47. Nunca entenderás

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¿Y si no te vuelvo a ver?

Capítulo 47.

—Cassie Irving—

No más. Hoy Gales Jurek dejó de existir para mí. No puedo seguir guardando esperanzas que regresará a mí porque no será así. Hoy acepto que perdí, hoy acepto que alguien más tiene su amor y que él merece ser feliz con Zenda.

Ojalá que nunca lo hagan sentir como él me hizo sentir a mí. Es una mezcla de sentimientos que rompen mi alma, porque en el fondo guardaba las esperanzas que Gales se diera cuenta de que me ama a mí y no a ella. Y eso no pasó.

Esperé mucho de un amor que no me pertenece. Lloré todo este tiempo porque yo sí lo amo, pero ya no puedo seguir estancada mientras él es feliz.

Siento unos pasos detrás de mí y seco mis lágrimas, es la señora Jurek que ha entrado con los ingredientes que usaremos para las galletas.

—No quiero que llores por mi hijo, no quiero que cierres las puertas a otras oportunidades por estar pendiente de él. Si mi hijo te amara no hubiera dicho lo que dijo allá fuera —aparto la mirada, no quiero que me vea llorar—. Eres muy linda, Cassie, y Gales no merece tu amor. Ya no sufras más.

Sollozo, llena de dolor. —¿Me puede decir cómo dejo de sufrir por Gales? Porque yo no sé hacerlo. Su hijo me hizo experimentar las mil maneras de quererlo para después hacerme a un lado y aceptar que nunca dejó de amarla a ella.

Cierro mis ojos y dejo mi cara pegada a su pecho cuando me abraza. Ni siquiera mamá hizo esto que hace la señora Jurek.

—Me duele muy feo dentro de mi pecho. Me duele estar... enamorada —susurro con mi voz entrecortada—. Yo lo amo.

—Pero él no te ama, Cassie. Sácalo de tu vida o el día que él vuelva te va a terminar de destruir y ahí vas a conocer el propio infierno.

—¿Por qué me dice esto? Gales es su hijo, se supone que debe darle el lado a él.

—Yo eduqué a un hombre, no a un huevón.

Los pasos de alguien me hacen separar de la señora Jurek y veo que es Gales. Me mira y yo aparto la mirada. Hasta aquí te soporté, ya no te quiero de regreso a mi vida. Hoy terminaste con todo.

—¿Podemos hablar, Cassie?

—¿Quieres hablar de cómo rompiste todo?

—Gales, ya deja a Cassie en paz. Le estás haciendo daño y te das cuenta de eso, pero haces como si te diera igual.

—Mamá, solo serán cinco minutos.

La señora Jurek me mira y asiento. Nos deja solos y no me acerco a Gales. Odio que pueda hacerme sentir de todo con solo mirarme.

Ya no quiero sentir nada por Gales.

—¿Por qué si me quieres a mí estás con Hans? ¿Por qué?

—Deja de sentirte dueño de mi vida, Gales. Hace mucho dejé de ser tuya, y tú lo sabes.

—Cassie, yo te amo.

—Basta de engaños, estoy cansada de tantas mentiras. De verdad, estoy aburrida —no me molesto en disimular mi enojo—. Nunca entenderás cómo se me rompió el corazón cuando miré cómo le decías «amor de mi vida» mientras a mí me hacías a un lado. No lo entenderás porque en ese momento yo elegí acabar con toda la porquería que me ataba a ti.

—No puedes sacarme de tu vida, te pedí un tiempo, nunca terminamos. ¿Está mal querer madurar lejos de ti? ¿Está mal pedir un tiempo?

—Es que el problema no era el tiempo que me pediste, el problema era que yo era feliz a tu lado.

¿Y si no te vuelvo a ver? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora