A Moment To Protect

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Sus reuniones eran breves, pocas y distantes. Se mantuvieron en silencio, con cuidado de reunirse solo cuando Shao Kahn estaba fuera. E incluso entonces, la Reina y el Dios del Trueno hablaron en voz baja, temerosos de quién podría estar vigilando a la esposa del emperador. 

—Se está acercando a invadir el reino de la Tierra.– dijo Sindel en un solo suspiro.

—Los dos sabíamos que esto iba a pasar, tarde o temprano.– habló Raiden con tono uniforme en todo momento, a pesar de posibles amenazas. Sus viajes a Outworld comenzaron estrictamente diplomáticos, durante mucho tiempo. Pero el dios rápidamente se llevó con las edenianos que vivían con el emperador. Y así, en empatía, comenzó a hacerle compañía a la reina y a su pequeña hija cada vez que tenía la oportunidad. —Sin embargo, Shao Kahn todavía está obligado a no invadir por los acuerdos. He reunido a mis campeones para luchar por la tierra.–

—¡Unos pocos campeones difícilmente serán suficientes, Raiden! Mi amado Jerrod ni siquiera pu-– 

—Reina Sindel– Raiden extendió la mano y sujeto la muñeca de la mujer con poca fuerza, deteniéndola de su ritmo maníaco. —Si sientes tal desprecio por Shao Kahn, entonces debes revelarte contra el... Podría ayudarte pero, él no es un marido para ti. No sería alguien que te merece, por lo menos.

Se detuvo en seco, deteniéndose en sus pensamientos para mirar al dios que la sostenía del brazo. Raiden siempre había sido tan amable con ella. Muy amable. Desde que se vio obligada a casarse con Shao Kahn, él había sido la única cara amistosa que había visto, a excepción de Kitana y Jade. Era un consuelo tenerlo aquí, incluso si sus visitas eran escasas. Se quitó el brazo suavemente y respiró hondo, fortaleciendo su resolución. 

—Me pregunto...– comenzó ella, reanudando su comportamiento habitual —¿Qué tipo de hombre me merece?–

Raiden se detuvo solo por un momento, estudiando a la mujer que tenía delante. Sindel podría haber jurado que una pequeña sonrisa apareció en su rostro antes de continuar. 

—Uno igual que tu primer esposo. Un hombre sabio, un líder justo y fuerte. Un protector para su pueblo.

Su sonrisa era triste, pero tenue al borde de la esperanza mientras miraba al hombre de arriba abajo. 

—Eso suena como un buen hombre, de hecho– No estaba segura de si él quería decir algo con eso, pero quería saberlo. Aún así, ella no tenía suficiente resolución para preguntar. Incluso si lo hiciera, no veía salida de su acuerdo con Shao Kahn. De ninguna manera excepto la muerte. No hay posibilidad de otro amor en su vida. Aún así, Sindel era más inteligente que dejar que el dolor se notara.

Sin embargo, Raiden todavía podía notarlo, ya que le puso la mano en el hombro. Luego dio un asentimiento tranquilizador, mirando a la mujer a los ojos. Pasaron otros dos minutos antes de que alguno de los dos hablara, simplemente disfrutando de estar en compañía del otro. 

—Realmente amas el reino de la Tierra, ¿verdad Raiden?–

—Es un lugar complicado, pero está lleno de cosas maravillosas.–respondió el dios del trueno mirando más allá de Sindel por un breve momento.

La mujer no pudo evitar soltar una pequeña risa. 

—Me gustaría visitar tu reino algún día, antes de que Shao Kahn decida hacer una visita.–

—Eso sería lo más ideal.– Raiden respiró hondo, como si contuviera las palabras sin decir algo que incomodase todo. Y Sindel tenía tantas ganas de dar un paso más, besar esas palabras y hacerle decir lo que pensaba por una vez en su vida. —Debo seguir mi camino–

—Por supuesto. Todo un reino no se protegerá contra un conquistador megalómano, ¿verdad?– Ella quería tomar su mano. Solo un pequeño toque. Solo un poco de lo que solía tener con Jerrod. Silenciosas confesiones, toques suaves, fuerza, seguridad. Amor. Podía ver eso en Raiden. Pero ella no sabía si el hombre podía ver lo mismo.

—Daré todo para ver que nunca llegue a la tierra– De repente, la voz de Raiden mostró un poco de calor. Calor que la reina rara vez escuchaba del dios. Por lo general, estaba tan tranquilo, tan neutral. Fue bueno captar la emoción que finalmente se derramó del hombre.

—Continúa entonces– Sindel insistió, alejándose de nuevo. —El reino de la tierra te necesita después de todo– Asintiendo, el hombre desapareció, dejándolos a ambos inseguros sobre la próxima vez que se vieran. Lo que ella sabía era que el corazón de Raiden estaba con la tierra y sabía que haría cualquier cosa para asegurarse de que Shao Kahn nunca pusiera un pie allí, solo para asegurarse de que Raiden fuera feliz. Y haría cualquier cosa para protegerlo, incluso si eso significara algún día renunciar a su propia vida.  


Amigos, me estoy esforzando jaja, se que es corto pero hago lo  que puedo, de hecho estoy recibiendo ayuda de varios amigos para estar teniendo todos los pendientes listos y terminados y seguir con otros fics que se quedaron pendientes. Le dije a unos amigos que si esperaban con los pedidos que hicieron para tener los que ya tenían mas tiempo.

   

Dedicado a @JulieKatic que por alguna razón no me deja etiquetarlo o dedicarlo, pero aquí esta ya, alguien que le avise.     

Ahora si, intentare actualizar mas, esta vez si jajaja. Pero bien, ando infectado, no quiero lastima, solo quiero avisarles por si ya me tardo mas de dos meses en actualizar.

Creditos a Ürva y D.va y Alice que están empezando a ayudarme con estos fics.

Bye

Mortal Kombat FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora