𝐗𝐗𝐈𝐈𝐈

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Últimos capítulos

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Últimos capítulos

Todo se hizo silencio después de eso, la cara de Draco palideció y no tardaban en salir las lágrimas de sus ojos.

—No es cierto.—negó—Scorpius...

—Por eso ella enfermo.—se encogió de hombros—Ella sabia que tu no te arriesgarías, alguien tenia que hacerlo.

—Pe-pero Astoria.

—Si, mi mamá te engañó.—hizo un falso puchero.—Y no sabes como le gustaba a mi padre presumirlo.

—¿Cuándo te enteraste?—pregunto aun confundido.

—Mamá me lo dijo antes de morir... dijo que te lo diría pero creo que no la dejaste terminar.—se encogió de hombros.—Ni modo.—se giró y miró a Lía.—Ahora que lo sabes...¿Has pensado mejor con quien deberías de estar?

Lía se quedó en silencio por un par de segundos y miró a Draco, sus miradas se conectaron y la voz en su mente resonó.

<<Distraelo, yo me encargo, solo distraelo>>

—No lo sé.—se encogió de hombros.

—¿Como que no lo sabes?—frunció el ceño.

—¿Como se que eres hijo de Voldermort?—se encogió de hombros.—Yo también puedo decir que lo soy.

—¿Me quieres tomar el pelo?

—Solo digo, que una marca en el cielo y la de tu brazo pueden significar cualquier cosa, cualquier mortifago podía hacerlo, ¿Que te hace diferente?

—No me quieras hacer quedar como tonto.—tomó su quijada apretándola.—No sabes con quién te estás metiendo.

—¿Por qué yo?—lo miro.—Por qué no Maggie, creía que te gustaba.

—Tenías que ser tú.—reclamo.

—¿Qué?—Maggie habló quitándose la mascara.—Pero dijiste...

—Cállate.—rumio mirándola.

—Si me quieres a mi.—Lía hizo que la mirara.—¿Por qué tendrías a Maggie?

—No la quiero a ella.

—Decídete Scorpius, primero yo, luego Albus, luego Maggie y después yo otra vez.

—¡No dejes que te distraiga imbécil!—Lucius gruño jalándolo del hombro.—Atente al plan.

—Suéltame.—quito su agarre.—No me toques.—gruño.

Mientras ellos discutían, Draco, Harry y Blaise lograban desatar de manera silenciosa las cuerdas que tenían sobre ellos, Blaise por su parte cuidaba de Theo con la mirada.

Una vez que el par de cuerdas se soltó, Scorpius se giró molesto.

—Ya basta.—negó.—Suficiente con esta mierda.—apuntó a Maggie.—Trae a la niña.—saco un collar de su bolsillo.

𝐏𝐞𝐧𝐢𝐭𝐞𝐧𝐜𝐞| 𝐃.𝐌✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora