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[Draco Malfoy]

Han pasado muchas cosas aquí y yo no soy capaz de comprender como el recuerdo de Tom Riddle es el heredero de Slytherin.

Y como Potter salvó a esa traidora de sangre de la cámara de los secretos, siempre el héroe. Bla, bla, bla.

Entre tanto, las pociones para despetrificar a los que estaban en la enfermería ya estaba lista, y Avery, y todos los demás ya podrían despertar.

Justo ahora en fin del ciclo escolar.

—¿Saben cuándo sale? ¿Saben? —preguntó Maddie ansiosa.

—No, no sabemos —respondió Luke por milésima vez.

—No debe tardar —murmuró Pansy mirando la puerta del Gran Comedor— ¡Ah! Ahí está.

Volteamos a donde ella y vimos a Avery entrando después de esa Granger, tenía una mueca que no pude describir, como si no hubiera querido ser despetrificada. Pero comprendí porque tenía esa mirada cuando ví que veía.

Potter y Granger se estaban abrazando.

Suspiré.

—¡Ey, Potter! —grité, todo el Gran Comedor volteó hacia la mesa de Slytherin.

Y Ave me miró cansada, pensando que iba a burlarme o algo así, pero su hermano y sus amigos ya sabían que somos amigos. No creo que seguir escondiendolo a los demás importe.

[Avery Potter]

Estoy tan cansada y es irónico, ya que estuve en una camilla todo este tiempo.

Lo miré y Malfoy, para mi sorpresa, estaba sonriendo. Se levantó de su asiento, junto a Maddie, Pansy y Luke, y vinieron hacia mí.

—Te extrañamos —dijo Malfoy, antes de abrazarme sin aviso.

Sonreí aún más y lo rodeé para devolverle el abrazo. Miré al frente, estaba el trío. Mi hermano. Mirándome como si tuviera la culpa de todo por ser amiga de Draco Malfoy.

Borré un poco mi sonrisa pero pensé:

Él se alejó, y tú no puedes estar sola esperando a que vuelva.

Desvié mis ojos y mi mirada cayó en Maddie. Me separé de Malfoy y después de sonreirle, abracé a mis amigas.

—Estamos tan felices de que ya estés bien —habló Pansy, separándose de mí después de unos segundos.

—También yo —asentí y miré a Luke— ¿Ya llegamos a este nivel de amistad? —bromeé y abrí los brazos para darle un abrazo.

Él rió, no lo había visto reír tan naturalmente. Y, por suerte, no me dejó con los brazos extendidos y me dió un abrazo animado.

—Si, ya llegamos a este nivel —dijo por arriba de mi oreja.

Me separé de él con una sonrisa.

—Necesito que me cuenten que ha pasado —les dije.

[...]

Han pasado unos días desde eso, me contaron lo que pasó con Harry, y Dumbledore, el arresto de Hagrid. Todo un caos, pero que al final atraparon al heredero y era nada más y nada menos que el recuerdo de Tom Riddle, alias, Lord Voldemort.

Afortunadamente, se cancelaron los exámenes de fin de año.

Hoy nos vamos, no me quiero ir, de nuevo. Y ya no es solo por los Dursley, es por Harry. ¿Cómo se supone que voy a dormir en la misma habitación que él por dos meses? No me ha dirigido la palabra desde navidad, y casi casi, así lo prefiero. En dado caso de que me hablara, solo peleariamos.

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