Treinta y ocho

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Mi teléfono comenzó a sonar; la alarma. Comencé a moverme, pero el cuerpo de Jack me lo impedía, sonreí al verlo dormido junto a mi y tome mi teléfono para apagar ese ruido infernal. Moví el brazo de Jack, tenia que ir a la escuela, preparar el desayuno y también llevar a Shawn a su escuela, pues su auto lo tenía el ejército.

-Jack, Jack.-Lo moví un poco y éste sólo soltó un leve gemido.-Levántate, tenemos que ir a la escuela.-Me levanté y él se movió abriendo los ojos.

-Quédate conmigo.-Pidió hundiendo su cara en la almohada.

-Nada de quédate conmigo, ve a darte una ducha mientras yo preparo el desayuno.-Le dije, él asintió.

-Dúchate conmigo.-Pidió y reí, no me iba duchar con él pues sabia que esto terminaría en otra cosa y Shawn estaba en la misma casa que nosotros.

-Después.-Le dije, bufó y salí de la habitación para dirigirme a la cocina.

Baje y Shawn estaba en la mesa de la cocina con su laptop y algo frustrado viendo algunas cosas. Reí un poco al verlo así y pase de largo hasta la estufa, no quería interrumpir.

-Buenos días para ti también.-Dijo sarcástico, reí.

-Perdón, te vi muy concentrado.-Me defendí, él rió.

-Si, pero ya terminé.-Agregó, le sonreí, y de nuevo miró su computadora.-¿Vas a querer desayunar?.-Le pregunté, asintió con un 'ajam'.

Jack bajó un momento después y saludo a Shawn, serví tres platos en la mesa y los tres comenzamos a desayunar mientras conversábamos.

-Estoy hablando enserio, no puedo vivir de arrimado aquí.-Agregó Shawn, reímos.

-No eres un arrimado, puedes quedarte lo que queras.-Shawn estaba de necio en querer irse a vivir a otro lugar, pues según él estaba de arrimado en nuestra casa.

-No le hagas caso Shawn, tienes que ser independiente.-Le dijo Jack jugando a lo que reímos.

-Tu no le hagas caso a él.-Le advertí a Shawn, Jack me miró 'ofendido' y reímos.

Empezaron a tocar la puerta, los tres volteamos como si estuviéramos en una película de terror y Jack se levanto a abrirla.

-Jack.-Dijo aquél hombre, mire a Shawn, ¿acaso era mi padre?.

Mi padre entró por la puerta de la cocina seguido de Jack, miró a Shawn y mi amigo le extendió la mano en forma de saludo, mi padre lo saludó.

-Joven, aquí están las llaves del su Mercedes.-Le entregó a Shawn una bolsa de plástico y transparente con las llaves de su auto.-Ahora, si me permiten, me gustaría hablar a solas con mi hija.-Jack y Shawn asintieron en silencio y salieron de la cocina.

-¿Qué ocurre papá?.-Le pregunté acercando mi silla a la de él.

-Acacia, pensé que te había dejado en claro que no buscaras a Jack.-Dijo juntando sus manos.

-Yo no lo busqué, él llegó.-Mentí y en parte no. Yo había salido a buscarlo, pero no lo encontré y él fue el que me encontró en el cementerio.

-¿Y qué hacías en la entrada a Nebraska?.-Preguntó, sabia que preguntaría eso.

-Papá, quiero mucho a Jack y lo necesito conmigo, por eso.-Él asintió no muy convencido, pues mis palabras no le ablandarían en corazón.

-Me has desobedecido, Acacia.-Agregó con el tono de voz más fuerte.-Prepara tus cosas, el viernes te vas conmigo a Europa.-Dijo, ¡¿QUE?!.

-No, no me quiero ir.-Me levanté de mi asiento y él también lo hizo.-Papá, no me puedes hacer esto.-Tenía mucho coraje, joder.

-Es mi ultima palabra, Acacia, tienes dos días para empacar y despedirte de todos.-Se dio la media vuelta dispuesto a salir.

-No me pienso ir.-Le dije, se quedó inmóvil.

-Aún no eres legal, así que haces lo que yo te ordene.-Agregó, me quede inmóvil y lo vi salir de la cocina.

Me quede parada y al escuchar que cerro la puerta principal los dos chicos entraron a la cocina.

-Mi amor.-Se acercó Jack a mi y me abrazó, hundí mi cabeza en su pecho mientras trataba de procesar todo lo que mi padre me había dicho.

-Cia, escuchamos todo y ambos estamos dispuestos a todo, pero tu padre no te saca de aquí.-Shawn se acercó, su mirada de niño me hizo sonreír, pero negué.

-Chicos mi padre es militar.-Les dije, ellos no tenían ni idea a lo que mi padre era capaz.

-Entonces me voy contigo a Europa.-Agregó Jack, sonreí.

-No me pienso ir a Europa.-Le dije, los tres reímos.


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¡Chicas!

Cada vez más se acerca el final de ésta historia y me encantaría que me dijeran que les está pareciendo y cosas así, también les quiero decir que el final sera una sorpresa y no les diré cuantos caps quedan...

Las quiero babys, tengan buen día y cuídense mucho mis lindas..


El chico del 206 | Jack GilinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora