𝐗𝐕𝐈

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*Escuchar "Home-Edith Whiskers" mientras leen el capitulo es una joya, solo digo*

Aquel reloj muggle de la pared marcaba las tres de la mañana exactas, Draco veía desde la cocina a Lia la cual estaba sentada en la mecedora abrazando sus rodillas y con una cobija en sus hombros

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Aquel reloj muggle de la pared marcaba las tres de la mañana exactas, Draco veía desde la cocina a Lia la cual estaba sentada en la mecedora abrazando sus rodillas y con una cobija en sus hombros.

Podía oírla sollozar, también soltar largos suspiros pero nunca relajaba su agarre hacia Phoebe la cual dormía plácidamente en sus brazos.

Desde que había escuchado el plan de Scorpius y Maggie contra la bebé no había podido estar tranquila, miles de pensamientos pasaban por su mente solo para al final dejarla en blanco y confundirla más de lo que ya estaba.

Lo único preciso que pasaba por su mente era la misma pregunta.

¿Todo saldrá bien?

Algo sentía en el corazón cada vez que se daba cuenta que la respuesta no era segura, le dolía el corazón, tan solo de imaginar que alguien le podría hacer daño a un ser tan pequeño.

Phoebe no tenía la culpa de nada, y aun así la harían pagar las consecuencias que sus padres habían causado.

—Lia. —murmuró a su lado. —Déjame llevar a Phoebe a la cuna.

—No la quiero dejar sola. —contestó sin mirarlo.

—Estará aquí con nosotros, solo la pondré en su cuna, tienes que descansar, fue un viaje pesado.

—No tengo sueño.

—Bueno... dejemos que la niña descanse, ¿Está bien? —Lia lo miró y asintió entregando a la niña.

Con cuidado Draco caminó arrullandola en el proceso y una vez frente a la cuna beso su frente y la acostó lentamente.

—¿Quieres que vaya por un poco más de té? —preguntó mientras la miraba. Negó girando su mirada para verlo. Draco estaba sentado en la orilla de la ventana con ella. —Fue un viaje muy largo, deberías...

—¿Saldrá bien? —pregunto.

—Claro que lo hará, no podrán hacernos daño, lo prometo. Te lo prometí desde el día que llegué, no dejare que nadie te haga daño... ni a ti ni a Phoebe . — puso su mano en su rodilla logrando que casi de inmediato se separará. —Lo siento.

—No te disculpes. —negó. —No lo puedo controlar... es un impulso. —se abrazó más a sí misma.

—¿Quieres hablarlo? —Lía cerró los ojos y terminó asintiendo. —Es a tu tiempo, no te quiero presionar si tu no...

—Quiero hacerlo. —lo miro con lágrimas en sus ojos. —Lo he callado tanto tiempo. —suspiro. —Quizá duela un poco menos. —trato de sonreír y Draco mordió su labio negando.

—Estoy aquí para escucharte. —asintió.

—Abusaron de mi. —murmuró. —Muchas veces. —hablo mientras miraba a la ventana. —Me da consuelo pensar que solo fue Scorpius, pero sé claramente que no solo fue él. —se quedó en silencio un par de segundos. —Cuando llegamos a New York, rompió mi pasaporte, discutimos, le grite, me gritó y de la nada... —lo miro. —Eras tú.

𝐏𝐞𝐧𝐢𝐭𝐞𝐧𝐜𝐞| 𝐃.𝐌✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora