—Vas a ir con Marinette y te vas a disculpar con ella ¿Entendido? —dijo mi madre, pronunciando con más fuerza esto último.
—Ehh... ¿Buenos días? —saludé. Ella me mostró la lengua, dando luego un corto trago a su café.
Aún conociendo a Sharon tanto como lo hacía, todavía me costaba algo de trabajo descifrar cuando su enojo era real. Y, luego de haber sobrevivido a un jodido resfriado, no me arriesgaría a morir en manos de una mami molesta.
—¿Qué tal está tu café?
—No me cambies la conversación, Agreste. —colocó la taza sobre la mesa, indicándome con la mirada que tomara asiento en la silla frente a ella. —Siéntate, aún tienes tiempo antes de irte a la escuela.
—Preparatoria.
—Pues con tu comportamiento de ayer, podríamos hablar del jardín de infantes ¿No lo crees?
Rodé los ojos y obedecí a regañadientes, sentándome en el sitio que mi madre me indicó. Definitivamente, un sobreviviente ya no puede desayunar en calma en estos días.
—Bien ¿De qué mierda se supone que debo de disculparme?
—De tu jodido comportamiento con Marinette.
—¿Mi comportamiento? —Levanté una ceja, cruzándome de brazos —. ¿Y qué hay del de ella?
—¿El de ella? —Mamá sonrió, deslizando la yema de su índice por el borde de su taza —. ¿Te refieres a cuidarte cuando tu noviecita se fue?
—¿Qué?
—Como lo oyes. —Dio un sorbo más a su café, mirándome visiblemente divertida —. Una vez que te quedaste dormido, Alya tuvo que irse. Yo tenía que salir a comprar el súper y me preocupaba dejarte solo... —Sus facciones se suavizaron y su sonrisa se ensanchó —. Por suerte, Marinette llegó y se encargó de cuidar de ti toda la tarde.
—Yo no... Sabía.
—Pues claro que no, estabas profundamente dormido y tu fiebre parecía empeorar. Fue Marinette quien se encargó de mantenerla bajo control y quien me llamó para sugerirme lo de llevarte a un hospital.
—Odio los hospitales... —susurré, desviando la mirada a un lado. Sharon suspiró.
—Entiendo que seas un jodido celoso, pero piensa un poco, Marinette dejó su peli a medias porque quería estar contigo.
« ¿De verdad? ¿Tan importante soy para ella? »
El pensar que aquello fuese cierto, aceleró sobre manera los latidos de mi corazón. Yo sabía que era alguien especial para ella, vamos, soy su mejor amigo desde que éramos solo unos niños. Pero... No quería que su cariño hacia mí se resumiera a eso. Yo necesitaba su amor.
« Y comportádote como un imbécil jamás vas a conseguirlo. »
Solté un profundo suspiro, dándole (Como siempre) a mi madre la razón.
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𝐒𝐂𝐀𝐑𝐘 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐕𝐨𝐥. 1 & 2
Roman d'amour¿Pueden dos mejores amigos arriesgarse a perderse el uno al otro por darle paso al amor? Adrien y Marinette son amigos desde que eran unos inocentes y tiernos niños. Crecieron juntos y su amistad se fortaleció, volviéndose prácticamente inseparable...