Uno

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-Disculpa.-Le dije al chico de mensajería, el volteó a verme.-Esto esta equivocado, es para el edificio de los chicos.-Le tendí el paquete.

-¿Podrías ir a dejarlo tú?.-Me preguntó con una sonrisa.

-Shawn, es tu trabajo.-Le resongue.

-Pero tú eres tan buena amiga que me harás ese grandisimo favor.-Shawn odiaba este trabajo, jamás supe porque lo había elegido entonces. Pero como buena amiga que soy, llevaré el paquete al tal Sr.Gilinsky.

-Me debes algo.-Le señalé divertida y atravesé el campus, entré al edifico de los hombres y varias miradas se postraban en mi. Solo camina, solo camina, me repetía constantemente.

Subí hasta el piso número dos, busqué la puerta con el número 206 y toqué.

-¿Si?.-Abrió un chico con unos lindos ojos marrones.-Hola.-Dijo coqueto al verme.

-¿Eres Jack Gilinsky?.-Pregunté leyendo el paquete entre mis manos.

-¡Gilinsky, te buscan hermano!.-Gritó para adentro del cuarto.-¿Por qué buscas a Jack?.-Me preguntó.

-Dejaron por equivocación este paquete en mi puerta.-Volteé a ver el paquete entre mis manos.

-Ya estoy aquí.-Un chico moreno, que supongo que era Jack abrió totalmente la puerta.-¿Quién eres?.-Fruncio el ceño al verme.

-Acacia.-Dije algo sonrojada y con timidez, Jack era realmente guapo.

-Oh, pensé que..Olvidalo.-Me sonrió.-¿Para qué te soy solicitado?.-Usó un tono coqueto.

-Dejaron este paquete en mi puerta por error.-Le dije viendo el paquete.

-Claro, lo siento.-Sonrió y me tendió las manos para que le diera el paquete, cosa que hice inmediatamente.-Gracias Acacia.

-De nada Jack.-Sonreí y él también lo hizo.

-¿Podriamos quedar alguna vez?.-Preguntó antes de que me fuera.

-Quizás algún día.-Dije después de pensar un poco.

-¿Cuál es tu número de cuarto?.-Preguntó.

-206.-Sonreí.-Y creo que estamos juntos en sociales.-El nombre desde un principió me sonaba familiar y al ver al dueño de aquel nombre tenía la idea de que ya lo había visto antes.

-¿Enserio? ¿Con las señorita Parks?.-Preguntó con una sonrisa y como cara de; Si, te me haces conocida.

-Si, nos vemos mañana en sociales.-Le sonreí y caminé para salir de el edificio.

-Espera.-Gritó, ¿pero qué quería esta vez?.-Te acompaño, ya es algo tarde.-Me sonrió. Claro súper tarde, las seis de la tarde es una hora peligrosa en un campus privado.

-Gracias Jack.-Dije al llegar a la puerta del edificio.-Nos vemos mañana.

-Claro, hasta luego Acacia.-Sonrió y de dio la vuelta para caminar de nuevo a su dormitorio.

-¿Quién era ese bombón?.-Abrió la puerta Sarah.

-Jack Gilinsky.-Contesté.-Y no es un bombón.-Hice una voz rara en la última palabra.

-Claro que si, Acacia.-Se tiró en su cama.

-Es lindo, pero por su aspecto te aseguro que es mujeriego.-Me senté frente a ella.

-Los mujeriegos siempre son ardientemente buenos.-Se mordió un labio sexualmente.

-Es todo tuyo.-Le dije y ambas reímos.

Sarah y yo salimos a cenar en un restaurante cerca de la univerisdad y después volvimos a nuestro dormitorio, durante todo el camino Sarah no dejaba de hablar de lo guapo que era Jack y de su fama de mujeriego entre las chicas de su clase de psicología.

El chico del 206 | Jack GilinskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora