¿Pueden dos mejores amigos arriesgarse a perderse el uno al otro por darle paso al amor?
Adrien y Marinette son amigos desde que eran unos inocentes y tiernos niños. Crecieron juntos y su amistad se fortaleció, volviéndose prácticamente inseparable...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasar la noche con Adrien no fue tan diferente a lo que solía ser antes de que las cosas entre nosotros cambiaran. Dejando de lado la acalorada situación previa a dormir, el resto de la noche no fue otra cosa más que charlas banales entre dos mejores amigos.
¿La diferencia? Nuestros labios se unían de vez en cuando, recordándonos así lo que sea que se hubiese desatado entre los dos.
Por un lado, me negaba a preguntar directamente que era lo que sucedía, pues, yo mejor que nadie, sabía lo reacio que Adrien solía ser con la palabra "compromiso" y todo aquello que esta implicaba. Aunque por el otro, ese miedo creciente de ser una más en su "Fuck list" carcomía mi cabeza.
Pero él dijo que yo le gusto... Él dijo...
—Entonces... ¿Estarás ocupada esta tarde? —preguntó asomándose por debajo de mis sábanas, descansando el mentón entre mis pechos. Yo asentí, peinando sus rubios mechones hacia atrás.
—Quiero ir a ver a Alya.
—¿Ver a Alya o a ese...?
—Sí, Alya. —apreté su nariz y él sonrió. Aunque al recordar a Luka, una punzada de culpa me consumió desde dentro.
¿En qué momento las cosas habían cambiado de curso tan abruptamente en mi vida? Es decir, una tarde me encontraba en el cine, platicando con el chico nuevo y que abiertamente me pidió una oportunidad para conquistarme y en un parpadeo... Ya era adicta a los besos de mi mejor amigo, a su mirada, a su sonrisa, a sus caricias.
Tengo que hablar con Luka sobre lo que pasó... Tengo que aclarar mis sentimientos.
Decidida a encontrar una solución a todo ese embrollo sentimental —y hormonal— en el que me había metido. Tomé el rostro de Adrien entre mis manos, recorrí sus varoniles facciones con mis dedos y planté un "piquito" en sus labios, mismo que él no tardo ni un segundo en corresponder.
Aún me resultaba increíble la atmósfera tan tierna que se había generado entre nosotros, misma que nos llevaba a actuar como si fueramos una... ¿Pareja?
—Y tu... ¿Pasarás la tarde con Nino? —pregunté con cierto temor a recibir una respuesta que me inquiera. Sin embargo, al ver a Adrien asentir, cualquier mínimo miedo se esfumó.
—Así es, aunque primero tengo que ir a reportarme con mi madre.
—Es verdad ¿Cómo le habrá ido en su cita?
—No lo sé. Solo espero no encontrar cosas extrañas cuando llegue a casa. —Aquello me hizo soltar una risita mientras Adrien se incorporaba y depositaba un corto beso sobre mis labios. —En fin. Si quedas libre antes, no dudes en avisarme.
—Qué acaparador
Él sonrió de lado, desperezándose antes de tomar su móvil de mi buró. Al revisar la pantalla, pude ver su expresión cambiar poco a poco antes de regresar la mirada hacia mí.
