14. ¡Que salgas!

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¿Y si no te vuelvo a ver?

Capítulo 14.

—Gales Jurek—

—Días después—

Me han entregado la nota del taller que hice con Cassie, nos fue bastante bien, y eso me hace sentir mejor. A mis amigos también les fue bien. Miro sobre mi hombro y la silla de Cassie está vacía, ya lleva días sin venir, y en su casa no la he visto. Lo último que supe es que su exnovio se regresó a la ciudad y su prima Darsy entró a esta escuela. Va en el salón de Emilio, Nazlie y Oliver.

Tal vez, no quiere darme la cara por haberme besado, o puede que le haya pasado algo y por eso no ha venido. No entiendo por qué quiero verla si en nada cambia que nos hayamos besado. Todo seguirá igual.

Presto atención a la clase, y siento unos dedos sobarme la pierna: Hairéth. Le digo que se quede quieta y veo su cara de confusión. Nunca le había dicho algo como eso, siempre le seguía el juego.

—¿Qué te pasa?

Su susurro me hace verla.

—¿Por qué la pregunta?

—Me has ignorado todos estos días, ¿es por ese beso con Cassie? —Quiero hablar y no me deja—. Yo miré cómo te besó y tú no parecías muy molesto.

—Fue un beso sin importancia. Y si no te he prestado atención es por estar ocupado.

—Allá atrás, los jovencitos, ¿algo que compartir con la clase? —Mis compañeros nos quedan mirando, y Hairéth y yo negamos con la cabeza. Este maestro sí que no se pierde nada—. Entonces, hagan silencio y déjenme dar la clase.

No cabe duda que los maestros no se pierden nada. Hairéth está loca, solo ella piensa que no he estado a su lado por Cassie. ¡Manicomio, por favor! Todos estos días pensé que nadie se había dado cuenta de que me besé con Cassie, cuando eso pasó todos estaban bailando, pero por lo visto alguien no nos dejaba de ver.

Las horas han transcurrido con tranquilidad. Aprovecho el descanso para ir al baño. Lavo mis manos y voy saliendo cuando veo a Cassie sentada en la banqueta que está fuera de coordinación. Dudo en acercarme, pero lo termino por hacer. Me mira sin alguna expresión en su rostro.

—¿Qué demonios quieres, Gales?

—Nada, te miré aquí sentada y pensé que tenías algo. No entraste a las primeras horas.

—¿Puedes dejar de actuar como si te interesara lo que pasa conmigo?

—¿Qué onda contigo? Ese día en la fiesta me besaste y estos últimos días me has estado huyendo.

—Yo nunca te he besado. —Asegura—. Estás loco. ¿Puedes irte? A la última persona que quiero ver es a ti.

[...]

—¿Crees que es muy cómodo tener que ocultarle a Gales la verdad sobre papá? No, mamá, no me gusta mentirle. Claro que le duele todo lo que vivimos con ese hombre, y él fue el más afectado. ¿Qué tal si sabe nuestro secreto? Ellos piensan que me gusta Cassie, y no quiero que sigan con eso, mamá. Quiero decirles que estoy cerca de ella porque tengo remordimiento por lo que hizo el drogadicto de mi padre.

«Qué secreto».

—Yo no creí que ellas vendrían, cuando me enteré de todo hablé con la maestra Irving y me dijo que era mejor ocultarle esto a los chicos. Después de todo, nosotros no tenemos culpa que tu padre haya sido el que le disparó al papá de Cassie.

—¿Qué dijiste, mamá?

Ambos se quedan paralizados al escuchar mi voz detrás de ellos. Lo que acaban de decir es algo muy fuerte, esto puede afectar mucho a Cassie. El señor de la foto debe ser su padre, y papá acabó con su vida.

¿Y si no te vuelvo a ver? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora