Capítulo 8. La aparición del Guerrero Escarlata.

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Por la mañana, muy temprano, en su taller Armánd ha terminado el proyecto en el que estuvo trabajando, mientras Andrómeda estuvo ausente, el último detalle que le faltaba era calibrar el visor, que le permitiría contar con la información necesaria...

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Por la mañana, muy temprano, en su taller Armánd ha terminado el proyecto en el que estuvo trabajando, mientras Andrómeda estuvo ausente, el último detalle que le faltaba era calibrar el visor, que le permitiría contar con la información necesaria para salir a patrullar la ciudad.

Rupert: ¡asi que ha terminado ya!, ¡joven Armánd!

Armánd: ¡asi es!, la verdad es que creí que no lo lograría, ¡pero al fin está listo!, solo necesito un momento de acción para poder probar sus alcances.

Rupert: ¿y le contará de esto a la señorita Andrómeda?

Armánd: ¡NO! ...por el momento, quiero que mi identidad se a secreta, si alguno de los chicos llega a saber lo que estoy a punto de hacer, se preocuparían y me detendrían, asi que este será nuestro pequeño secreto.

Rupert: comenzar a guardar secretos, no creo que sea lo mejor para con sus nuevos amigos, y menos con la señorita Andrómeda, mucho menos si lo que usted desea es ser más próximo a ella.

Armánd: Rupert ¡¿has visto lo que ellos pueden hacer?!, pueden volar, pueden proyectar energía de sus manos, ¿Cómo podría yo siquiera estar cerca de Andrómeda en una situación de peligro? ¿Cómo podría yo compararme con lo que pueden hacer Steve y Hikaru con solo mover un dedo? Y las chicas, Andrómeda, Ayane y Naomi podrían cargarme solo con sujetarme de la cintura, ¡no Rupert!, ¡no puedo quedarme atrás!

Rupert: ¡joven Armánd!, ¡jamás lo había visto menospreciarse de esa manera!, si hacemos un recuento de cómo se han suscitado los eventos en esta casa, el joven Hikaru es un joven que admira su trabajo, el joven Steve, ... ¡bueno! él es un poco más apático tratándose de usted, la señorita Ayane lo idolatra, y la señorita Andrómeda, fue quien les indicó a los chicos venir con usted. ¡De la forma en que yo lo veo esos jóvenes han necesitado más de su ayuda, que usted de ellos!

Armánd: ¡sé que estás preocupado por mi Rupert!, pero esto es algo que tengo que hacer. ¡Todo en mi ser me grita que este es el camino que debo seguir!

Rupert: ¡Joven Armánd!, ¡como siempre se lo he dicho!, ¡yo lo apoyaré en lo que usted decida!, solo piense bien las consecuencias que algunos de sus actos pueden tener para usted y los demás, además, ¡hay algo de lo que tiene que estar cien por ciento seguro!

Armánd: ¿y qué es eso Rupert?

Rupert: ¡usted jamás será un chico ordinario!, ¡y no todos los súper poderes se muestran lanzando energía cósmica de las manos!

Mientras en su habitación.

Ayane platicaba con Naomi, esperando que su amiga le aconsejara una manera de conquistar a Armánd, pues hasta ahora ninguno de los planes que había tratado de llevar a cabo habían funcionado, por si fuera poco, Ayane aún estaba molesta por el tiempo que Andrómeda había llorado en brazos de Armánd.

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