Us♡

665 25 6
                                        

La lealtad.

Una pequeña palabra con un gran significado.

Uno invaluable para un Lin Kuei.

Ese término hacia una distinción entre los asesinos; todos debían seguir con devoción las enseñanzas, sus acciones debían demostrar la lealtad que poseían.

Un Lin Kuei era casi sinónimo de nobleza y fidelidad.

Hombres que morían por y para el Clan.

Así había vivido él.

Pero eso fue hace tantos años, cuando lo encontraron los asesinos.

Cuando el hombre frío le ofreció su mano, le ofreció una segunda oportunidad.

Entonces él la acepto sin dudar.

Ya había muerto una vez.

Morir otra vez no le haría daño.

Las cenizas y el humo marcaban su paso.

Smoke vivía.

Ahora como uno de los reclutas más jóvenes del Lin Kuei.

Un niño checo en un Templo de Shanghái, sin familia, sin historia, sin miedo.

A pesar de ser los más jóvenes, no era el menor.

Ese puesto lo tenía un niño tres años menor a él, llamado Tundra.

Era pálido –casi tanto como la nieve misma– y de cabello oscuro como la noche.

Sonrisa sincera, risa armoniosa y abrazos reconfortantes.

No parecía que debía estar ahí –bueno, quien en su sano juicio trae niños a un Clan de asesinos–, sin embargo, el pequeño Tundra compartía una similitud algo con su salvador.

Los ojos.

Una enigmática mirada zafiro.

Brillante y misteriosa.

Smoke no se atrevió a mirar a ninguno a los ojos por más de 10 segundos, lo intimidaba de sobremanera.

No sabía exactamente por qué.

Inexplicablemente sabía que sus habilidades heladas provenían de otro mundo y eso mismo lo llamaba a él.

No entendía por qué él mismo se podía transformar en una simple nube de humo o incluso asfixiar a sus contrincantes con quitarse el aliento.

Los tres asesinos Lin Kuei eran distintos.

Sub-Zero. Smoke. Tundra.

Crecieron juntos, se alimentaron –en especial los dos últimos, quienes en un futuro se hicieron amigos íntimos– y pelearon juntos.

Pero su corazón había sido robado por el Cryomancer mayor, Bi-han.

No pudo descongelar el corazón de Sub-Zero, su amor no fue correspondido y creía entenderlo –solamente los Lin Kuei con el rango de Gran Maestro o Maestros podían casarse o tener descendencia– aunque no fuera así, el hermoso hombre de manos heladas estaba casado fervientemente con el Lin Kuei.

Sub-Zero pertenecía al Clan y solo para el Clan.

Lloró.



• ● •



Smoke descansaba ahora.

Su carne podrida en algún lugar del Templo Lin Kuei o la fábrica de Cyborg, no estaba seguro.

Mortal Kombat FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora