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[Narradora]

[Casa de los Dursley]

Entraron Petunia y Dudley a la casa después del "incidente" en el zoológico, el niño cubierto con una manta.

Vernon metió empujando a Avery y Harry a la casa muy enfadado, (sin pruebas) él ya los estaba culpando de lo sucedido.

—¡¿Qué pasó?! —preguntó, jalando del cabello a Harry y Avery.

—¡Que no lo sé! —respondió el niño.

—¡La serpiente salió sola de la jaula! —soltandose del agarre de su tío, Avery se metió a la alacena donde dormían, seguido de Harry.

—¡Fue magia! —gritó, una vez dentro Harry.

El tío les cerró la puerta y les habló por un orificio.

—¡Comprendan que no existe la magia! —gritó, enojado.

Los mellizos se miraron aún pensando si en serio habían hecho eso ellos mismos, ellos querían pensar que no, ya que su volvía a pasar algo como eso sus tíos los podrían dejar sin comer un mes completo.

—¿Harry?

—¿Si? —él estaba acostado sin cobijarse con la mente perdida en sus pensamientos.

—¿Crees que fuimos de verdad nosotros? —preguntó.

—No lo sé —se sentó para tener mejor vista de su hermana.

—¿Incluso, como pudimos hablar con la serpiente?

—No lo puedo explicar.

El niño le hizo una seña de que se acostara a dormir, era tarde seguro sus tíos ya dormían y ellos aún estaban despiertos, si el tío Vernon los veía, no sabían que podría hacerles.

[...]

Al día siguiente, por la mañana Dudley estaba posando para una foto con el uniforme de la nueva escuela a la que asistiría, éste era todo rojo, con corbata, saco, zapatos finos, y un sombrero color paja, con un liston rojo.

—Vernon, es increíble, no puedo creer que en una semana estará en su nueva escuela de gran prestigió —la tía Petunia lo miraba con tanta emoción.

Los mellizos se miraron y luego voltearon a su primo con una mirada de desagrado.

—El mejor momento de mi vida —celebró Vernon.

—¿Nosotros vamos a usar eso? —Avery preguntó, espantada.

Los tíos los miraron sorprendidos y confundidos.

—¿Qué? —la tía Petunia no podía evitar sonar grosera— ¿Ir con él? —se empezó a reír a carcajadas, junto a Vernon y su hijo respondiendo su pregunta— ¡Eso es absurdo! –dijo mientras se recuperaba de esa risa llendo a la cocina— Ustedes irán a la escuela del estado donde pertenecen —se acercó a la estufa con una cubeta con agua hirviendo y dentro movía unas prendas de ropa con las pinzas— Esto es lo que usarán cuando termine de teñirlo —sacó una prenda y Avery no pudo evitar hacer una mueca de asco.

—¡Pero Dudley usó ese uniforme, nos queda como piel de elefante! —refuñó a su tía, quien lo estaba mirando molesta por su insolencia.

—Así te quedará bien —murmuró furiosa, miro a otro lado y se volvió a Avery— ¡Ve por el correo!

Avery salió sin decir una palabra cruzando la puerta de la cocina seguida de Harry, vieron los tres sobres que se encontraban junto a la puerta revisando lo que eran.

Miraron las dos primeras y al último vieron que era una carta un poco rara, un tono amarillento leve, leyeron lo que decía y se sorprendieron.

Mr. Harry Potter and miss. Avery Potter 
The cupboard unda the Stairs.
4, Privet Drive.
Little Whinging.
SURREY

—¿Quién nos mandaría correo? —Harry preguntó, curioso.

—No tengo idea, pero mejor hay que llevar esto —refiriendo a las cartas y Harry asintió.

Se dirigieron a la cocina y entregaron sus cartas a Vernon mientras que ellos se quedaron con su carta, mirando con atención el sello rojo con un escudo que nunca habían visto, en el habían cuatro animales; un león, una serpiente, un tejón y un águila, cada uno en una esquina diferente y en medio una gran H.

Su fastidioso primo se dió cuenta de que ellos tenían un sobre y se acercó sigilosamente atrás de Harry y se la arrebató gritando.

—¡Ellos tienen una carta, papá! —gritó, corriendo por la cocina para evitar que sus primos lo alcanzarán.

—¡Devuelmela! —gritó Harry.

—¡Es nuestra! —completó Avery.

—¿Suya? —se burló el tío Vernon— No sean ridículos —miró el destinatario en la parte de atrás del sobre.

La volteó para verla a medio abrir, vió el mismo escudo que los hermanos y empezó a temblar, miró a Petunia quien estaba igual o hasta peor.

Dudley, quien estaba atrás de la silla de su padre, veía por encima de su hombro la carta, al notar la expresión de sus padres hizo una igual pero por confusión.

Los Potter en cambio, con ver su expresión pensaron en miles de cosas que le podría hacer a la carta el tío Vernon, sin duda alguna, en sus intenciones no estaba devolverla a los niños.

Otra Versión De La Historia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora