Guerreros del Universo

Capítulo 3. El corazón de un chico huraño, arde como el Fuego.

En Inglaterra.

En una habitación, de una casa para estudiantes de preparatoria, en la ciudad de Oxford, un joven de 17 años, de nombre Steve Anderson, tenía una pesadilla, de la cual no podía despertar, una pesadilla que lo atormentaba, desde un incidente que marcó su vida.

Steve: ¡espera por favor!, ¡espera Annie! ¡Nooooo!

Gritaba el joven, corriendo tras de la chica en su sueño, mientras una cortina de fuego los separa, en eso aparece un joven que rebasa a Steve, saltando hacia la cortina de fuego.

Steve: ¿Robert?

Robert abraza a la chica, mientras el fuego los envuelve a los dos, sin que Steve pueda hacer algo.

Steve: ¡Robert!, ¡Annie! ... ¡Nooooo!

Y sin más, Steve despierta muy agitado de la pesadilla.

Steve: ¡ahhh!... ¡no puedo continuar asi!... ¡es mi culpa que ellos no estén aquí!

Prendiendo la lámpara del lado derecho de su cama, Steve mira la foto en la que aparecen los tres, Robert, Annie y Steve.

Steve: ¡perdónenme!

dice el chico llorando.

Por otra parte.

En el cielo del océano atlántico, Andrómeda y Ayane se dirigían al siguiente punto de búsqueda, que indicaba el contador de energía cósmica, pero durante el trayecto, Ayane iba disfrutando de sus nuevas habilidades, ya que nunca en su vida se imaginó, el poder volar por el cielo, como lo hacen las aves.

Ayane gritando de emoción: ¡esto es fabuloso!, ¡siempre pensé que esto sería imposible!, ¡pero es casi mágico!... ¡wuuuhuuuu!

Dice la chica incrementando la velocidad de su vuelo, y a su vez, a Andrómeda le alegraba mucho la emoción de Ayane, el verla volar de aquí para a ya con tanta felicidad, le resultaba ser una experiencia más de las que debía acumular en sus recuerdos como humana. Ayane por su parte se aproximó hacia Andrómeda y comenzó a hacerle preguntas para tratar de conocerla mejor.

Ayane: bueno, ¿con que eres la suprema fuerza cósmica?, ¿eso qué significa?, ¿acaso eres todo poderosa?

Andrómeda: cuando conocí a Armánd, también me pregunto lo mismo, ¡yo soy una con el universo y el universo es uno conmigo!, ¡somos lo mismo!, ¡en mi mano poseo el poder de varios soles!, ¡el poder de los agujeros negros!...

Pero Ayane la interrumpe abruptamente.

Ayane: ¡aguarda, aguarda!, ¿con todo ese poder para que nos necesitas a nosotros?

Andrómeda: ¡los guerreros del universo, son legendarios guerreros que emergerán de diferentes partes del universo!, ¡cuando la obscuridad pretenda destruirlo todo!, ¡ustedes son los únicos que han logrado frenar su paso!, ¡generación tras generación!

Ayane: ¿quieres decir que hemos reencarnado?

Andrómeda: ¡asi es!, ¡antes de ti!, ¡hace muchos millones de años!, ¡aun cuando no se formaba este planeta!, existieron otros guerreros Ráfaga de luz. Que lucharon valientemente en contra de la obscuridad, haciendo que su fuerza retroceda. Pero esas batallas son demasiado antiguas.