio al partido.

-¡Los jugadores a sus posiciones! -anunció Lee- Y madame Hooch entra a campo para comenzar el juego.

-¡Quiero que sea un juego decente! -exigió Hooch mirando para arriba donde estaban los dos equipos con sus escobas- Va para todos.

En eso abrió el mismo baúl pequeño del otro día, salieron las dos Bludgers y la Snitch Dorada volando.

-Y ahí van las Bludger, seguidas por la Snitch Dorada, recuerden que la Snitch vale 150 puntos, el buscador que atrape la Snitch termina el juego.

Para eso la pequeña bola dorada ya había estado dando vueltas alrededor de los dos buscadores llamando su atención. Madame Hooch agarró la Quaffle y la lanzo hacia arriba.

-La Quaffle está en el aire... ¡Y comienza el juego! -anunció Lee Jordan por la bocina.

Al cabo de unos segundos Gryffindor ya tenía sus primeros 10 puntos por anotar gol.

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