360°

17

3 de enero del 1811

Harry estaba llorando tirado en el piso del baño de la casa de Alex. El omega se sentía morir, había vomitado todo lo que comía y si no comía también vomitaba. Louis lo amenazó con llevarlo al doctor pero el se negó rotundamente.

No quería ir para que le dijera  que iba a morir con tan solo dieciséis años. Había escapado de la casa esa mañana cuando se vio en el reflejo de una cuchara, blanco como un huevo, sus labios perdieron el color y sus ojos estaban rojos. Se sintió feo, así que decidió ir que la casa de su único amigo para que lo ayude y de paso despedirse antes de morir.

— No voy a permitir que el chico que me gusta me vea así.— lloro harry contra el suelo mientras Axel trataba de consolar al omega con caricias en el pelo.

— Harry, no le digas así. Es tu esposo y tu alfa,y como tú esposo juro amarte y cuidarte en la salud y en la enfermedad. Ahora estás en la enfermedad y también tiene que cuidarte.

—¡No quiero morir! Los voy a extrañar tanto. Ni siquiera pude tener bebés con Louis y ya estoy muriendo.

— Que no vas a morir, es solo un resfriado.

La abuela de Axel entró al baño con una mirada preocupada. La que sorprendentemente se relajó cuando vio que su nieto no estaba solo. La señora tenía noventa y dos años y seguía más viva que nunca. A  veces sorprendía que siguiera viva a esta edad y con ganas de seguir viviendo.

— Axel, casi muero del susto. Pensé que te habías embarazado fuera del matrimonio. Pero veo que es tu amigo, pero tranquilo, el tiene un alfa y está casado.

—¿Como sabes eso?—Dudo Axel, el nunca le había dicho eso a su abuela.

— ¡EMBARAZADO!— grito Harry poniéndose de pie de inmediato.

— Si, tienes unas pocas semanas, apenas se está desarrollando, pero puedo ver que va a ser... o.

¿o?

— ¿De qué estás hablando abuela?

— Dígame más. Por favor.— dijo Harry creyendo fielmente las palabras de la anciana mientras que Axel dudaba de todas ellas.

La señora cerró los ojos colocando un dedo en el vientre bajo de Harry.

— Son dos, veo un omega y una alfa. Uno es muy cayado y el otro demasiado como su padre.— la anciana abrió los ojos divertida y miro a Harry. Este estaba en shock con al noticia de que serían dos.— mucha suerte Harry... saludos a Louis y dile que tenga cuidado con las cuevas.

La ansiaba le sonrió mientras caminaba a la entrada de el baño.

—¡Brujeria!— gritó Axel mientras se paraba de un salto causando a su abuela con un dedo.

— Dije que vendrías al tercer día de embarazo de tu mamá y nadie me creyó. Ustedes deciden creer o no.

Harry comenzó que llorar.

— Muy linda elección de nombres, por cierto.

Harry la miró con el ceño fruncido, pero antes de que Harry pudiera preguntar los nombres la anciana habló.

— Tu alfa está abajo... y esta enojado.

La.puerta de la casa fue tocada y los dos omegas se miraron antes de salir corriendo por las escaleras.

Harry abrió la puerta rápidamente y como la señora dijo, Louis estaba fuera con los ojos rojos. A Harry se le encogió en corazón.

— ¡Maldición, Omega!, ¿¡Como te atreves a irte de la casa sin avisarme!?

Louis lo miraba molesto y Harry se hacía chiquito mientras su alfa le gritaba como nunca antes.

— Para que no te olvides, estas comprometido y tienes alfa. No puedes solo irte a plena mañana como si que mi no me fuera a importar para nada. Te busqué por todas partes como un maldito loco y TU, mal omega, vienes y te escondes aquí.

Harry se arrodilló frente que el llorando con la cabeza baja y se abrazó a una pierna de Louis.

Muy dramático.

— ¡No quería alarmarte, alfa! Pensé que iba a morir esta mañana. ¡Pero estoy embarazado... y son dos!

Louis se desmayó.

~

— Amor...

Era la voz de Harry.

— Amor, despierta...

Si, Harry estaba llamando a alguien.

— Arriba, cielo.

¿Lo estaba llamando a él?, ¿O a quién más estaba llamando amor y cielo?

Louis se levantó de golpe, haciendo que su cabeza y la de Harry chocarán fuertemente y que el omega comience a llorar de dolor.

Louis toma su a Harry en sus manos y besa su cabecita para luego besar sus labios y sentarlo en su regazo. Había golpeado a su omega.

— No fue mi intención, cariño.— dijo pasando su lengua por las lágrimas de Harry haciendo a este ronronear gustoso. La memoria de Louis comenzó a volver cuando notó que no estaban en su casa.

Harry desaparecido. El buscándolo por todas partes. El enojado con Harry. Harry llorando. Harry embarazado. De gemelos. Todo se volvió negro.

— Estas embarazado... de dos bebés.

— Si, alfa.

Louis abrió los ojos mientras subia las cejas con Harry aún en su regazo y todo el vientre del omega con un dedo.

— ¿Mis cachorros están ahí?

Harry rodó los ojos y se puso de pie enojado.

— ¡Si Louis¡ hubo un nudo en mi interior y un bebé se creó dentro mío.  No es tan difícil.

Harry golpea su pie contra el piso y sube las escaleras dejando a un Louis confundido por la actitud repentina de su omega.

Escucho la risa de una anciana proviniendo de el sofá frente al suyo.

— Ese omega te volverá loco estos ocho meses.— Se puso de pie aún riendo.— Te recomiendo que compres muchas frutillas y trabajes desde tu casa.

— ¡El trabajo!

Louis corrió por las escaleras para encontrar a los dos omegas en ropa interior mientras se probaban ropa que había en una bolsa sobre la cama.

— Amor, tengo que ir al trabajo ¿quieres ir que la casa o te quedas con tu amigo?

— Vete, traidor.— dijo harry cerrando la puerta en su cara.

Louis iba que reprender eso luego.

Cuando llegó a su casa comenzó que hacer tantas cosas que si se ponía que contarlas no terminaría jamás. Contrato tres cazadores y le pago el sueldo a unos treinta y dos trabajadores. Acepto una renuncia y tuvo que buscar un nuevo carnicero en la ciudad en menos de dos horas. Las postales eran interminables, miles de pueblos tratando de comparar vinos,verduras, fruta y algodón. Acepto la paga de al menos cuarenta y siete compañías ya que vio que tenían una sobre cosecha y abundancia en algodón este año. Juntando así miles de dólares más. A la tarde tuvo una charla con el jefe de granaderos para una propuesta de agrandar las tierras para más cultivos. Así que luego de comprar la tierra se pusieron a trabajarla. Le pago a los cazadores, que habían hecho un excelente trabajo hoy y luego de hacer un par de cosas más, se fue a buscar a Harry a casa de Axel en el carruaje, casi durmiendose.

Cuando la puerta de la casa de Axel se abrió Harry lo recibió con besos y abrazos por toda la cara. Así es como quería ser recibido todos los días.

Luego de tener una cena corta comentando su día se acostaron a dormir acurrucados en el centro de la cama.