𝐏| Serie de ejercicios laboriosos o públicos impuestos por los sagrados cánones al culpable de ciertos delitos.
-Te vas a arrepentir de todo lo que me hiciste pasar.-sonrió.-Y yo seré tu penitencia en carne y hueso por siempre, por que no, el no ve...
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Sin pensarlo dos veces, Draco entró a la habitación tomándolo del cuello de la camisa y sacándolo de esta para estrellarlo en la pared.
—¿Qué crees que haces pedazo de idiota?. —estrelló su puño contra su nariz. —¿Para eso querías estar con ella? —gruño.
—¿Quien mierda te crees para venir a mi casa?, jodido... — el puño de Draco regresó a la cara de Scorpius. —No te atrevas a tocarme. — lo empujo logrando que se balanceara un poco logrando estrellar su puño en su nariz. —Jodido pedófilo. —escupió volviéndose a abalanzarse contra él.
Ambos soltaban golpes al aire o contra ellos, ninguno cedía y solo se podía ver como la sangre salía entre ambos.
Lía aún seguía en shock mirando a ambos peleando en el corredor de la habitación mientras Phoebe aplaudía.
—¡Basta!. —Lía grito tratando de acercarse. — Dejen de.... —Scorpius cayó al piso dejando paso libre a que Draco sacó su varita.
—¡Crucio!. —gruñó y de inmediato el cuerpo de Scorpius comenzó a retorcerse. —¡Crucio!, ¡Crucio!, ¡Crucio! —repetía una y otra vez.
Lía trató de acercarse, no podía dejar de mirarlo siquiera.Sus ojos estaban inyectados en sangre, oscuros y fríos, su nariz al igual que su labio sangraba tenía la respiración irregular mientras seguía maldiciendo una y otra vez a Scorpius.
—Eres tan patético. —escupió. —Tu madre lloraría sangre de ver el pedazo de imbécil que tiene de hijo. —pateo su cara provocando que azotara en el piso. —¿Te doy asco? —se hinco frente a él viendo como jadeaba de dolor. —Ella jamás sentirá por ti ni la mitad de las cosas que siente por mi. —rió sin gracia. —Ella es mía.-murmuró levantándose, paso su lengua dentro de su boca, rodó los ojos y regresó su mirada a Scorpius. —Sectumsempra. —su sonrisa creció al ver como las heridas se abrían en su cuerpo.
—¡Para! —grito. —¡Lo vas a matar!. Por favor.. Draco. —de inmediato giró su mirada deteniendo el maleficio dejando que jadeos de dolor salieran de la boca de Scorpius.
—Lía. —murmuró limpiando su boca con el dorso de su mano. —Lía yo...
—No. —camino hacia atrás. —Tu no...
—Estoy aquí. —murmuró.
—No tu no.... tu. —jadeo. —¿Tú eras el canario? —Draco asintió. —¡Me viste desnuda!
