-Buenos días.-Entré al comedor, mi padre, Marie, Madison y Jack ya se encontraban desayunando.
-Hija siento no haberte despertado, estabas profundamente dormida.-Se disculpó mi padre el haber comenzado a desayunar sin mi.
-No hay problema, lo entiendo.-Me senté junto a Jack y él me sonrió de lado.
Jeremy llegó con un plato de desayuno para mi, le agradecí y después él se retiró. Mi padre comenzó a conversar con Jack, no prestaba la mínima atención a lo que decían hasta que escuché mi nombre.
-Disculpa, ¿yo qué?.-Pregunté a ambos.
-Irás con Jack.-Contestó mi padre.
-¿Puedo ir también?.-Intervino Madison levantando la mano.
-Por supuesto que no.-Le dijo mi padre, me reí en silencio de ella.-Ya que Acacia no seguirá estudiando, trabajará en el negocio familiar.-Abrí la boca, ¿trabajar con animales?.
-¿Por qué no seguiré estudiando?.-Pregunté, prefiero pasar ocho horas leyendo libros que ocho horas acarreando animales.
-Hija, siempre ta a ha gustado el campo.-Él tenía razón.
-Si, pero me gustaría estudiar.-Contradije.
-Bien, ambos comenzarán en próximo verano.-Genial, estábamos a principios de Marzo.-Pero ahora necesito que Jack te enseñe a trabajar en el campo.-Asentí.
Después de desayunar subí a tomar una ducha, me vestí rápidamente y volví a bajar para irme con Jack. Él estaba esperándome en la sala y cuando me vio sonrió y ambos salimos por la gran puerta principal.
-¿Sabes montar a caballo?.-Preguntó, llevó viviendo dieciocho años aquí, ¿cómo no saberlo?.
-Claro que si, ¿tú?.-Pregunté viéndolo de perfil.
-Si, ¿entonces qué es lo que quiere tu padre que te enseñe?.-Preguntó, me encogí de hombros.
-Sólo hay que caminar y platicar, como que me estas enseñando algo.-Él sonrió asintiendo.
-Ya se que haremos.-Tomó mi mano y me condujo hasta el granero.
-¿Les robaremos sus hijos a las gallinas?.-Pregunté, él asintió.
-Si, pero a la manera de Jack y Acacia.-Dijo, bien, no conozco esa manera.
Entramos al granero y había unas cuantas gallinas, recuerdo que siempre venía aquí cuando estaba triste y subía al techo del granero.
-Jack.-Llamé su atención y él volteó a verme.-¿Te gustaría subir al techo?.
-¿Al techo?.-Preguntó riendo.
-Si.-Respondí obvia.
-¿Sabes que me gustaría hacer?.-Preguntó y se acercó, sabía lo que quería.
-¿Qué?.-Pregunté con una sonrisa.
-Esto.-Se aproximó a mis labios y los besó con fuerza, me aferre a su camiseta y él a mi nuca, mis piernas se debilitaron y pasé mis brazos por su cuello para no caer.
Jack me hacia perderme en el tiempo, no pasaba más allá de besos, pero con un solo beso me hacia viajar a la luna y no me dejaba volver. Sus besos eran algo así como una maldita droga; siempre con sabor a menta o cigarrillo, sus labios carnosos, sus caricias por mi cadera, cintura, espalda o nuca hacían querer estar en una habitación y jamás salir de ella.
-Jack.-Me separé de él lentamente.
-¿Si?.-Preguntó, junté nuestras frentes y él tenía los ojos cerrados.
-¿Qué me has hecho?.-Pregunté, él abrió los ojos sin entender.
-Tú me has embrujado, mira que para no separarme de ti le he pedido trabajo a tu padre, me he colado a tu habitación, me he dado como voluntario para enseñarte sobre el campo aunque no de nada.-Reímos.-No se que demonios tienes en los labios, en la mirada, en tu tacto; que hacen que me vuelva loco y que no quiera a nadie más.-Acaricié su mejilla delicadamente.
-Tú me tienes igual.-Dije, él río.
-Estamos hechos el uno para el otro.-Asentí, enserio que si estábamos hechos el uno para el otro.
-Sigamos, mi padre nos matará.-Le dije, él rodó los ojos.
-Nadie se dará cuenta de que no estamos haciendo nada.-Dijo, mejor platiquemos.
-¿De qué quieres platicar?.-Pregunté riendo y separe separé nuestras frentes.
-De nosotros, sigo sin saber que somos.-Me ponía incómoda en tan sólo pensar que éramos, él me gustaba y yo a él, pero jamás me han gustado las etiquetas.
-No me gusta etiquetar.-Le dije encogiéndome de hombros.
-Si, pero cuando te presente ante alguien ¿que diré? ¿Es mi...?.-Reí, tenía razón.
-¿Novia?.-Respondí dudosa.
-Novia suena bonito.-Asentí con una sonrisa demasiado grande.
-Pero no podemos decirle a mi padre, se enojará.-Eso era lo que más temía, que mi padre se enojará y lo corriera.
-No le diremos, le diremos después.-Me guiñó un ojo.-Ahora novia.-Hizo énfasis en la última palabra.-Vamos a trabajar.-Tomó mi mano y antes de salir del granero la soltó para no levantar sospechas.
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¡Muchas gracias por la espera y los votos! También por las leídas, no son muchas, pero son más de las que esperaba Me gustaría que dejarán comentarios sobre la novela, ¿les está gustando? ¿quisieran otra trama? ¿qué opinan de Madison Beer, la hermanastra de Acacia Bleer?..
Me encantaría que contestaran las preguntas en los comentarios para saber que oponían, bien, tengan un lindo día..cuidense mucho❤❤