Capítulo 12. ¿Cita doble o triple?, la suprema fuerza cósmica está enamorada.

6 1 0
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Siendo viernes y de madrugada, Andrómeda se encuentra en la azotea de la casa de Armánd mirando las estrellas. Recordando lo que meteoro rojo y meteoro verde le habían dicho sobre la destrucción de su planeta, cuestionándose una y otra vez las decisiones que había tomado.

Andrómeda: ¡ya no están!, ¡la obscuridad no dejo siquiera resquicios de esos planetas!, ¡talvez ellos tenían razón!, ¡solo he estado aquí jugando a ser humana!, cuando mi deber es protegerlos a todos, ¡pero recuerdo!, ... ¡también recuerdo!... ¡que fue esa mirada!

Andrómeda recordaba que una mirada en particular del universo había despertado su curiosidad sobre los humanos, y cómo fue que esa mirada la hizo sentir, mientras ella se encontraba expectante, como su energía se había hecho cálida, gracias a esa mirada, y lo único que se comparaba con esa mirada, era las emociones que ella estaba desarrollando por Equinox.

Andrómeda llorando: ¡estoy confundida! ¡No sé qué hacer!, nunca había sentido algo tan desagradable.

En ese mismo instante, Armánd que no encontraba a Andrómeda por ningún rincón de la casa, subió a buscarla a la azotea y se percata de que la chica llora.

Armánd: ¡hola! ¿Qué haces aquí?, ¡está haciendo frio!, ¿te encuentras bien?

Andrómeda: ¡no! ¡realmente me siento muy mal! ¡jamás había experimentado una tristeza tan grande! ¡no sé si regresar a mi forma expectante o seguir aquí!

Armánd: los chicos me contaron los detalles de tu última pelea, y sé, que lo que te dijeron esos guerreros nuevos es algo serio, pero hay algo que tenemos los humanos, ¡y es tu turno de aprenderlo!

Andrómeda: ¿y qué es?

Armánd: aprendemos a soportar nuestro dolor y el de los demás, para así poder levantarnos de nuestros errores y nuestras malas experiencias, para que al estar de pie, seamos más fuertes de cuando nos caímos. Sé que talvez cuando estabas expectante eras perfecta, pero no había nadie para compartirlo, y hoy tienes varios amigos que se preocupan por ti. nosotros te queremos mucho y siempre te apoyaremos cuando más lo necesites.

Andrómeda se siente reconfortada por las palabras de Armánd, recuperando un poco de su alegría.

Andrómeda: ¡gracias Armánd!, ¡creo que tienes razón!

Tratando de comportase un poquito como Ayane, Andrómeda se infla

Andrómeda: ¡Además!, no me rendiré hasta que sepa cuáles son los sentimientos de Equinox por mí.

Armánd: ¡oh! ¡si ya recuerdo!, ese tipo, ¿Qué es lo que te gusta de él?

Andrómeda: ¡realmente no lo sé!, solo sé que cuando estoy cerca de él, mi energía cósmica se potencializa, como la primera vez que me coloque mi traje, recuerdo que sentí como si la energía de Equinox me envolviera, y estoy segura que a él le sucede lo mismo, ¡he podido sentirlo!

Guerreros del UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora