¿Y si no te vuelvo a ver? ©

16. Baboso

¿Y si no te vuelvo a ver?

Capítulo 16.

—Cassie Irving—

Tallo mis ojos y lo primero que veo es otra habitación muy diferente a la mía y, automáticamente, todos los recuerdos de la noche anterior se me vienen a la mente. Me quedé con los chicos hasta muy tarde en la sala, jugando, hablando y tomando. Por primera vez, me sentí parte de su grupo de amigos, y debo confesar que fue muy cómodo para mí, a pesar de que Darsy quiso hacerme quedar mal, no me dejé, y los chicos la terminaron atacando.

Ha sido muy estresante tener que verle la cara a Darsy todos los días en casa, y encima de eso, verla en la escuela. Ella y su mamá parecen una bacteria carnívora, y no solo por lo malo, sino porque les gusta estar en todos lados.

No creo que mamá se moleste por haberme quedado en la casa de Gales, me quedé con todos los demás y no hicimos nada malo. O, por lo menos, yo. Me levanto y voy al baño, me lavo los dientes con un cepillo dental que hay en una de las repisas, lavo mi cara y salgo del baño.

—Creí que te habías ido —me dice Mia al verme salir del baño. Ella siempre está sonriendo, y de verdad no sé cómo le hace—. Bajemos a desayunar.

—Gracias, pero debo irme —intento no sonar tan mala onda con ella.

—¿No te agrado?

—¿Mhm?

—Es que siempre me dices que no en todo, desde que te conocí he tratado de ser comprensiva contigo y tú pareces indiferente. Yo también consumía, me metía todo tipo de drogas y las personas me hacían mala cara por eso, me decían cosas ofensivas y eso solo me estaba hundiendo más. Por lo mismo trato de ser linda contigo, pero eres muy difícil.

Me le acerco. —Me caes bien, solo he pasado por muchas cosas en mi vida que me han hecho cambiar y no he tenido amigos como tú o los demás. La única amiga que tenía la perdí cuando me vine, y es raro que tú quieras ser amiga de alguien como yo.

—Tú eres una persona normal, Cassie. Bueno, Gales dice que tú eres medio loca, pero lo dice porque no acepta que tú le lleves la contraria en todo.

—Gales es un baboso.

—¡Lo es!

Nos echamos a reír, y me despido de ella para salir de la habitación. La verdad es que Mia no me cae mal, pero yo no sé nada de ella y no quiero que termine siendo como los demás. No sabía que ella consumía, y creo que ahora entiendo por qué siempre me defiende y trata de hacerme sentir bien.

—Parece que estuvieras escapando de alguien, los zapatos en tus manos y la chaqueta en tu brazo te hacen ver sospechosa. Quien te vea pensará que estabas conmigo.

Me quedo quieta al escuchar la voz de Gales, estaba por irme y ahora es que va a aparecer. No le quedó claro todo lo que le dije ayer, y tampoco es que lo quiera cerca después que lo besé en la fiesta, porque sí, le mentí cuando dije que no recordaba nada. Y no estaba tan drogada como para no recordar todo lo que dije e hice. Vaya estúpida que fui.

—O que estaba con Ellen —volteo a verlo, está recién bañado y con ropa cómoda—. Con la última persona que estaría sería contigo.

—No podrías estar con Ellen, porque estarías pensando en mí —da unos pasos hasta quedar cerca de mí—. ¿Cierto, Cassie?

Qué demonios le pasa a este chico.

—La única manera en que yo podría pensar en ti, es para ver las mil maneras de matarte —me acerco más, y le susurro—: baboso.