[Avery Potter]Slytherin perdió.
Y Harry no tiene huesos en su brazo derecho.
—¡Señor Malfoy, basta de dramas! ¡Váyase! —le gritó madame Pomfrey a Malfoy, que se estaba quejando en una camilla en la enfermería por unos golpes que se dió en el partido— ¡Quitense, quitense! —nos gritó a los que estábamos al rededor de la camilla de Harry— Debieron traermelo enseguida. ¡Compongo huesos en segundos pero hacerlos aparecer..!
—Usted podrá, ¿Verdad? —pregunté.
—JA, por supuesto que sí. Pero va a dolerle —miró a Harry, mientras servía algún antídoto en un vaso— Prepárate, Potter —le pasó el vaso— Hacerlos aparecer es una ardua labor.
Harry tomó les vaso y así como el líquido entró a su boca, salió.
Esa noche, Harry se quedó en la enfermería esperando a que sus huesos aparecieran de nuevo.
Yo estaba dando muchas vueltas en la cama, y no era bueno, siempre que eso me pasaba no podía dormir en todo la noche.
Finalmente, me rendí. Me levanté de mi cama y bajé a la sala común por puro aburrimiento.
Me senté frente a la ventana con vista al Lago Negro. En el día apenas se ven un poco las criaturas que viven ahí abajo, ahora en la noche todo lo que se ve es un negro completamente liso (donde pequeñitas burbujas suben a la superficie), mi reflejo en el vidrio es lo único que se puede apreciar.
Perdí la cuenta de cuanto tiempo estuve ahí, me perdí en el fondo negro que tenía enfrente.
—¿No se supone que deberías estar arriba, durmiendo? —alguien habló atrás de mí.
El brinco que pegué hubiera hecho que me cayera de mi cama, si estuviera ahí.
Me volteé, aún con el corazón en la garganta y ví a Luke, sentado en uno de los sillones.
Maldito.
Le puse mala cara por el susto que me dió.
—Se supone que tú también —volví mi vista a la ventana.
Él no respondió más, pero sentí que se sentaba a mi lado después de unos segundos.
—Se ve tan pacífico —habló.
Asentí.
Jamás hemos hablado solos, siempre ha sido en compañía de alguien más, por lo general de Maddie o Malfoy. Pero nunca solos.
—Si —fue lo único que dije.
—Vengo cuando no puedo dormir —volvió a hablar— Supongo que hoy te pasa lo mismo.
Lo miré.
—¿Pesadillas? —pregunté, en vez de responder a lo que dijo.
Pero él negó con la cabeza y fijó su mirada en la ventana, se veía tan diferente, se veía como decaído.
—Luke, ¿Te sientes bien? —pregunté directamente.
Nuevamente, él negó con la cabeza, con su mirada aún fija en la ventana.
—¿Quieres contarme? —ofrecí, volviendo a mirar al frente para no parecer tan intensa.
—No, —respondió después de dudar unos minutos— creo que aún no llegamos a ese nivel de amistad —intentó bromear.
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Otra Versión De La Historia.
FanfictionMentiras. Secretos. Amor... En un mundo oculto de muggles y donde el bien y el mal se hace presente, ¿Cómo se elige un bando cuando hay amigos de ambos lados? ¿Cómo se puede saber quién eres y en quién confiar sin saber quienes son tu familia en re...