El complejo d̵e̵ E̵d̵i̵p̵o̵ Constructo (Shang Tsung/Meat)

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Su creación fue hermosa. Recordó cuando se despertó por primera vez, un fuerte gruñido retumbó en su laboratorio como un terremoto. Palabras tan perfectas y magníficas que realmente no podían describir lo que pensaba de verdad. Entonces, lo más interesante sucedió poco después de su presentación a Shao Kahn, su bestia se convirtió en hombre. Esa fue una sorpresa que no había anticipado, pero técnicamente no vio ningún inconveniente. El monstruo de carne que se proclamó a sí mismo "Meat" (vaya ironía), era incluso más intimidante que su propio señor. Un magnífico espécimen de músculo y poder.

Personalmente, Shang Tsung nunca fue de los que interactuaron o incluso consideraron tal actividad, ya que siempre había trabajo por hacer, pero al ver a su bestia convertirse en un fornido guerrero, tuvo una multitud de sentimientos encontrados que le eran ajenos. Quería saber qué podía hacer ese robot, si era un monstruo en más de un sentido. Tantas preguntas pasaban por su cabeza día y noche y tenía que saberlo.

Se acercó a Meat, frotando la cintura del constructo como si estuviera acariciando el vientre como un buen dueño haría con su mascota. El guerrero ronroneó, aparentemente inconsciente de las intenciones del hechicero... O eso pensaba este último. Shang Tsung podía sentir la curvatura de la armadura hecha para dar forma al abdomen de su creación, mucho más definido que la mayoría de los otros constructos y deseaba poder sentir más sin asustar a su "mascota". Hizo una pausa cuando se dio cuenta de cómo este tipo de pensamiento podía haber llevado las cosas demasiado lejos. Retrocediendo, el brujo apuntó con el yelmo hacia abajo, avergonzado de sí mismo.

—Pareces asustado, ¿Te asusto? – el constructo sonrió.

Solo para ver cómo reaccionaba el guerrero, Shang Tsung se burló falsamente.

—Difícilmente, Shao Kahn es el más despiadado y tú eres mi creación. ¿Cómo puedo temerte?

Meat hizo una mueca de enojo ante la mención de Shao Kahn, pero su agresión se desvaneció mientras miraba hacia su creador, notando cómo su constructo tenía un cuerpo bastante agradable. Le mostraría al emperador quién era el más temido y tal vez cambiaría la lealtad de su hechicero en el proceso. Después de todo, Shang Tsung era un hombre subestimado y era una lástima que un tonto como Shao Kahn no elogiara a ese hechiciero inteligente, encantador... Tan hermoso... Tan suyo...

No estaba perdiendo la cabeza y, para ser justos, no sentía ningún error en lo que pensaba. Shang Tsung pudo haberlo creado, pero técnicamente fue más un cuidador a largo plazo, ya que Meat retuvo el lugar que le correspondía como único sobreviviente de entre sus demás creaciones. Y si el hechicero no lo amaba, ¿Por qué lo creó tan atractivo? Había una parte de él que pensaba que tal vez, el brujo había cambiado algunas cosas de Ermac al crearlo para hacerlo más atractivo, de lo que no necesariamente se estaba quejando.

A medida que aumentaban sus niveles de excitación, el constructo agarró la mano en retirada de Shang Tsung y lo colocó de nuevo en su abdomen. La sorpresa indicada por el movimiento de sangre fluyendo por su espalda fue linda y manteniendo su sonrisa, comenzó a arrastrar dicha mano hacia abajo mucho más para el placer del hechicero pero también para un ligero temor. Cuando comenzó a masajear a la fuerza al meter su mano entre las túnicas, Shang Tsung solo pudo mirar con asombro y dejarlo mantener el control.

—¿Estás seguro? No pensaría que tú de todos los guerreros, tu soportarías estar con alguien de un tipo diferente, especialmente porque yo soy tu hacedor. – dijo con una extraña y sincera humildad el hechicero, quien trató de ocultar su entusiasmo.

Meat presionó repentinamente el hombre más pequeño contra él, tirando con cautela de esas hebras ebanas que tanto adoraba. Él se rió.

—Para criar, no. Pero por diversión, ¿Por qué no? ¿A quién le importa lo que eres para mí? Si tienes un interés favorable en mí como yo, entonces eso es excusa suficiente, ¿No es así?

—Supongo que eso es... razonable. – el hechicero murmuró caprichosamente.

Meat lo levantó para sentarse a horcajadas sobre sus caderas y empujó su cuerpo para acostarse en la mesa más cercana. Irónicamente, la plataforma donde estaban tenían varias hojas con descripciones y datos sobre como ha resultado este experimento, a diferencia de él intento anterior. Simplemente lo miró antes de centrar su atención en el cuerpo menor inmovilizado debajo del suyo, mientras se paraba sobre el hechicero con orgullo. Con sus manos posadas junto a la cabeza de Shang Tsung, soltó un complacido gruñido de afecto antes de inclinarse para besar brevemente al humano que lo miraba con impaciente lujuria.


Esta madre no está terminada aún, pero tengo con ella un año y quiero publicar los capítulos que yo tengo en espera muchos. Lo más probable es que baje éste capítulo y lo vuelva a subir la siguiente semana para terminarlo por cosas que me quiero agregar.

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