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No cabe duda de que Louis lo dejaría encerrado ahí toda la vida y lo abandonaría, tendría hijos con otra omega y lo tiraría a la calle y Harry ya no se podría casar porque ya se había casado una vez y ya no era del todo puro.

Harry sí estaba esperando que Louis lo golpeara y algo de su ilusión por una paliza correccional se fue cuando Louis no entró en toda la mañana a golpearlo, ni siquiera tenía marcas en su piel para presumirle a Axel. Ya que mientras más fuerte te golpeará tu alfa más rebelde eras tú, algo así como emocionante en la relación. Pero Louis no lo había golpeado, quizás le daba asco tocarlo.

Cuando Harry despertó y vio las cunitas  de bebé casi de le cae el alma, lloro toda la mañana imaginándose a bebés con ojitos azules diciéndole mamá y correteando por la casa. Su imaginación voló más allá pensando en conocer al alfa de sus hijos.

A mitad de mañana lloro porque penso contarle que su mamá lo que estaba sucediendo en su casa y recordó que ya no estaba. La recordaba tan cálida y tan dulce, recordaba besarle las mejillas cuando tenía lastimaduras y la recordaba peinando sus rizos contándole como sería mi vida una vez consiga un alfa.

Una vez escucho una conversacion de su mamá con sus amigas hablando de alfas. El estaba escondido abajo del sillón mientras las mujeres hablaban.

"El cortejo sin dudas es lo mejor."

"Son tan dulces en el cortejo."

"Sus celos son lo peor, siempre me toma violentamente y sin preguntarme hasta dejarme sin caminar por días."

" Cuando llegan borrachos es lo peor, te golpean más fuerte y luego quieren tomarte en cualquier parte de la casa aunque estén tus hijos."

" Una vez me golpeo tan fuerte que me desmayé"

" Una vez me golpeo tan fuerte que me dejó sin poder moverme en el suelo."

"Chica que rebelde."

"Pero los amamos."

"Si..."

El sonido de la puerta se escucho y un Louis recién llegado de trabajar quedo a la viste, ni siquiera de había puesto camiseta y estaba sudado. Harry tenía las piernas pegadas al pecho y los ojos rojos de tanto llorar. El alfa mentiría si dijera que fue muy duro con el, porque hoy del enojo que tenía mató un alce.

— Ven aquí.— dijo Louis saliendo por la puerta al pasillo con semblante serio.

Harry se levantó temeroso ya que iba a recibir su primer castigo dentro del matrimonio.

Una vez estuvo fuera de la habitación no se ánimo a mirar a Louis.

—Harry-

Louis levantó su mano para rascarse el cuello en un movimiento rápido y Harry gimio asustado cerrando los ojos con fuerza. Louis bajo la mano lentamente.

— No voy a golpearte.

— Tienes que golpearme, me lo merezco.

—Nadie merece ser golpeado.

—Los omegas malos si.

— Tu no eres un omega malo.

— ¡Golpeame, Louis!

Dijo Harry llevando la mano de Louis a su mejilla presionando esta con fuerza.

— No.

— Por f-

Louis acuno las mejillas del oma entre sus manos, pasando sus pulgares por la lechosa piel y no se imaginaba poniendole una sola mano a ese precioso omega. 

suspiro y dijo.

_Hablame cuendo se te pase.


-


Las cosas en la casa estaban tensas. Louis no hablaba con Harry y viceversa.

Dormían en la misma cama pero separados a la vez y Louis pasaba más tiempo fuera de casa que en ella. Eso enfermaba a Harry pero sentía que si pedía perdón Louis se iría.

No pregunten porque piensa eso porque el tampoco sabe.

Louis por otro lado entendió que Harry tenía un concepto muy equivocado del amor y matrimonio. Pero quizás todos los matrimonios transmitían el amor de una manera violenta hacía el omega.

Louis había matado a muchísimos animales  disfrutando verlos retorcerse entre sus brazos mientras morían en sus manos. Le gustaba golpear que alfas que lo buscaban con intenciones de pelea con sus amigos. Le gustaba que la gente le tenga miedo.

Pero no disfrutaba el dolor de Harry, no disfrutaba que este se encoja en su lugar como si en cualquier momento fuera a matarlo a golpes solo porque si.
No entendía el porqué de la pelea con Harry, pero si sabía que no era su culpa y el debería disculparse, no al revés. El omega se torturaba solo al no hablarle.

Esa tarde llegó del trabajo y se sentó en la mesa sin saludar al omega.

—Hola, alfa.— dijo Harry parado del otro lado de la mesa jugando con los puños de su camisa.

— Harry.— Saludo Louis tratando de no sonreír al escuchar la voz de Harry después de semanas.

El omega se sentó a un lado de Louis levantando la mirada tímidamente sin saber que decir. El alfa de Louis bailaba victorioso.

— Yo... quería pedir disculpas por, bueno, por todo lo que paso. Es que tu te comportas tan diferente a lo que me habían advertido...

— ¿Como te advirtieron?

— Bueno... pensé que serías violento, que me tratarías un poco diferente a lo dulce que me tratas o que ni siquiera me preguntaría antes de embarazarme cuando se te de la gana.

— Es porque eso no es amor, omega.

Harry lo miro confundido y Louis dejo de comer.

— Eso es no respetar a tu compañero de vida. Demuestra que no te importa su bienestar o su opinión, y tu si me importas. Mucho... por eso es que pienso en ti antes de hacer algo que te vaya a lastimar o a hacerte sentir mal.

Harry miró sus manitos apenado mientras sentía sus ojos llevarse de lágrimas.

— Yo solo quiero que volvamos a ser como antes... te extraño.

Dijo el omega con lágrimas cayendo de sus ojos como si fueran cascadas. Louis le dio una sonrisa comprensiva antes de romper la distancia entre ellos con un dulce beso. Lamió las lágrimas de Harry después de semanas sin hacerlo y el omega ronroneo gustoso soltando más lágrimas. Lo había extrañado tanto.

— No vuelvas a hacerlo, ¿Si?— dijo Louis una vez que terminó de limpiar la cara de Harry.

— Nunca más. Te amo, te amo, te amo.

— También te amo.






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