Epílogo

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-¿Estás lista?.-Preguntó abrazandome por detrás, me terminé de poner el arete y asentí.

-También estoy nerviosa.-Le confesé, sonrió con ternura y colocó un mechón detrás de mi oreja.

-Han pasado siete años, amor, tenemos que volver.-Dijo, eso lo tenía muy claro.

Si, hace siete años que Jack y yo nos fuimos a Illinois. Nunca volví a contactar a mi padre, a Marie, o a alguno de los chicos, era tiempo de volver. Jaden cumpliría cuatro años en unas semanas. Si, teníamos un hermoso niño, y queríamos que conociera a su abuelo.

-Jack, ¿qué tal si las cosas no son como antes?.-Le pregunté. No sabía nada de mi padre desde aquél entonces, podría haber sucedido lo peor en esto años y tenía miedo de no poder pedirle perdón a mi padre por todo lo que hice.

-Verás que todo sigue igual, claro quizás está más viejo.-Se encogió de hombros, reí un poco.

-Papá, ya estoy listo.-El pequeño Jaden entró a nuestra habitación, Jack me soltó y cargó a nuestro hijo, le di un tierno beso en la mejilla.

-¿Estás ansioso, campeón?.-Le preguntó, Jaden asintió, Jack me miró y asentí también.

Salimos de casa, no sin antes dar de nuevo una revisada, subí a Jaden al auto, le puse su cinturón y después me subí yo.

-Vámonos.-Le dije a Jack, él tomó mi mano.

-Todo estará bien.-La apretó un poco y se acercó a darme un beso.

Jack partió rumbo a la carretera, Jaden se había quedado dormido y yo estaba muy ansiosa y nerviosa de llegar. Iba a ser un camino largo, pero les aseguro que llegaríamos en un dos por tres.

Como dije, las horas de camino se fueron rápido. Jaden iba dormido y yo estaba más nerviosa que nunca. Jack entró a la privada donde mi padre vivía, suspire. 

Bajé del auto, Jack bajó a Jaden y entré al patio de la casa, recorrí el pequeño camino desde la banqueta hasta la puerta. Jack me abrazó con un solo brazo, mientras que cargaba a Jaden con el otro.

Toqué el timbre, ansiosa comencé a mover mi pie. La ama de llaves abrió la puerta, era una ama de llaves nueva, que al verme me pidió mi nombre. Me dejó pasar y me dijo que mi padre estaba a punto de salir para tomar un vuelo a Israel.

Los tres pasamos a la sala, la ama de llaves iría a avisarle, mientras que nosotros tomábamos asiento.

-Le traje esto al abuelo.-Jaden me mostró su carrito, eran un tanque de guerra, pues yo le había dicho a que de dedicaba su abuelo.

-Es muy lindo, pequeño.-La voz de mi padre hizo que dejara de ver a mi hijo y me encontrara con mi padre en su uniforme de sargento parado frente a mi.

-¡Abuelo!.-Gritó Jaden, corrió hasta él y mi padre se agachó para tomarlo en brazos.

-Hola, hija, Jack.-Mi padre me sonrió.

-Hola papá.-Las lágrimas estaban a punto de salir, me acerqué a mi padre y lo abracé.

-¿Por qué lloras, mamá?.-Me preguntó Jaden acariciando mi cabello.

-Campeón, vayamos a jugar afuera.-Dijo Jack.

-Jack, Acacia.-Habló mi padre impidiendo que Jack tomara a Jaden.-Pequeño, tu mami está llorando porque piensa que estoy enojada con ella, hizo una travesura, pero estoy muy feliz de volverla a ver.-Yo aún lloraba en el pecho de mi padre, él me abrazó más fuerte.-Ahora, ve a jugar con tu papá.-Le indicó.

-Perdón, perdón por todo, por la muerte de mamá, por desobedecer, por irme, papá, perdón.-Mis lágrimas salian sin cesar, mi padre me abrazó con ambos brazos.

-También disculpame a mi, por ser tan grosero y exigente contigo, por no dejarte respirar, pero es que Acacia, eres y serás mi bebé por siempre, no te quería perder.-Dijo, negué. Él jamás me perdería.

-He venido para que conozcas a Jaden, y para pedirte perdón, espero todo pueda ser como antes.-Me separé de su pecho, él sonrió. Sus notables arrugas eran muy tiernas y marcadas, su cabello de un tono más blanquizco y sus fuertes brazos, ya no eran tan fuertes.

-Estás perdonada, hija.-Dijo, sonreí aún con lágrimas en mis mejillas.-Llama a Jack, a tus viejos amigos, tenemos que celebrar que mi niña está de vuelta.-Dijo.

-¿Dónde está Marie y Madison?.-Le pregunté, no las había visto.

-Han salido, no tardan en volver.-Dijo quitado de la pena.

Jack, Jaden y yo volvimos a nuestro antiguo departamento, tocamos la puerta con la esperanza de que Shawn estuviera ahí. Shawn abrió la puerta y al vernos sonrió, después miró a Jaden y frucio el ceño. Shawn nos ayudó a localizar a Cam y a Mia, los dos nos avisaron que nos verían en casa de mi padre.

-Quiero vindrar porque la familia está de nuevo completa.-Dijo Cameron alzando su copa, todos hicimos lo mismo.

-Quiero darles las gracias y disculparme con cada uno de ustedes, por todo.-Dije, todos me miraron atenta.

Había cometido muchos errores en mi pasado. Muchas cosas que me había enseñado a crecer, pero al mismo tiempo herir a otros. Alcé mi copa, Madison que estaba a mi lado también lo hizo y después así todos.

-¡Salud!.-Gritamos todos y chocamos las copas.

Papá y Marie eran un matrimonio ejemplar, Madison y Grayson seguían juntos criando a Terri, su hija, que ya tenía siete años. Shawn salía con una chica que no conocíamos aún. Cameron y Mia ya estaban comprometidos desde hace más de seis meses. Sarah, pues vivíamos en Illinois y era a la única que habíamos frecuentado en los últimos siete años.

Estaba muy feliz de estar con mi padre de nuevo, con mis amigos; con mi familia.

El chico del 206 | Jack GilinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora