Quince

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-Felices dieciséis Madison.-Felicité a mi hermanastra dándole el abrazo más falso del mundo.

-Gracias.-Ella también sabía actuar, al parecer no era tan tonta.

-¡Feliz cumpleaños!.-Felicitó Jack y rodé los ojos. La fiesta de Madison era muy privada, la mayoría hijos de la marina o del ejército; amigos de papá.

-¿Eres Acacia?.-Un chico se acercó a mi mesa y preguntó con una sonrisa.

-Si, ¿tú eres?.-Le pregunté, pues no lo reconocía.

-Cameron, Cameron Dallas.-Extendió su mano para presentarse y alegré la tomé.

-Pues soy Acacia Bleer.-Repetí mi nombre, pero él ya lo sabía.

-No me recuerdas, ¿cierto?.-Preguntó con una sonrisa nerviosa. .

-La verdad; no.-Sonreí también nerviosa.

-Solíamos jugar en el campo, nuestras madres eran grandes amigas y nosotros también.-Comentó, mi sonrisa se borró por un momento al recordar a mi madre, pero disimulé estar bien frente a él.

-Creo que ya se quien eres.-De nuevo una sonrisa nerviosa apareció en mi rostro, pues no recordaba nada de él.

-¿Bailas?.-Preguntó señalando la pista de baile, asentí y él me tendió su mano para que la tomará, la observé un poco dudosa y después la tomé segura. ¿Qué podría pasar?.

Cameron avanzó por la pista de baile y yo tomada de su mano, llegamos al centro de ésta y pude sentir muchas miradas sobre nosotros. Miré sobre el hombro de Cameron y pude ver a Jack hablando sonriente con Madison y su grupo de amigas; Zorras.

Una canción rápida estaba en las bocinas, agradecí; ya que no bailaría una canción lenta con Cameron.

-Cam.-Grité levemente en su oído para que escuchara, él detuvo su baile y reí un poco.

-¿Qué pasa?.-Preguntó tirándose aire con la mano.

-Vayamos afuera, muero de calor.-Pedí, él asintió y ahora fui yo la que tomé su mano para sacarlo de ahí.-Lo siento, estaba muriendo de calor, literalmente.

-No te preocupes, igual yo.-Asintió y ambos reímos levemente.-Escuché que tu padre irá de nuevo al ejército.-Habló después de un momento.

-Si, ¿igual el tuyo?.-Pregunté, pero era obvio que asie era.

-Él no ha vuelto.-Dijo serio, auch eso dolió.

-Oh, volverá.-Traté de darle ánimos, pero no funcionó mucho.

-No lo creo, Acacia cuando creces te das cuenta de muchas cosas.-Su mirada se perdió el paisaje.-Pero no importa.

-Puedes contarme, solíamos ser amigos y podremos ser lo aún.-Le dije apoyando mi mano en su hombro.

-Creo que mi padre le es infiel a mi madre y eso me jode todos los días, amo a mi padre, pero no se lo puedo permitir.-Dijo volteando a verme.

-Cam, cuando mi madre murió me sentía peor que tú, pero tenemos que afrontar la realidad.-Le dije, aunque mis palabras no fueran de mucha ayuda eso siempre me ayudaba a mi.

-Gracias y perdón por hacer ese mal momento.-Sonreí tierna, Cam sería un muy buen amigo.

-No te preocupes, te entiendo.-Lo abracé de lado sin pensarlo y él también lo hizo.

-¿Volvemos?.-Preguntó señalando la entrada a la fiesta, asentí y ambos comenzamos a caminar.

-Acacia, que bueno que te veo.-Madison impidió que siguiera caminando.-¿Cam?.-Preguntó observando a mi amigo.

-Tú madre me invitó.-Dijo él.

-Como sea.-Restó importancia y volvió a mirarme.-Tomanos una foto.-Me dio su teléfono celular y llamó a Jack, mis celos crecieron hasta el cielo y miré a Jack con una pistola en mis ojos.-Sonríe Jack.-Dijo la tonta de Madison y tomé la foto, sin nada de cuidado le di el celular y tomé del brazo a Cameron para seguir caminando.

-¿De dónde conoces a Madison?.-Le pregunté, pues Cameron parecía de mi edad.

-Es mi ex-novia.-Respondió, maldita zorra.

-¿Qué edad tienes?.-Le pregunté, apuesto a que era hasta mayor que yo.

-20.-Sin dudarlo; Madison es una completa zorra hormonal.-No te cae bien, ¿cierto?.

-Para nada, es una maldita mocosa.-Dije y ambos reímos.

-Lo sé, no puedo creer como fue que salíamos.-Dijo aún riendo.

Definitivamente; Cameron iba a ser un a gran amigo.

-Hasta mañana.-Lo despedí con un beso en la mejilla. Cameron y yo habíamos acordado salir a pasear mañana.

-¡Adiós!.-Escuché que gritó desde su auto y cerré la puerta de entrada.

-Hola novia.-Remarcó la última palabra y rodé los ojos.

-Ya no tienes derecho de llamarme así.-Le dije, él fruncio el ceño.

-Sólo fue una estúpida foto.-Dijo, negué.

-No es por la foto, Jack se supone que eres mi novio y te la pasaste con ella.-Le resongue.

-Era su cumpleaños, además nadie sabe que somos novios y tú te la pasaste con ese tipejo.-Escupió las palabras.

-¿Sabes? Creo que nuestro noviazgo no va a funcionar.-Le dije y me di la vuelta para ir escaleras arriba.

-¿Tan fácil te vas?.-Preguntó, me quedé estática en las escaleras.

-No funcionará, has feliz a Madison.-Le dije y corrí hasta mi habitación. Las palabras me había dolido demasiado, pero era lo mejor.

-No te dejaré.-Impidió que cerrará la puerta de mi habitación.-Tú me gustas, ella no.-Entró a la habitación y la cerró con seguro.

-Es que..-Puso su dedo en mi boca para impedir que hablara.

-Sólo es ésta vez, sólo por ser su cumpleaños.-Dijo, asentí, tenía razón; yo estaba siendo muy dramática.

-Perdón, es sólo que ella hace que no piense bien.-Le dije riendo levemente.

-Eres una boba, pero eres mi boba.-Dijo y besé sus labios.-Sólo mía.-Dijo en medio del beso.

El chico del 206 | Jack GilinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora