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— Pasen, chicos, pasen.— Rubén nos invitó a pasar dándole una mirada divertida a Harry ya que este no se soltaba del brazo de Louis por nada del mundo.

— Hola, cariño. Un gusto tenerte de vuelta.— La omega besa las mejillas del alfa al que había adoptado como su hijo ilegalmente y luego mira al omega.— Mucho gusto Sra. Tomlinson.

Harry se sonroja fuertemente ya que no estaba acostumbrado a que lo llamasen así y tomo la mano de la señora estrechandosela con una sonrisa amigable.

— Creo que lo mejor es que dejemos a los omegas solos mientras nosotros vamos a cocinar la carne. Hagan ensaladas.— dijo Rubén saliendo por la puerta para ir al patio.

— Diviértete, te amo.— Louis le da un besito al omega en la nariz antes de salir atrás de Rubén.

Cuando la omega ve que Louis sale por la puerta suspira mirando a Harry.

— Son tan lindos recién casados. Te tratan bien, te golpean despacio, son románticos, bla bla...—Dice con una sonrisa viendo la cara de espanto de Harry.— me llamo Linda por cierto, tu eres el rebelde Harry.

El omega sonríe falsamente, aún preocupado por los que la omega le había dicho antes. Pero Louis no era así.

¿O si?

~

—Tu no te preocupes, con los años se vuelven más obedientes...

Louis escuchaba a Rubén hablar mientras el estaba sentado tomando un vino que según el alfa mayor era exquisito, pero prefería más amargos.

No compartía la opinión de el sin embargo. No quería violentar a Harry, ni querer tratarlo como una mascota.
Pero tampoco quería pelear con su jefe.

— Cada vez me cae más dinero gracias a el acuerdo que tengo con esa compañía asiática de la que te hablé.

— Eso está muy bien.

— Me nombraron el tercer hombre más rico de toda Inglaterra después de el aumento de tiendas por toda Inglaterra. Sin contar que los trabajadores que entraron son buenos cazadores. Que así  nadie tiene la destreza que tu tienes en el bosque y nadie mantiene el orden del pueblo como tú, muchacho. Seras grande, hijo.

Louis levantó su copa para chocar con la de Rubén haciendo un sonido agudo.

— Amen.

— Y así será.

~

Harry estaba escuchando a la mujer hablar de su matrimonio y su vida sexual. Sabia que las conversaciones de las señoras era así pero nunca pensó que tener una fuera tan incómodo.

Ahora ella había entrado en confianza y le contaba a Harry los secretos que el no quería saber.

— Pero el problema de fertilidad no está en mi, esta en el ¿me entiendes?

— Entiendo.

— El nudo está, pero el bebé no.

— Que mal.

La mujer terminó de hacer la ensalada y la dejó sobre la mesada para caminar a Harry otra vez y comenzar a cortar las papas con el.

— Me agradas, Harry. Eres simpático y muy bonito. Ya entiendo porque Louis te eligió.

— Muchas gracias, Linda. Tu también eres muy bonita.

— El sexo apenas empieza el matrimonio es el mejor.— suspiro.— Tienes que aprovecharlo al máximo.

Harry se puso rojo.

— Nosotros aún no...

La mujer lo mira asombrada y deja de pelear las papas.

— ¿Después de dos meses? Imposible. ¿Cuantos años tienes?

— Quince.

— Yo me comprometí a esa edad. Que lindo es ser joven...

Harry iba a opinar algo pero los alfas entraron a la cocina con una bandeja llena de carne.

— A la mesa.

—¡No alcance a hacer el puré!

—¡Que lenta eres, mujer!

~

La comida estaba exquisita y las anécdotas de viajes que tenían los Mack eran muy divertidas. Si olvidaba el echo de que el Sr. Mack había violentado a su mujer varias veces casi parecían un matrimonio perfecto.
Y es que los dos eran muy simpáticos y trataban a Louis como su hijo.

— Y luego firmaron el contrato desesperadamente.

Todos se largaron a reír con la historia de un contrato que habían firmado con los de londres hace ocho años.

— Hablando de contratos, Louis...

Todo se volvió serio cuando el Sr. Y la Sra. Mack sonrieron cómplice mirando a la pareja frente  a ellos. Mire a Louis y este posicionó su mano en mi pierna haciéndome saber que todo estaba bien.

— Sabes que los dos estamos muy viejitos y ya no nos queda mucho. Yo no quiero estresarme más con todo esto de mantener un negocio tan grande y...

Rubén tomó la mano de Linda dándole una sonrisa.

— Linda y yo queríamos irnos a vivir a Italia los años que nos quedan. Y tu eres como mi hijo, así que ya que no tengo hijos...— Rubén saco un papel doblado de el bolsillo interior de su chaleco y lo desdobla poniéndolo en el medio de la mesa.— queríamos dejar la empresa bajo tu cuidado.

Harry abrió los ojos y Louis leyó el contrato dudoso. Si sabia que era muy buen trabajador para su edad y que había ayudado mucho con todo lo de la empresa estos últimos meses... pero,¿Darle la empresa?

— Llevo muy poco tiempo trabajando a comparación de otros, y también soy muy joven...

— Pero se que eres brillante y no arruinadas mi empresa, honraras mi apellido y sabrás llevarlo. Quizás todo esto parece un juego pero eres como el hijo que nunca tuve. Al que pude aconsejar y ver enamorarse.— Miro a Harry y este se sonrojo.— Verlo comprar su primer casa y casarse con ese omega que tanto quería. Al que pude ayudar con sus dudas sobre el matrimonio y al que me enorgullece llamar mi trabajador y mi amigo.

Louis sonreía mirando a Rubén y a su esposa.

— Así que nos gustaría que te quedaras con la empresa y la hagas mucho mejor con los años. Tu omega y tu podrían quedarse con la casa si eso quieren, serían la sensación de la ciudad con esta casa y podrían crecer más ampliamente como familia.

Harry se sonrojo aún más.

— Me gustaría que me des en placer de filmar este papel y aceptar mi empresa.

Louis tomo la pluma y miro a Harry mirar el papel con felicidad. Su alfa había logrado algo bueno, pero no le sorprendía, su alfa hacía todo bien siempre.

Louis firmó el papel decidido y Rubén se levantó a darle un abrazo fuerte y largo.

— Se que tendrás una vida mucho mejor que la mía.— palmeo la mejilla de Louis mirándolo feliz. — No te dejes engañar fácilmente.

— Nunca.

360°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora