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Se bajaron del carruaje con Harry aún en sus brazos dándose cortos besos antes de entrar a la casa entre tropiezos.

—¿Vamos arriba?

—Dios, si.

Las escaleras parecían más largas y empinadas bajo los pies de Louis, harry se sentía cada vez más liviano en sus brazos así como si estuvieran volando sobre el suelo. Todo se sentía mágico cuando Harry le besaba toda la cara de esta manera tan suave.

Al abrir la puerta de la habitación dejó a Harry sobre la cama comenzando a besar su cuello mientras este sostenía su pelo soltando suspiros. Desbrochando los botones de su camisa blanca como la nieve y viendo su piel lechosa con algunos lunares le dieron ganas de llorar.

No podía hacerlo. No podía corromper a ese inocente niño y embarazar a este solo con quince años.

Se sintió como un moustro tocando su piel de esa manera y dañando toda pureza de su piel nunca antes tocada.

Su alfa le rugía que lo tomara de mil formas y que luego lo marque como suyo para la eternidad. Pero Louis quería que viviera un poco más, que disfrutará un poco más su adolescencia y el quería conocerlo más.

Todos los hombres comprometidos que había conocido le habían dicho que la vida del omega antes del compromiso no era de importancia, pero el quería conocer todo de Harry y eso es lo que haría.

—¿Alfa?

Louis levantó la mirada encontrando a un rostro joven y sumiso dispuesto a recibir todo lo que su alfa le quisiera dar aunque no sea satisfactorio para el. Normalmente eso no le importaría, pero no podía no importarle cuando a la persona que se lo iba a hacer era ese omega que le hizo sentir cosas que nadie nunca antes le hizo sentir en menos de tres meses.

—¿Quieres comer?

Harry lo miro intranquilo mientras el alfa se levantaba de la cama caminando al vestidor.

¿hizo algo mal?

— Sácate la ropa, Harry.

El omega se levantó sumisamente y comenzó a sacarse toda la ropa distraído. Cuando iba a bajar su ropa interior sin importarle nunca haber estado desnudo frente a nadie porque confiaba el Louis. Este último detuvo las manos del más bajo.

—Dejare ropa sobre la cama.

Dijo antes de salir por la puerta de la habitación dejando a Harry solo con un montón de dudas.

¿Era un mal omega?

~

Bajando las escaleras notó que Louis estaba poniéndole leña a la chimenea y un olor a carne y verduras apareció en la habitación.

— Hola, omega.

—Hola, alfa.

— Siéntate.— dijo Louis para darse la vuelta a servir comida en el plato de su omega. Iba a reprochar a este último por no hacerle caso ya que no se había sentado en la mesa de la cocina, pero cuando se dio la vuelta vio a Harry sentado en el piso mirando expectante a Louis.

Su obediencia hizo sonreír a Louis.

— En la silla.

Harry se puso de pie avergonzado de si mismo mientras caminaba a una de las sillas sentándose en una esquina a un lado de la punta.

Se sintió un mal omega cuando vio a Louis dejar dos platos de comida en la mesa.

— Yo podría haberlo cocinado.

Louis le dio una sonrisa tomando la mano donde tenía en anillo para jugar con el. Harry se sonrojo.

— No lo dudo, ¿Pero qué mejor que servir a mi esposo?

—Esposo...

Harry repitió la palabra saboreando esta en su lengua.

— Cuéntame sobre ti.

Harry lo miro asombrado.

— La vida del omega antes del-

— A mi no me importa eso. Cuéntame.

Harry miró su plato de comida para volver a mirar a Louis.

— Nací en Holmes Chapel de Inglaterra, mi mamá... es un pueblo bonito y viví en el hasta hace unos meses antes de venir aquí. Nos mudamos porque Des tenía trabajo aquí y fue lo mejor para mi ya que si no veníamos me iban a comprometer con un alfa veinte años mayor que yo...

Louis gruñó inconscientemente asustando al omega.

—Lo siento.

— No me molesto contigo, es solo que no te imagino con otro alfa.

Harry sonrió tímido.

—Continúa.

— De donde vengo si llegas a los dieciséis sin esposo eres infértil, solo los omegas. No tenía amigos ya que me subieron de curso tres veces y a los mayores no les caía bien.
Me gusta mucho leer, más que nada sobre romance porque desde pequeño siempre quise encontrar a un alfa de una manera romántica y que nos enamoramos con un final feliz.— Harry dijo eso con las mejillas sonrojadas y Louis le dio un beso en el anillo— Aprendí a cocinar a los once, limpiar la casa a los doce, bordar y coser a los trece y cuidar bebés a los catorce. Todo eso me lo enseñó mi mamá... am, creo que siempre trataron de prepararme para esto y yo siempre quise tener esto. Pero nunca me sentí preparado para que sea tan diferente como se ve.— Harry suspiró.

—¿Diferente?

— Si. Normalmente me hubieses propuesto un cortejo cuando me trajiste los sándwiches de ciervo y nos hubiésemos casado a la semana. Es más yo tendría dos meses de embarazo si eso hubiese pasado ya que luego de las bodas se hace el amor durante una noche entera para sellar el amor...

Louis quiso sonreír al ver a lo que iba la conversación de Harry.

—... yo solo me pregunto que es lo que hice mal o si ya no te gustó, ¿Porque no hicimos el amor?

Louis metió una papá a la boca de Harry entes de que este se exalte más.
Sonrió antes de explicarle.

— Todo lo que yo hago tiene un tiempo determinado, me gusta conocer que la persona con la que voy a pasar el resto de mi vida. No puedo solo llegar declararte como mío y follarte contra la cama toda la noche.

Harry bajó la mirada como si lo estuviera regañando y Louis levanto su barbilla.

— Vales mucho como para tratarte normal. A ti se te tiene que poner como prioridad siempre y eres muy pequeño como para recibir un bebé en tu interior... o recibir un nudo en tu interior. Más el mío, no es por presumir pero te podría partir a la mitad de una estocada.

Harry abrió los ojos como platos antes de darle una palmada en el pecho que su alfa.

—¡Alfa!

— ven aquí, omega.

Lo puso en su regazo y comenzó que darle de comer hasta que se haya terminado los dos platos.

Porque no lo iba a decir en vos alta pero la imagen de Harry gordito le calentaba mucho.

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