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[Avery Potter]

—Malfoy, te voy a preguntar algo una sola vez y quiero que me respondas con la verdad —hablé cuando cerró la puerta.

—Bien —asintió.

—¿Eres el heredero de Slytherin? —puse una mueca.

Él se quedó callado un momento antes de responder.

—No —dijo simplemente— No soy el heredero.

—¿No me mentirias, cierto? —suavicé mi mirada.

—No, Potter, de verdad, no soy el heredero. Si lo fuera te lo diría —sonrió de lado y alzando una ceja.

Por fin, pude respirar desde la conversación con el trío.

Suspiré, me acerqué a un sillón que estaba a un metro de donde estaba parada y me dejé caer de espaldas en él.

Que alivio de siente.

Absolutamente.

Malfoy se comenzó a reír ampliamente.

—¿Tanto te tenía angustiada lo que diría, Potter? —se calmó.

—Si —admití, sentandome en el sillón.

Miré a mi alrededor, analizando cada cosa a mi vista. La habitación luce como la de nosotras, solo que en vez de tres camas habían solos dos, y éstas eran una litera.

Y sin duda es más ordenada que la de nosotras, tiene todo perfectamente organizado en sus dichosos lugares. Era amplio, claro, debía serlo como para que tuvieran un sillón aquí.

—¿Te gusta? —preguntó— Si, mi padre habló con Dumbledore para que tuviéramos una habitación solo nosotros —dijo presumiendo.

Entrecerré mis ojos, devolviendo mi mirada hacia él.

—¿Estás listo para el partido? —pregunté, cambiando de tema.

—Pff, nací listo, Potter, como si no lo supieras.

—Bueno, el otro día conseguí más veces la Snitch que tú —sonreí orgullosa.

—Si, en el entrenamiento. Mañana yo voy a ser la estrella —sonrió egocentricamente, que borró al recordar algo— O más vale que lo sea, mi padre vendrá a verme.

—No te estreses, lo harás bien —sonreí sincera y me levanté del sillón— Pero sigo siendo mejor que tú —salí de la habitación antes de que pudiera decir algo más.

Dejar a los demás con la palabra en la boca es tu pasión.

[...]

Hoy hacía un tiempo genial para partido de Quidditch. Antes de éste, fue el desayuno.

—¿Estás nervioso? —pregunté a Malfoy, sentandome en el sitio contrario a él, para no levantar sospechas.

—No, voy en contra de tu hermano. Claramente soy mejor que él —alardeó.

Oh, por Merlín. ¿Cómo terminamos siendo amigas de éste egocéntrico?

Me pregunto eso cada vez que hablo con él.

Me acordé que Harry igual jugaría así que fuí a la mesa de Gryffindor para ver como estaba antes del partido.

—Hola, chicos —me senté a un lado Hermione.

—Hola, Avery —los tres me miraron de una forma que no supe cómo interpretar.

Interrumpí algo.

—¿Estás listo para jugar, Harry? —pregunté, ignorando la situación.

—Si —sonrió un poco— Lo siento, Ave, pero acordamos ir a la biblioteca antes del partido —se levantaron los tres.

—Tal vez te veamos después del partido —dijo Ron.

—Claro, —asentí— no hay problema.

—Adiós —dijo Hermione.

Auch.

—No te apures —hablaron a mi lado.

Los gemelos.

—Si, están así desde ayer después de clases —dijo uno de ellos.

—¿Qué se traen? —pregunté con curiosidad.

—Nadie lo sabe —sonrieron misteriosos.

Lo que me hizo soltar una sonrisa.

—¿Están listos para el partido? —pregunté.

—Por supuesto, estamos emocionados por lanzar las bludgers a Malfoy —se miraron entre ellos con una amplia sonrisa.

—Aquí entre nos, me encantaría ver a Malfoy esquivando —murmuré divertida.

—Tú lo habrías echo sin problema —dijo Fred.

—Pero se te ocurrió dejar el equipo —añadió George.

—No lo dejé, —me defendí— solamente que no creo tener tiempo para todo. Además, si, soy buena en Quidditch, pero, sinceramente, no creo que sea lo mío.

—¿Qué no es lo tuyo? —fruncieron el entrecejo.

—El año pasado casi nos ganas en el primer partido de la temporada... —habló George.

—...de no ser por la escoba loca —terminó Fred.

—Lo sé, a lo que me refiero es que el año pasado estuve en el equipo porque McGonagall ya había hablado con Snape sobre que me uniera. No podía decir que no, ya me habían comprometido —puse los ojos en blanco.

—Entendemos.

—Solo decimos que eres mejor en tu puesto que Malfoy.

—Eso ya lo sé —sonreí con superioridad.

Merlín, Malfoy te está afectando.

[...]

La hora del partido llegó y estaba hablando con Katy sobre eso y porque decidió quedar como suplente. Katy me dió la razón ya que ella misma tuvo esa idea cuando recién entró en el equipo.

—Avery, ¿Estás segura que dejar a Malfoy como buscador fue lo mejor? —preguntó Adrián en un susurro para que el susodicho no escuchara— No me malinterpretes, las escobas nuevas son lo máximo, pero hemos estado viendolo y no es nada como tú.

Sonreí sin poder evitarlo.

—Él lo hará bien, estoy segura —dije divertida.

Más le vale o sino lo mato.

—Pues eso espero —habló Katy— Marcus está con los pelos de punta por ganarle a Wood —miró por sobre su hombro al capitán.

Estaba caminando de un lado a otro tirando a la basura toda la seguridad que se le veía día a día.

—Suerte —murmuré y me apresuré a la entrada de la carpa de Slytherin para ir a las gradas con los demás. Pero no pude llegar.

—¿Ya te vas? —preguntó Malfoy, saliendo de la nada.

—Merlín, Malfoy —me agarré el pecho del susto— Si, ¿Por qué?

—Creí que me desearías suerte —frunció el entrecejo, indignado.

—No creí que lo necesitaras, eres el gran Draco Malfoy —bromeé.

A él no le dió mucha gracia. Estaba de los nervios.

—Bien, suerte —le dije.

—No, ya no sirve. Debe ser genuino —me reprochó.

¿Es en serio?

—Eres increíble —ironicé.

—Me lo dicen seguido —alardeó.

Draco Bipolar Malfoy.

Otra Versión De La Historia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora