𝐗𝐈

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Tarareaba una canción mientras terminaba de limpiar la barra de la cocina, suspiraba cada cierto tiempo con felicidad, su alegría era tal que no podía evitar dar vueltas por la cocina mientras guardaba todos los ingredientes

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Tarareaba una canción mientras terminaba de limpiar la barra de la cocina, suspiraba cada cierto tiempo con felicidad, su alegría era tal que no podía evitar dar vueltas por la cocina mientras guardaba todos los ingredientes.

El pastel estaba en el horno mientras la pasta estaba lista al igual que una gran botella de vino, sostuvo el pequeño frasco de vidrio en su mano y rió negando al ver la pequeña calavera que tenía la etiqueta. Con un chasquido el frasco desapareció y suspiro.

Giró su mirada y el mismo canario blanco que llegaba todos los días estaba ahí esperando a que abriera la ventana.

—Phoebe muere por verte.—sonrió abriendo la ventana.

El canario entró cantando mientras volaba a la sala de estar donde Phoebe estaba en el piso con sus juguetes.

—¡Ito!—grito emocionada provocando que Lía riera.

Lía se quedó apoyada en la barra viendo como Phoebe estaba tan concentrada en enseñarle cada juguete al canario como todos los días, lo cual eran raramente increíbles.

Había pasado una semana desde que Phoebe y el pequeño canario se hicieron amigos, todos los días al Scorpius salir del departamento el canario llegaba golpeando con su pico el ventanal, emocionando a la pequeña Phoebe.

Seguía a Lía de vez en cuando la mirada o cantaba hacia ella mientras ella solo le sonreía y con su dedo acariciaba su lomo.

El temporizador de la cocina sonó dejando saber que el pastel estaba listo. Lía sonrió y casi corriendo fue al horno tomando sus guantes.

Tomo el pastel y lo dejo en la parte más alta de la cocina cubriéndolo con una manta para que nadie lo viera...por ese momento.

El día pasó particularmente tranquilo. Lía revisaba de vez en cuando a Phoebe la cual balbuceaba todo el día hacia el pajarito.

—Pa-pi.—Lía levantó la cabeza con el ceño fruncido mirando como Phoebe estiraba su mano hacia el pajarito.

Ella jamás había dicho esa palabra ni siquiera a Scorpius el cual no se dignaba siquiera a hablarle.

—¿A quién le hablas bebé?.—preguntó Lía acercándose para terminar arrodillándose a su lado.

—Ito.—lo apunto.

—Uhm...Bien.—asintió no muy convencida.—No tardó...Fawry.—

Un "pop" se escuchó dejando ver al pequeño elfo a su lado.

—¿Sí señora Malfoy?

—¿Puedes por favor cuidar a la niña un momento?. Iré a cambiarme, Scorpius no tarda en llegar.

—Si señora Malfoy.—se dejó caer a lado de Phoebe mirándola.

Lía camino hacia la habitación y al entrar se dio cuenta que el canario la seguía, lo dejó entrar y mientras él se quedaba en el buro Lía comenzaba a desvestirse.

𝐏𝐞𝐧𝐢𝐭𝐞𝐧𝐜𝐞| 𝐃.𝐌✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora