"Soy un cobarde, soy un asco de persona, un poco hombre. No tenía planeado esto, pero es lo mejor para todos, para mi, para ti, y también para Madison. Perdón, se que ahora mismo estas muy confundida y de seguro Madison muy enojada y llorando.
Ya no podía más, lo siento, me duele en el alma irme, pero necesitaba hacerlo. Quizás vuelva algún día, no lo sé, sean muy felices.
Han formado gran parte de mi vida y siempre los voy a tener presentes, tenganlo por seguro.
Hablé con Shawn, le pedí disculpas, también a Cam. Shawn me ha dicho que jamás había superado a Madison y que la buscaría, por otro lado Cam me contó la verdad y me confesó tu amor por mi aún después de todo lo que hemos pasado. También te amo Acacia, más que a mi propia vida. Shawn será una gran padre, para el bebé de Mads..y Acacia no te olvides de mi, por favor..
Te amo, Jack."No podía creer lo que estaba leyendo, se había ido. Él había dejado una carta para mi y otra para Madison, ella aún no la veía pues estaba dormida.
Me senté en la orilla de la cama tratando de asimilar todo, Jack, mi Jack se había ido, sin decir a donde o adiós. Pegué la carta a mi pecho y cerré los ojos, sentía un gran y profundo hueco en mi corazón, sentía que ya no podía más, ¿por qué se había ido?.
Tenía que buscarlo, ¿pero dónde?. Había salido en la madrugada y de seguro ya estaba muy lejos de aquí. Sin pensarla más me coloqué los jeans que traía ayer y me hice una cola de caballo, me mojé la cara y tomé las llaves de mi auto, quizás aún podría encontrarlo.
Eran las siete con cuarenta, me había despertado muy temprano y todos en casa seguían dormido, pues era sábado. Pasé por el parque y nada, casi todo estaba cerrado a ésta hora. El departamento, se vino a mi mente, cambié de dirección el volante y manejé hasta su loft.
Entré corriendo y saludando al portero, toqué la puerta desesperada pero nadie abrió, no estaba ahí. Me senté en el suelo con mi espalda pegada a la puerta, mis ojos llorando y soltando lágrimas. Se había ido. Marqué su número y me mandaba directo a buzón, le dejé algunos mensajes, pero no los respondió.
No iba a volver a casa, no por lo menos en unas horas. Llegué a un café que estaba abierto y me senté cerca de la ventana, todo estaba muy callado. La chica fue muy amable conmigo, hasta me preguntó que me pasaba, negué diciendo que era una tontería, pero no era una tontería, mi vida se estaba cayendo pedazo por pedazo.
Al terminar mi café seguía sin tener a donde ir y sin rastro de Jack. Ya era un poco más tarde y de seguro Madison ya había despertado y ahora mismo estaba muy enojada con Jack, no quería escucharla gritar.
Salí del café y pensé en ir al parque, manejé hasta allá y bajé de mi auto. Me senté en la primera banca que vi y estuve contemplando el paisaje, todo estaba muy callado. Al parecer las personas no salen en sábado.
-¿Acacia?.-Una voz firme y gruesa habló, me giré y pude ver a Shawn con ropa deportiva y un lindo perro.
-Hola Shawn.-Saludé, él me sonrió.
-¿Qué haces aquí tan temprano?.-Se sentó a mi lado y dejé caer un poco mi cabeza hacía atrás.
-Jack se ha ido.-Solté de la nada, lo más seguro es que a Shawn le valiera una mierda.
-Me lo dijo, ayer.-Pues Jack había dicho la verdad en la carta.
-¿Te dijo a donde iría?.-Pregunté con la esperanza de que la respuesta fuera un; Si.
-No.-Respondió, mi mirada fue al suelo y sentía unos pequeños piquetes en mis ojos.-Pero me dijo que volvería.-Volteé a verlo.-Y dejó esto.-Sacó de su pantalón una llave; la llave del departamento que había comprado junto con Madison.
-¿Por qué te lo dio?.-Pregunté, él se encogió de hombros.
-Me dijo que se lo diera a Madison, o a ti, a quien viera primero.-Asentí sin entender muy bien lo que Jack estaba haciendo.