-CAPÍTULO XIV-

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Fuera de control

Fuera de control

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Alya:

«Saint D'Mont quebró.

El burdel más famoso de Italia quedó en quiebra después de una malversación de fondos.

Recordemos que Xyal Corporation también es una empresa de servicios y comparte acciones con Saint D'Mont.

¿Tomarán represalias?»

Estaba leyendo las noticias en el periódico y una sonrisa se curvea en mis labios.

Esto es tan satisfactorio.

Ya me imagino el día de mierda que está teniendo Aryx.

—¿Es tan entretenido lo que lees? —Preguntó en voz alta, acompañado con una sonrisa burlona.

—¿Qué pasará con D'Mont? —Alzo mi mirada, curiosa por su respuesta.

Sonrió arrogante y acomodó su cabello. —Lo más probable es que el grupito de Aryx se encargue de eso.

—¿Los soberanos se encargan de eso? —Me levanto, directamente para caminar a su lado.

—Prácticamente, ellos dirigen la red de burdeles —explica con obviedad —. Mi padre hizo lo posible para levantar aquellas marcas que estaban desapareciendo para volver a tener renombre.

«Sabía que eran respetados, pero aparentemente, es más que simple respeto

—Parece que es alguien muy admirado —comento con simpleza.

—Por supuesto, gracias a él y a la familia Ivanov, se ha mantenido un orden en las divisiones sociales, algo que el rey, agradece.

—Claro, los grandes, siguen siendo grandes; mientras que, la minoría, sigue siendo eso... —Me volteo a sonreírle con burla —Minorías sin derechos.

Suelta una carcajada amena.

—Nosotros alimentamos a esas minorías con nuestros impuestos, ¿acaso quieres que les demos todo en bandeja de oro? —Niego con una sonrisa, «tan conveniente» —. Padre revolucionó nuevamente el libre mercado, junto a varias organizaciones y el mismo rey, hizo resurgir las empresas privadas dando más altitud la jerarquía sociopolítica.

La manera en la que Alejandro habla con orgullo, pero con cierta simpleza, me hace pensar que para él no es tan interesante a pesar de la importancia que tuvo su padre para la nación.

—Yo supongo que estás feliz de estar dónde estás parado —murmuro.

—No, estoy alerta —se detiene en seco, viéndome con una curiosidad palpable —, padre me dio rocas y yo las utilicé cómo base para forjar mi imperio de armas —se me acerca con peligro, cómo esas águilas negras acechando desde lo alto —. Ninguna minoría inútil, que quiere todo gratis, va a venir quitarme el «privilegio» que me gané en base a mi esfuerzo y sacrificio.

NUESTRA CONDENA © COMPLETA / EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora