O7 | New ✦

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Muy bien

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Muy bien. Pensar correcto no era una virtud de la cual pudiese presumir y esa jodida noche era el puto ejemplo de ello.

Luego de vestirme con unos vaqueros negros, una playera negra y mis siempre confiables y nada limpios converse, tomé las llaves de mi auto y salí a toda prisa de mi hogar con la firme decisión de espiar a Marinette en su cita.

Sí, sabía que era jodidamente enfermo de mi parte hacer una mierda así, sin embargo ¿Desde cuando me había importado la jodida moral? Quería asegurarme de que mi bichita no corriera ningún riesgo y, si algo tenía claro, es que en situaciones así, mi fin justificaba mis retorcidos medios.

Conduje por unos minutos, visualizando una esbelta y curvilinea figura esperando por mí en una de las avenidas. SI iba a entrar en modo espía, necesitaba una coartada en caso de que las cosas no resultaran del todo bien y sabía perfectamente que bastaba un mensaje de texto para tener a Lila Rossi a mi completa disposición.

—Creí que nunca llegarías. —reprochó la italiana una vez que metuve y ella subió al auto, cerrando luego la puerta para inclinarse sobre mí y besarme en los labios. —La puntualidad no es tu fuerte ¿Verdad, guapo?

—Tu sabes cual es mi fuerte.

—Volverme loca en la cama... —susurró contra mi oído, mordisqueando el lóbulo de mi oreja para luego tirar suavemente de él. —Y ser encantador.

—¿Encantador o caliente?

—Ambas cosas.

Sonreí por sus cumplidos y azoté un poco su redondo y hermoso culo. Ella soltó una pequeña risita, besando mis labios de forma fugaz antes de acomodarse en su asiento y abrocharse el cinturón. 

—¿Y bien? ¿A donde iremos esta vez? —preguntó en un tono suave mientras se cruzaba de piernas y acomodaba un largo y castaño mechón de cabello tras su oreja. Definitivamente, la naturaleza de esa chica era ser jodidamente sensual.

—Al cine. —solté sin más.

—¿Al cine? —sonrío de lado, pasando una de sus manos por mi muslo, deslizandola hacia mis ingles.— ¿Es acaso otra de tus atrevidas fantasías?

—¿Lo dices por lo del baño del supermercado? 

—Y por las duchas del gimnasio, el callejón tras la preparatoria, la habitación de los padres de Kim.

Bueno, no es sorpresa para nadie que me guste correr riesgos. Aunque en mi defensa, ese último sitio no había sido otra cosa que una jodida venganza en contra del imbécil de Kim, luego de que el muy hijo de puta me robara los condones justo antes de una fiesta.

—Deja las teorías,  solo quiero ver una estúpida película. —murmuré, no despegando la vista del camino. —¿Desde cuando eso tiene algo de malo?

—No es algo malo, solo me resulta extraño.

—¿Ah? ¿Por qué lo dices?

La castaña soltó un suspiro, recargando el codo en el borde de la ventanilla mientras descansaba la mejilla sobre su palma, mirándome. 

𝐒𝐂𝐀𝐑𝐘 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐕𝐨𝐥. 1 & 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora