𝐈𝐗

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L I A

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L I A

Después de leer la carta todo había sido aún más complicado.

No confiaba en aquel pedazo de pergamino, estaba molesta, y al segundo que lo descifró hizo que se incendiara, esa noche no había podido dormir.

¿Quién se creía? Abandonarla, dejar que su hijo hiciera lo que quisiera con ella para después decir que vendrá. No le creía nada, y si en algún caso él regresara, ella lo quería lejos de su hija.

Si quería ir a criar a un niño que se fuera con Odette, pensaba cada que veía a Phoebe, ellas no lo necesitaban ya. Draco no decía más que mentiras y ella no iba a caer tan fácil. O al menos eso creía.

—Hola princesa.—murmuró mientras la levantaba.—¿Descansaste de tu siesta?—preguntó mientras dejaba besos en sus mejillas y Phoebe reía balbuceando.—Tu cumpleaños número uno se acerca.—celebro mientras cambiaba su pañal.—Un año.—suspiró mirándola.

Casi dos años sin saber de Draco, y lo que mas la ponia de malas era ver que cada dia Phoebe se parecía más a él.

—Eres igual que tu papá.—frunció el ceño apretando su nariz logrando un puchero de la menor.—Con que no seas como la basura de tu hermano.—rodó los ojos.—Y ahora resulta que tienes otro... patético.—ambas fruncieron el ceño y Lia rio.

—¿Con quién hablas?.—Scorpius entró a la habitación frunciendo el ceño.

—Con Phoebe.—se encogió de hombros.—Dicen que cuando hablas con ellos aprenden más rápido a hablar.

—Quizá.—se encogió de hombros.—Lía.—llamó.

—¿Sí?—lo miro.

—Aquí está tu pasaporte.—extendió el pequeño carnet entre sus manos, sin pensarlo dos veces Lía se levantó tomándolo.—Pronto iremos a Escocia por el cumpleaños de la niña.—la apunto.—Lo necesitarás.

—Sí.—asintió.—Gracias.

—Pero. —se lo arrebató. —Solo yo puedo tenerlo.

—Claro.—contestó asintiendo.

—Venia a decirte, tenemos una cena con un amigo a las nueve, ponte algo.—la miró de arriba abajo.—Decente.

—¿Dónde iremos?—pregunto.

—A la casa de un amigo, no hagas preguntas.

—¿Y Phoebe?

—Oh los elfos cuidarán de ella.

—¿Estás seguro de que deberíamos...

—Si.—la interrumpió.—Solo hazme caso.

—Está bien.

—Ve a prepararte.—Lía asintió dejando a Phoebe en la cuna y caminando a su habitación.

Scorpius caminó hacia Phoebe mirándola con asco.

𝐏𝐞𝐧𝐢𝐭𝐞𝐧𝐜𝐞| 𝐃.𝐌✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora