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Narrador omnisciente

Para comprender mejor la historia debemos remontarnos tiempo atrás, revelar unos cuantos secretos que pocos sabían y otros que ni ellos mismos sospechaban de su existencia.

~15 años atrás~

Los besos de la rubia no cesaban, y aunque el Alfa estaba cansado la omega aún seguía complaciendo a su marido.

¿Me amas?- preguntó la omega, la cual abrazaba a su esposo en la cama.

¿Que pregunta es esa?- le respondió Francisco, el líder de la manada Luna Creciente, estaba algo irritado por esa pregunta, ya que el siempre se lo demostraba, pero la mujer quería la prueba de su amor con palabras, no con objetos.

Solo dilo- rogó en un susurro.

Te amo, como los lobos aman a la luna- le respondió y este le plantó un beso.

Y yo más-

Mónica, tú me haces tan feliz- le dijo el Alfa a la omega con una sonrisa,  una muy linda sonrisa.

también, mi alfa- le respondió Mónica.

Ellos se casaron hace un año, eran muy felices... Pero había algo que a Mónica Muchas veces no le dejaba dormir por las noches.

Ellos anhelaban tener un hijo o hija para así heredarle el puesto al primogénito o a su pareja. Pero Mónica era estéril, y Francisco no quería dejarla por otra u otro omega, de veras la amaba, y para sacrificar el puesto de alfa, el amor que debía tenerle era enorme.

A la mañana siguiente Mónica se fue de compras, necesitaban comida para la cena de esta noche, ya que vendrían sus cuñadas (Alira y Eleonor) junto a sus esposos.

Pero cuando pasó cerca de un callejón, escucho un leve llanto, como de un bebé. Se acercó Hasta la causa del sonido y se encontró a un bebé en una canasta.

¿Quien pudo abandonar a un ser tan indefenso y precioso?- le susurró al bebé, por lo visto era un varón, estaba todo de celeste (no es por generalizar) y una carita divina.

Aparentaba unos dos años más o menos y parecía que no le daban mucha comida.

Es mejor que me lo lleve-

Y así lo hizo, lo llevó directo a su territorio. Varios lobos que estaban afuera percibieron  el olor del pequeño humano.

Y Francisco también lo pudo oler desde su oficina de la casa.

Salió de ella para saber de quien se trataba, pero solo vio a un bebé en brazos de su adorada esposa.

L-lo siento- tartamudeó la omega cabizbaja, estaba tan desesperada por tener un hijo que cuando vio la oportunidad No la dejó pasar.

Licantrophes: La Manada Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora