[34]

196 27 2
                                    

-¿Cuando llegará?- preguntó preocupada Lia, sabía que Eleonor no tardaría en llegar, seguramente estaba en algún pueblo cercano o incluso en Barcelona.

-Está noche- dijo en un sollozo el omega.

Matt suspiró pesado, temeroso por el futuro que le dio su mate.

-Estaremos preparados- sentenció la Alfa- no permitiremos que te haga daño a ti o al bebé-

-Es el futuro, no lo podemos alterar- respondió Aiden sin ninguna esperanza, se le habían perdido hace cinco minutos.

-Hemos alterado a esas visiones- contradijo su novio- Lo lograremos- aseguró tomando a su chico de los hombros.

Aiden se limitó a asentir, temía por su bebé, y la verdad ¿Quien no? Y Matt estaba aterrado, Eleonor, Cada vez que su nombre sonaba en su mente este cerraba fuertemente los ojos para poder sacarse de su cabeza a la rubia.

Todos en esa sala sabían el peligro que corría Aiden y su bebé, Eleonor era una persona muy vengativa, y no le tendría piedad a un bebé o a un omega. Quizás algo de lástima pero no evitaría que cometa su crimen.

Lía y Matt guiaron a el omega Hasta arriba, su deber era protegerlo, pero Aiden no quería quedarse de brazos cruzados, quiero pelear, para eso fui entrenado.

Lía abrió la puerta del cuarto de Aiden y le extendió la mano libre para que pase. Pero como respuesta sólo tuvo el confundido ceño fruncido del omega.

-Significa que pases, te quedaras aquí- explicó como si nada la castaña.

-Se Cómo pelear contra Eleonor, fue ella quien me entrenó- explicó Aiden y dio la media vuelta para escapar pero Un enorme y sexy alfa lo detuvo.

-Estas embarazado y corres riesgo tu y el bebé- Matt no tenia intenciones de dejarlo ir, y no quería poner en riesgo la vida de su amorcito.

Solo hubo un silencio espantoso junto con la mirada asesina de Aiden, que prácticamente le decía todo al mayor.

Lía tomó el brazo de Aiden, pero este no quería entrar.

-¡Por Amara! Eres terco- lo tomo delicadamente por la cintura para hacerlo entrar, recibió golpes en la espalda, insultos y algunas patadas.

-¡Matthew!¡Dile que me suelte!¡Matt!¡¿Por qué no haces nada?!- gritaba el muchacho que segundos después fue tirado a la cama.

-No quiero pelear con mi hermana- se encogió de hombros el mayor.

-¡Eres un cobarde!¡Matthew!¡Matthew!- gritó Aiden corriendo hacia la puerta, pero esta fue cerrada fuertemente por Lía-¡Lia!¡Abre la maldita puerta!-

-Si Qué es irritante- insinuó la castaña del otro lado de la puerta.

-Es tu mejor amigo-

-Si.. Pero aún así no deja de ser una putita chillona- rió Lía.

-¡Te estoy escuchando, estupida!-gritó el omega desde el cuarto.

-¡Cállate!- grito histérica.

Matt sólo empezó a reírse.

El lugar que había descrito Aiden era la casa, osea que habría bombas por doquier, pero ellos vigilaran todo, además el chico estaba arriba y corría el riesgo de morir si se derrumbaba la casa.

La noche había llegado, aun había algunos globos por el cumpleaños de Aiden, la rubia aún no llegaba, pero ellos sabían mejor que nadie que llegaría. Era su naturaleza.

Estaban fuera de la casa, había una leve brisa, la luna estaba a la mitad, era una hermosa noche. Una que estaba por ser arruinada.

Casi las una de la madrugada, todos estaban impactantes.

-Quizás se equivocó- insinuó Isaias, pero no dudaba mucho sobre lo que Aiden vio.

-Pudieron ocultar su olor, como siempre- Alira sabía que ellos siempre hicieron eso, era una buena pero tramposa estrategia de batalla.

-¿Y como sabremos cuando llegue?- preguntó intrigada Sabrina, la verdad todos se preguntaban lo mismo.

Mientras tanto Aiden dormía inquieto, sabía que en cualquier momento llegaría y esperaba que al menos si le disparaban no muera su bebé. Daría su vida para protegerlo.

-Adivina quien vino a visitarte- sonó un susurro en su cabeza, se levantó de golpe al saber de quien se trataba.

-Ya esta aquí- Avisó el omega desde el vínculo.

-Pero...¿Donde?- preguntó Lía girando la cabeza a todos lados.

-Espera... estoy viendo algo- respondió rápidamente el omega. Ahora estaba teniendo una nueva visión.

Alfa.. No... Alfas... Una docena de ellos, un par de betas, el bosque, los rodean...

-Están en todos lados- susurró temeroso Aiden.

-¡Sólo quiero las gemas!- gritó una mujer desde adentro del bosque-¡y nadie saldrá herido!-

De entre los árboles salió Eleonor, rodeada de un mini ejército privado de lobos, los suficientes para acabar con todo y con todos.

-¿Hablas de estas piedras?- preguntó sarcástica y desafiante Alira, en sus manos tenía las cuatro gemas azules, pero luego las arrojó al suelo y las pisó con todas sus fuerzas destrozando los cristales-¡Ups! Rompí tus gemas-

-Qué terca eres...- susurró desafiante Eleonor- ¡Ataquen!- y en ese momento bastó con esa orden para que los licantropos que rodeaban a la rubia se dirijan hacia los Asher, y estos no se quedaron atrás.

Licantrophes: La Manada Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora